15. Aprendiendo a vivir

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Durante la semana Nick me había contado que el domingo tenía el primer partido de baloncesto y que le hacía mucha ilusión que estuviese allí viéndole jugar. Ese día me tocaba ir solo a verle. Ya que César había quedado con sus amigos para ir a ver un partido de fútbol de la supercopa entre el Sevilla y el Barcelona. Y Luis se había ofrecido voluntario para acompañar a Vero a una exhibición de aeróbic que hacia con las chicas del gimnasio. En principio iba a ir con ellos, pero no pude negarme a la petición de Nick, le hacia tanta ilusión. Así que a las seis, allí estaba en la residencia. Estaban todos muy emocionados por el partido y a eso de las seis y media nos bajamos.

Cuando llegamos allí, ya había algunas personas, haciendo corrillos y charlando sobre el partido. Al empezar el partido me dejaron sola, ya que al final habían convencido a Roberto y a las chicas para jugar. Vi a un grupo de personas que estaban con el grupo de los veteranos y a Laida, la hermana de Julen, que estaba con su libro en la mano, aunque no lo estaba mirando, tenía la mirada perdida y su cara de melancolía habitual en ella. Pensé en acercarme a hablar con ella. Aunque no sabia si iba a ser bien acogida mi osadía.
- Hola - le dijo
- Hola - me contesto sin hacerme mucho caso, así que volví a insistir
- ¿Puedo sentarme contigo?
- Si vienes buscando cotilleos, te diré que no tengo nada que decir.
- Eso no había sido muy cordial que dijéramos - pensé
- La verdad es que no se si quiero saber lo detalles morbosos. Yo solo venía buscando compañía. El resto de la gente que está de público son del equipo de veteranos.

No parecía muy dispuesta a contestar, así que pensé en dejarla sola.
- Siento haberte molestado.
- Espera no te vayas. Siento haberte hablado así, últimamente no estoy muy sociable, y la gente solo se me acerca para preguntarme por lo que paso.
- Tiene que ser duro que todo el mundo te este recordando continuamente el que tuvo que ser el peor día de tu vida.
- Si que lo es. Aunque de todas formas, tampoco es que pueda olvidar. El ver a mi hermano cada día en ese estado...
- Te entiendo. Pero tienes que seguir adelante. Como está haciendo él. A pesar de lo que le ha pasado. Yo le veo feliz, le veo intentándolo llevarlo mejor que puede.
- Lo sé pero yo llevo la culpa tatuada a fuego.
- Y eso de que te sirve. No puedes cambiar lo que paso.
- Eso es fácil de decir.

