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Decir que Layla estaba borracha era poco, tal vez no había sido buena idea hacerle competencia a un vampiro original, el cual tiene resistencia que la bruja no tenía.
—Uno, dos, tres.
Cuando termino de contar, Kol y Layla tomaron del pequeño vaso donde el mesero habia servido tequila. Ya era como la sexta vez que tomaban y la chica empezaba a ver borroso. El liquido le quemo la garganta y tiro la cabeza para atras para ayudar a bajar el contenido, y una vez termino, puso el vaso en la barra lo mas rapido que pudo y subio los brazos cuando se dio cuenta que le habia ganado a Kol.
Klaus veia a su novia con una sonrisa, cada tanto reía de las cosas sin sentido qué decía.
—¡Eso no vale!—Se quejo Kol—Mejor ire a buscar comida.
Layla se burlo de el a medida que se iba, sabiendo que la escuchaba, luego se dio vuelta para mirar a Klaus. El la vio con adoración mientras ella se posaba entre medio de sus piernas y abrazaba su cuello, acercó su rostro al de el y miro con deseo sus labios. Una sonrisa traviesa aparecio en el rostro de Klaus al verla tan deseosa de el.
—Te amo ¿Lo sabes no? Te amo mucho mucho— No era la primera vez que Layla le decia lo mucho que lo amaba, ni la segunda pero siempre calentaba el corazon de Klaus el escucharla.
Ella procedio a darle un largo beso uniendo sus labios con hambre, Klaus la atrajo a el poniendo sus manos en la cintura. Sus pechos se tocaron y Klaus no necesito mucho para empezar a besar su mandibula.
Sin embargo, Layla puso un dedo en los labios de su novio, tambaleando para atrás. Una sonrisa torcida se revelo en su rostro pero fue reemplazada por palidez.
—Hum, creo que ire al baño.
Klaus siguio a Layla para sostener su cabello mientras ella vomitaba en el retrete.
—Nunca vuelvo a tomar—Klaus solto una risa, sabiendo que era falso.
—Si, cariño.
Sin embargo, Klaus sintio un dolor en el pecho, causando que Layla lo mirara confundida.
—Kol.
—Ve, te alcanzare.
Una vez que Klaus se fue, Layla volvio a expulsar el vomito de su estomago, no supo cuando pero cuando estaba por levantarse, algo golpeo su cabeza, dejandola inconsciente.
Cuando volvio a despertar, estaba dentro de un pentagrama, Esther y Finn estaban ahi, se sento de manera lenta ya que no sentía sus poderes al maximo y debía tener precaución.
—¿Que hago aqui?
Esther sin mirarla, le respondio.—Veras, para poder redimirme, debo volver humanos a todos y despues Finn se sacrificara. Tu estas aqui por esto mismo, tu linea de sangre es la más poderosa de las brujas, entre tu y las Bennet, tengo asegurado todo.
Layla suspiro temblorosa, nego con la cabeza. —No te ayudare a matarlos.
—No necesito tu coperacion, tu sangre ya lo hace todo.
Sin decir nada mas, tomo una de sus manos y la apuñalo con un cuchillo, dejando que la sangre callera al suelo.
—Ahi vienen.
—Tranquilo, no pueden pasar.
De un tirón, Esther la tomo del cabello y la hizo parar delante suya. El mundo se veia borroso a los ojos de Layla, su cuerpo se sentía pesado, como si estuvieran absorbiendo su vida.
Elijah, Klaus y Kol se hicieron presentes. El hibrido estaba histérico, la habia dejado por un minuto y su madre se la habia llevado. Estaba furioso.
Y atemorizado. Si le sucedia algo a Layla, no sabría que haría.
—Sueltala madre, ella no tiene nada que ver.
—El hecho de que una bruja este con una abominación como tu, hace que este involucrada. Es una vergüenza para la naturaleza.
—¡Sueltala!
Esther no contestó, Layla no iba a dejar que la usara para matar al amor de su vida.
—Una vez los mate a ustedes, ella dejara de servir y también la matare.
La respiración de Layla se atoro, sabiendo de lo que tenía que hacer, miro a los ojos a Klaus, ambos pares estaban cristalinos, sabiendo que era su fin.
—No, no.
El susurro de Klaus no se hizo esperar al saber lo que pasaba por su mente.
—Te amo—susurro Leyla con los ojos brillosos. Luego miro la otra mano de Esther, donde estaba un cuchillo que habia utilizado antes para cortar su mano.
—¡No!
Layla de un arrebato le saco el cuchillo y lo guio a su estomago, lo clavo lo mas que pudo sacandole un jadeo por el dolor. Cayo de rodillas frente a Klaus, que se arrodillo frente a ella sin poder tocarla por el hechizo.
—¡Hermanas no me abandonen!
—Mirame, mirame.
El cuerpo de Layla se desplomo para el costado, cayendo sobre el duro suelo. Derrepente las llamas se apagaron y Esther y Finn desaparecieron.
Klaus se acercó a toda prisa a Layla, poniendola en su regazo, la abrazo con sus brazos mientras veia la cara de su novia agonizar, su labio empazaba a ensuciarse con sangre y su respiración relantizaba.
Klaus miro sus ojos cerrar y entro en pánico, mordió su muñeca y la puso sobre su boca.
—Vamos, bebe. Te prohibo dejarme.
Los ojos de Layla sin embargo, no abrían, las lagrimas de Klaus caían sobre su piel. Era agonizante ver a su novia de aquella manera, sin vida.
—Nunca te dejaría.
Su susurro fue leve pero fue lo suficiente para que los vampiros la escucharan, Klaus volvio a respirar con tranquilidad.
—Nunca vuelvas a hacerte la heroina.
—Son cosas que se me pegan de Elijah cuando estoy cerca.
Los presentes se rieron y por fin Klaus y Layla se fundieron en un beso, alegres de estar vivos.
—Esto no termino, matare a Damon, a Stefan, a todos, que Elena se olvide de tener futuro.
