2

3.3K 200 0
                                    



Marena sólo ha querido a un chico en su vida. Tras salir con el durante el  último año, está casi segura de que es su alma gemela.

















Cuando llega la semana de los exámenes finales y llevas estudiando cinco horas seguidas, necesitas tres cosas para superar la noche: tomarte el granizado de cereza más grande que puedas encontrar; ponerte esos pantalones de pijama lavados tantas veces que han quedado finos como un pañuelo de papel, y, por último, hacer pausas para bailar. Montones de pausas para bailar.

Cuando se te empiezan a cerrar los ojos y sólo puedes pensar en irte a la cama, haz una pausa para bailar y conseguirás seguir adelante.

Eran las cuatro de la madrugada y Marena estaba estudiando para mi último examen final de primer curso en la Universidad. Las vacaciones de verano estaban tan cerca que casi podía saborearlas. Sólo cinco días más. Llevaba contando los días desde el mes de abril.

—¡Pregunta! —ordenó Marena con voz ronca.

Cry abre libreta en una página al azar. —El principio de legalidad significa que...

Marena se mordisqueó el labio inferior. —Dame una pista.

—Mmm... Piensa.— el sugirió sin siquiera saber que era lo que la pregunta se refería.

—¡Ugh! ¿Habrá preguntas así en el examen?.

—No lo sé,sólo intentaba ayudarte.

— Voy a reprobar.— Marena pasó las manos por su rostro con frustración levantando la vista de sus apuntes.

—Quizá si dejases de enviar mensajes con el móvil y empezases a estudiar, no suspenderías.—Cry alzó los hombros.

—Estoy respondiendo mensajes de instagram.— Marena explicó.— no creo conectarme hoy.

Cry era su mejor amigo. Sabiendo lo competitivo que el era por naturaleza, estaba celoso de que Marena pudiera considerar a alguien mas así de cercano como lo era el, aunque no lo admitiría ni en un millón de años.

El era tranquilo y relajado y era fácil estar con el. No te juzgaba. Te daba espacio para ser diferente. No se conocían de toda la vida, así que ambos no tenía expectativas ni ideas preconcebidas entre ellos.

Eso les daba libertad. Y no se parecía a nadie que ella hubiera conocido. El era de España, el también hacía streams como ella.

Un par de horas más tarde, el sol empezó a inundar la habitación de una luz azulada. A Cry le colgaba la cabeza entre los hombros y  tenía la mirada perdida como un zombi.

Marena arrancó hoja e hizo una bolita de papel y la arrojó hacia el.

—Pausa de baile —ella habló a la vez que presionaba el play en la computadora y se levantaba de la silla.

Cry rodó los ojos.

—¿Por qué estás tan contenta?

—Porque en sólo unas horas todo habrá acabado —respondió dándole unas palmadas.

No tenía el examen hasta la una y su plan consistía en dormir un par de horas y levantarme con tiempo de sobra para estudiar un poco más.

Ella se quedó dormida, pero incluso así se las arreglo para estudiar una hora más. No tuvo tiempo de desayunar, así que sólo bebió una bebida energética del refrigerador

El examen fue tan difícil como se lo esperaba, pero estaba bastante segura de que al menos conseguiría pasarlo.

Cry también creía que reprobaría, menos mal. Los dos estaban demasiado cansadas para celebrarlo.
Volví a su casa dispuesta a perder el conocimiento al menos hasta la hora de la cena, y cuando abrió la puerta, ahí estaba Cry, dormido en su cama.

Cuando dormía parecía un niño pequeño, incluso aunque llevara barba de tres días. Estaba tendido sobre su colcha, con los pies colgando por el borde y su  oso polar de peluche abrazado contra el pecho. Se quitó los zapatos y se arrastró hasta él. Se movió, abrió los ojos.

—Hola.

—Hola — Ella respondió.

—¿Cómo ha ido?

—Bastante bien.

—Que bueno.

Soltó el peluche y la abrazó.

—Te he traído la mitad de mi bocadillo del almuerzo.

—Eres un sol— respondió ella escondiendo la cara en su pecho.

Me besó el pelo.

—No permitiré que mi chica se salte las comidas a lo loco.

—Sólo el desayuno— se excusó, y después de pensarlo un momento, añadió—Y la comida.

—¿Quieres comértelo ahora? Está en la cocina.

Marena lo consideró; estaba hambrienta, pero también cansada.

—Quizá más tarde— respondió cerrando los ojos.

Entonces se volvió a dormir y ella con él. Al despertar, había oscurecido. El peluche estaba en el suelo y Cry la había rodeado con los brazos. Él aún dormía.

Habíamos empezado a salir justo antes del inicio de mi último año de instituto, aunque «salir» no parecía la palabra más adecuada. Simplemente habíamos acabado juntos. Sucedió tan de prisa y con tanta facilidad que me parecía que siempre había sido así. Un momento éramos amigos, al siguiente nos estábamos besando y antes de darse cuenta el ya se había mudado a Mexico.

Se convenció a sí mismo y a todos los demás (ella incluida y especialmente a su madre) de que se trataba de una buena oportunidad. Todo era cierto. Pero la verdad era que deseaba estar junto a ella. Quería tenerla con el todas las estaciones, no solo ocasionalmente.

Y ahí estaban, acostados uno al lado del otro en mi habitación de la chica. Se conocían de tan poco, todo aquello me parecía sorprendente, aunque por otro, también lo sentían como algo que siempre supieron que sucederia.

is it over now? || xcry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora