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—Saca eso de frente mio antes de que vomite.
Adam puso un plato de sushi en el escritorio, burlandose de la cara asqueada que tenía su compañera. Riley estaba resetada con un medicamento que le daba nauseas continuas, todo debido a una bacteria que se había contagiado del exterior.
—Es que, no tiene sentido, todo te hace asco.
—Es por el medicamento—No había trabajo, así que estaban todos en sus escritorios haciendo papeleo. Erin sonrió al verla empujar con su lapiz la bandeja con comida, con cara palida.
Adam volvió a probar suerte empujando nuevamente la bandeja, causando que Riley mirara al costado intentando concentrarse en otra cosa que no sea la comida con olor feo. Cerro los ojos en el intento de dejar de sentir su estomago tan revuelto.
—Adam—Lo llamó Jay sin despegar su vista de la hoja que estaba leyendo.
—Pareces embarazada.
Tal vez la comida no lo causo pero llevo la palma de su mano a su boca y se levanto rapido de su silla, caminando a paso firme hacia el baño con la maxima velocidad que podía.
—¿No conoces el limite?—Le dijo Erin al ver a Jay ir tras su novia, sabiendo el problema que tenía com vomitar. Era el tipo de persona que terminaba llorando por los nervios por saber que iba a vomitar.
—Estaba jugando, no pense que vomitaría enserio.
Dentro del baño, Jay se encargaba de sostener el cabello de Riley, quien estaba apoyada en el retrete, llorando por vomitar y por la falta de higiene en lo que estaba haciendo.
—No puedo, voy a ahogarme.
Jay suspiro, era una conversación habitual desde que habia comenzado a tomar la medicina. El siempre la sostenía porque al terminar quedaba debil y cansada, asi que se dedicarle a darle palabras de aliento hasta que dormía.
—Vas a estar bien, respira lentamente. No deberías estar trabajando, Voight te dio la semana.
—Me aburr—Jay dejo una caricia en su cabello cuando volvio a vomitar.—Voy a matar a Adam.
—Es tu hermano.
—No me importa, siempre quise ser hija unica.
Jay sonrió al escucharla, eran comunes las peleas entre los hermanos Ruzek, tenían la misma edad y se podría decir que Adam ascendió por Riley. Voight tenía mucha estima en ella, hasta podría considerarse su protegida.
—Te llevare a casa.
Riley se dejo guiar por Jay hasta los escritorios.
—Oye te ves horrible—Le dice Adam.
—Si por tu culpa— Le reprocha Antonio, Ri le dio una sonrisa suave antes de dejarse abrazar por los brazos de su novio y bajar las escaleras de manera lenta. El camino a casa se baso en escuchar a Jay hacer una lista de las cosas que faltaban en la cocina.
—No vamos a comprar brocoli.
—Es sano.
—Soy alergica.
—Riley, no mientras.
—Como desearia ser alergica al brocoli—Resoplo mirando por la ventana.—Ya se lo que le haré mañana a Adam.
Jay puso su mano en el muslo, acariciando la piel blanquecina y apretando su carne. Sin dudas a Jay le encantaba sus muslos, eran su parte favorita, después de sus ojos.
—¿Que le haras?
—Es un pequeño regalo.
La sonrisa traviesa de Riley le hizo sonreír a Jay, que bajo del auto para abrirle la puerta a su novia y ayudarla a bajar al verla mareada.
—Seguro le gustara.
Los siguientes días Riley no trabajo, su condición seguia igual y vomitaba al menos cinco veces al dia. Jay le sugirió ir al MED pero ella era alguien terca y le dijo que cualquier cosa le hablaría a su hermano.
El lunes fue el primer dia que volvió al trabajo, camino feliz hasta el escritorio fe su hermano, quien estaba sentado ahí, mirando sospechosa a su hermana.
—Te lo dejaron de abajo.
Sin decir nada mas, camino a su lugar y se tapo con un archivo para que no noten su sonrisa. Lo próximo que se escucho fue un grito que tranquilamente podría ser un grito femenino y la risa de Jay.
Las serpientes de juguetes no eran los favoritos de Adam.
