Capítulo XVII: Otro momento

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Hubo algunos aplausos más, pero por sobre todo, desconcierto. La tensión era palpable y la mayoría de los alumnos, nefilims y guardianes por igual, se observaban los unos a los otros con expresiones que dejaban en evidencia que tampoco se habían esperado aquel veredicto. De entre ellos, Nathaly negaba con la cabeza, visiblemente contrariada con las palabras del profesor.

—¡Y una mierda! —bufó Traian, alzando la voz sobre el bullicio y tomándolos a todos, Sky incluida, por sorpresa.

Ragnor se sujetó ambas manos tras la espalda y apretó la mandíbula. Claramente él tampoco se encontraba de acuerdo con la proclamación de victoria a favor de Cayden y Amanda, en cuyo rostro contraído por el dolor pudo distinguir una mueca de suficiencia.

Sky esperó que el híbrido inmortal reprendiera a Traian por su arrebato, pero este no hizo ningún comentario al respecto.

—Skylar venció a Amanda limpiamente. —argumentó Traian molesto— La dejó fuera de combate y su guardián abandonó la pelea, todos aquí lo vieron.

—Conoces las reglas Traian... —intervino Raoul con actitud conciliadora— Nada de heridas graves. Y en vista de las lesiones de la señorita Meier, no tenemos más remedio que...

—No hay necesidad de brindar ningún tipo de explicación acerca de la decisión del veredicto. —soltó la profesora Salazar— La evaluación se llevó a cabo y no hay nada más que discutir señor Lovewood.

—Ah claro, por supuesto. —se burló Traian y la magnitud de su enojo golpeó a Sky a través del vínculo— "No hay nada más que discutir". Esa chica usa su don como método de tortura, pero como resulta ser la bisnieta de Tara Dawson nadie dice nada. Como si su bisabuela no fuera de la misma calaña.

—¡Señor Lovewood! —exclamó el profesor Terrance— Las reglas son muy claras. Las heridas graves no están permitidas en los duelos de práctica y ha sido esa infracción la que ha conllevado a su derrota. Además, le recuerdo que está hablando de una miembro del Consejo Inmortal y la directora de la Academia Luminus. —en su forma de referirse a Tara, Sky denotó algo inesperado, mucho más si tenía en cuenta que provenía de un guardián hacia una nefilim que consideraba a cualquier otra especie como inferior. Admiración— Si bien Lady Dawson se encuentra desaparecida, no ha recibido un juicio, lo que la hace inocente hasta que se pruebe lo contrario. Así lo dictan nuestras leyes.

Un sentimiento aversivo subió a través de la garganta de Sky y ensombreció su impresión inicial sobre Augustus Terrance. Aunque era cierto que Lady Dawson no había recibido un juicio todavía, ella ya tenía más que clara su opinión sobre Tara. Además, con o sin juicio, los cargos por los cuales se le buscaba eran de conocimiento público y para nadie es un secreto su ideología elitista sobre todo aquel que no sea un hijo de la luz. Por lo que, al menos por sí misma, no hubiera sido capaz de imaginar que el amable profesor resultaría partidario de alguien como ella.

—¡Esa lesión fue accidental! Algo que no se puede decir de lo que llevó a cabo esa chica. —vociferó Traian decidido a no dejarse aplacar— ¡Ninguno de ustedes vio lo que le hizo, pero yo si! Y esa cosa, ese tipo de magia, ni siquiera debería de ser algo que un hijo de la luz pudiera hacer, ¡Mucho menos contra otro hijo de la luz!

"¿Lo vio...?".

Entonces las cosas cobraron sentido. Todavía se encontraba débil debido a la descarga de MDL que seguramente requirió para la entrada en escena de la tigresa, aunque no tenía idea de cómo lo logró, ni qué hizo para conseguirlo. Se sentía tan cansada, que el cómo es que seguía en pie era un misterio para ella. Y fue esa misma fatiga la que dejó sus pensamientos expuestos a Traian, aun cuando ella no había tenido la intención de mostrárselos en un comienzo.

El legado de Orión ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant