Veintidos.

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Taehyung sintió como su lobo echó sus orejas hacia atrás y batió la cola al percibir la presencia de Jungkook aproximarse al lugar en dónde lo dejó hacia media mañana cuando recobró la conciencia y tuvo que soportar los cuidados de Seokjin porque su cuerpo estaba más adolorido de lo que quiso reconocer en un primer momento.

El omega llegó a su encuentro con solo ropa de tela puesta, su armadura quedó en algún lugar, pero lo más importante del cuadro es que venía con una sonrisa y la mirada tranquila—temía que estuvieras durmiendo.

—Te estaba esperando.

Ambos se sonrieron, mientras Jungkook se acomodaba al lado del alfa con suavidad—¿Cómo te sientes?

—Feliz de verte.

La boca de Jungkook se estiró en un puchero, seguía sin acostumbrarse a las estrategias de evasión del alfa cuando se mostraba preocupado por él—sabes que no me refiero a eso.

La mano del mayor se dirigió a la mejilla del chico—quiero hacerte el amor—el omega no pudo evitar que sus mejillas se colorearan en magenta ante la forma tan descarada de hablar del alfa haciendo que boquera, lo asaltó con la guardia baja, de alguna forma siempre lo hacía—pero el dolor no me deja, así me siento.

El menor le dejó un golpecito en el pecho enfurruñándose—podrías decir que te duele y eso bastaba.

El alfa con una risa de labios apretados dirigió su rostro al cuello del chico, empujó la ropa que lo cubría un poquito para descubrir la marca y poder repasarla una vez más con los labios, el menor apretó los párpados y liberó un suave suspiro ante el contacto, derritiéndose ante los mimos del alfa, porque ese beso se volvieron por lo menos diez más, suaves y amables.

—Tae...—suspiró ante la acción del contrario, pues el alfa se propuso quitarle la prenda superior, Jungkook se cohibió ante la mirada del alfa en la zona en la que el lobo lo mordió hace un par de días, había sanado de forma satisfactoria pero seguro iba a dejar unas feas cicatrices en el cuerpo del omega. En un primer momento el cuerpo se le hizo rígido cuando el mayor se dedicó a cubrir las heridas de esos colmillos con besos, pero después del tercero supo que era bueno, que inclusive era algo que le hacía falta por lo que hizo espacio al alfa moviendo su rostro a un lado y enterró los dedos en su cabellera.

—¿Te he dicho que eres hermoso?

Jungkook sonrió de forma silente—¿No vas a detenerte con eso?

—Cada vez que te veo, eres más hermoso.

Los dientes del omega se enterraron en su labio inferior y el mentón como el corazón le temblaron un poquito, cuando percibió esas nuevas heridas en la lámina que le permitía reflejarse quiso que no le importara tanto una vez más, estaba esa creencia que un omega perdía su valor si dejaba que marcaran su cuerpo, era muy estúpido pensar en ello cuando él vivía fingiendo ser un alfa, pero no frente a su alfa, frente a Taehyung era omega y quería verse bonito para él, pero no hacía más que añadir marcas a su piel—No mient- un suspiro detuvo la orden del príncipe cuando la lengua caliente del alfa le recorrió el cuello con lujuria, todo su cuerpo se estremeció.

A suaves besos Taehyung subió por el mentón de Jungkook que ya estaba tendido sobre su espalda con el alfa entre sus piernas, cuando el mayor llegó a los labios del contrario los tomó con parsimonia, con diligencia y delicadeza, Tae se deleitaba en ellos como si de caramelo de fresa se tratara, el molesto aroma a pino que llevaba el menor se fue disolviendo en su dulce fragancia a fresas bañadas en miel. La mano del alfa comenzó a deslizarse en el pantalón del menor para instarlo a que se lo quitara. Jungkook no se negó y mientras se deshacía de la prenda el alfa hacía lo propio con la parte superior de la suya.

Limerencia. [Vkook] Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora