Capítulo XXIX: Polvo de estrellas

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Cuando por fin se dio por concluida la velada, guardianes e hijos de la luz se acercaron a ella para felicitarla por su regreso, sus logros en su primer duelo en la Academia y su hallazgo sobre el regreso de Carsten Dumort. Por algún motivo, todos parecieron asumir que había sido Sky quién descubrió el regreso del heredero oscuro y ninguno de los que sabía la verdad desmintió esta creencia, por lo que ella tampoco lo hizo.

Era lo mejor. Favorecía su imagen como líder y todos estuvieron de acuerdo en que su decisión de revelarlo en la cena fue la más acertada, ya que había conseguido la exclusiva atención de todos los invitados. Incluso el sorpresivo cuestionamiento público de Alina Terrance, la sobrina del profesor Terrance, logró dejarla en una mejor posición por la forma en que Sky logró de mantener la calma ante su intervención.

En resumidas cuentas, la presentación de las primeras herederas con sangre de dragón al trono de Heimleif y de un nuevo propósito en común que ayudaría a reunificar a ambos pueblos, había sido un éxito. Tan pronto como promulgó su decreto, Nathaly se puso de pie para ofrecerse como líder del primer escuadrón de búsqueda, dando pie a que Skylar se enterase de que la chica resultaba ser nada menos que la mejor cazadora de su generación, especializándose en la cacería de bestias. Su apoyo hizo que otros voluntarios siguieran su ejemplo, ofreciéndole sus espadas a su servicio. Entre ellos Charles, Reginald Care, Arantza García y Lee Nwosu, ambos descendientes de reconocidos centenarios. Traian por otro lado, apenas y pareció sorprendido de su decreto, teniendo en cuenta que, en circunstancias normales, él hubiera sido la primera persona a la que Sky habría hecho participe de lo que se proponía a hacer. Su repentina frialdad la lastimaba, casi hubiese preferido que se enfadase con ella, cualquier cosa menos aquella fría indiferencia.

—Lo único que lamento es no haber tenido oportunidad de acercarme y hablar personalmente con los centenarios... Bueno, eso sin tener en consideración a Theodor, él no cuenta. —una vez que el último de los invitados abandonó la propiedad, Sky se sentó en una de las sillas de la mesa que había vuelto a su tamaño original tan pronto como la puerta se cerró al fin, al igual que el salón ahora varios metros cuadrados más acogedor. No pudo evitar sentirse un poco triste ante el cambio del techo, la visión del cielo nocturno siempre lograba tranquilizarla y su ausencia la hacía sentir ligeramente claustrofóbica, en especial ahora que todo lo que quería hacer era irse de ahí, a algún lugar en donde no estuviera Trai...— Además de a él y al señor Care, no pude identificar a ninguno y se suponía que esta fiesta buscaba que pudiera afianzar mis lazos con ellos, pero como siempre, el tiempo no parece jugar a nuestro favor.

—No pienses así querida. Tal vez tú no los viste, pero ellos si que te vieron a ti. Causaste una magnífica impresión, eso te lo aseguro. —Ragnor se mostraba particularmente orgulloso por la forma en que Sky decidió tomar las riendas del asunto de Christian y eso la ayudaba en gran medida a sentirse conforme con su decisión de llevarlo a cabo.

—Aprendí del mejor. —respondió esta, consiguiendo esbozar una sonrisa a pesar del cansancio— De cualquier forma, ambas lo hicimos bien. —añadió dirigiéndose a Addy.

La presencia de su hermana sin dudas resultó beneficiosa para la causa. El que los presentes pudieran verla de primera mano, sana, salva, riendo y bailando, avivaba la moral y despertaba una chispa de esperanza en ellos. La princesa que fue arrancada de su familia y que logró escapar de las garras del rey oscuro, intacta e incorrupta, de nuevo entre los suyos.

Su historia serviría de incentivo para la reunificación de guardianes y nefilim, creando un puente al diálogo entre ellos al ser una descendiente de ambos bandos, mientras que Sky haría todo lo que estuviera a su alcance para vengar sus años perdidos a manos del rey oscuro. Su seguridad y felicidad, constituían una prioridad para ella. Si Addy estaba a salvo y era feliz, Sky podría encontrar las fuerzas necesarias para seguir. Se lo debía después de todo. Además, la siguiente etapa de su plan incluiría a su madre y si quería aspirar a los mejores resultados en esta nueva línea de propósitos, necesitaría volcar su cien por ciento en ello. Sin distracciones.

El legado de Orión ©Where stories live. Discover now