Se le empezaron a saltar las lágrimas. Eso significaba que teníamos que cambiar de tema. ¡Se supone que ibas a animarla!
- Sabes cual es la mejor forma de olvidar las penas y pasar página.
- ¿Cuál?
- Buscarse un novio.
- ¿Qué? Si claro quien va a fijarse en mí, ahora.
- Seguro que encuentras a alguien. Fíjate en mí, estoy aquí viendo jugar al baloncesto a Nick.
- ¿Quién es? Mi hermano esta a todas horas hablando de él.
- Nick es el chico rubio.
- Es muy guapo
- Si que lo es
- ¿sois pareja?
- No, exactamente. Todavía no.
- ¿Todavía? Eso no suena muy bien. Ten cuidado.
- ¿Qué quieres decir?
- Estás segura de lo que siente él por ti.
- Ah si. Crees que el puede estar utilizándome para que este con él y cuando se recupere si te he visto no me acuerdo. ¿no? - ella asintió con la cabeza - No lo creo.
- ¿Estas muy pillada por él?
- Si, bastante
- No digo que vaya a hacerlo, solo que tengas cuidado.
- Él es el mejor amigo de mis hermanos, no me haría algo así. ¡Si sabe lo que le conviene! - Laida se echo a reír
- Iba a pedirme que saliera con él, el día que tuvo el accidente. Después no quiso hacerlo. Dice que cuando yo me enamore de él estaba en una sola pieza, y quiero volver a estarlo antes de pedírmelo.
- Entonces va recuperarse.
- Si, los médicos dicen que no le van a quedar secuelas. No tiene afectada la medula. Fue solo un golpe muy fuerte en la espalda.
- ¿Qué le paso?
- Se cayó por las escaleras cuando salíamos del cine. Se había caído agua o un helado no sabemos muy bien y se resbaló.
- ¿Estabas con él?
- Si estábamos solos.
- Tuvo que ser duro.
- En ese momento, no. Estaba como en shock. No reaccionaba a lo que estaba pasando. No quería verlo. Solo pensaba que estaba bien y que se recuperaría. Me dedique a darle ánimos y poco más. Pero cuando me quede sola.
- No perdió la conciencia. Yo no me di cuenta de nada, cuando desperté del coma, ya me había operado. Y no había remedio.
- ¡Dejemos las tristezas a un lado! Y vamos a buscarte novio. Por aquí hay algunos chicos muy guapos. ¿Alguno tiene que hacerte tilín?
- Si te digo la verdad no me he fiado. Me he pasado mucho tiempo lamentándome.
- Eso tiene que cambiar. Tu debes de tener 19, 20...
- 19
- ¿Qué me dices de Fran? Esos ojazos verdes, no se ven todos los días. Y debe de cumplir los diecinueve años, ya mismo.
- Si que es guapo, si.
- Así que sabes quien es. Eso quiere decir algo. - Laida se sonrojo un poco
- Vale si, tienes razón me he fijado en él. Pero solo un poquito.
- Para él también esta siendo duro. Os podéis dar apoyo moral. Bueno moral o espiritual. Que ahí yo no me voy a meter.
- Calla, no digas eso.
- Cuando acaben te lo presento.
- No, ni se te ocurra. ¡Que vergüenza!
- Y si te los presento a todos. Así no se nota tanto. Y así luego te acercas y hablas con ellos y con él.
- Ya no sigas. - empezaba a ponerse nerviosilla - ok, pero a todos. Pero que conste que lo hago por mi hermano. Que lleva un par de días diciéndome que no vayamos a comer con ellos. - me empecé a reír
- ¿Qué?
- Nada. Yo no digo nada
- ¿Bea?
- Hay que ver que esfuerzos hay que hacer por los hermanos. - dije burlándome

A todo esto ya había acabado la primera mitad e iban perdiendo 22 a 12. Menuda paliza les estaban dando. Se les notaba que tenían más experiencia.

Llevaba un tiempo teniendo curiosidad por saber de que era ese libro que siempre le acompañaba.
- Tengo una curiosidad - le dije
- ¿Sobre que?
- Sobre ese libro. Vas con el a todos lados. ¿De que trata?
- ¡Ahh! No es una novela. Es de derecho civil.
- Grr. Suena divertido. - le dije en tono sarcástico
- No te creas, eso pensaba yo. Mi padre me había estado presionando par que estudiara derecho, pero a mi no me gustaba. En realidad, tampoco ninguna otra cosa. Por eso me matricule en septiembre. Antes del accidente, incluso pensé en dejarlo. Pero no se, desde que paso,... ya sabes. Lo he visto claro. Quiero ser abogada. Quiero limpiar las calles. - dijo con una media sonrisa
- Eso está bien. Ya se a quien tengo que llamar cuando tenga problemas con la ley

La segunda parte fue un poco mejor consiguieron remontar hasta 40 a 35, pero se les notaba la poca practica. Los del otro equipo llevaban más tiempo jugando juntos y más tiempo en la clínica. Había alguno que llevaban allí casi un año, por accidentes graves o con enfermedades degenerativas y algunos ya habían estado ingresados en varias ocasiones con recaídas. Todos ellos eran personas luchadoras y que no cesan en su intento. Para ellos la fortaleza y la lucha era parte de su rutina diaria. Y nada ni nadie les podían parar.

Cuando el partido acabo, cumplí mi promesa de presentarles a los chicos. Ella les saludo amistosamente. Seguiría siendo difícil para ella el camino, pero al menos ahora ya se había puesto en marcha.

Me he inscrito en los premios Wattys2015, me vendrían bien que os animarais a dejarme vuestros votitos. Gracias de antemano.

Te esperaré al final del camino [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora