Manipulación Y Psicología Oscura

Capítulo 5: Mensajes subliminales

Un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción. Por ejemplo, puede ser inaudible para la mente consciente (pero audible para la mente inconsciente o más profunda) o puede ser una imagen transmitida brevemente y no percibida conscientemente y, sin embargo, percibida inconscientemente.
La gente ha estado usando mensajes subliminales para influenciar el pensamiento desde al menos los griegos en el 500 A.C. Emplearon un método llamado retórica. La retórica es un lenguaje cuidadosamente elegido que el orador utiliza para persuadir o impresionar a los oyentes.
La idea detrás de esta antigua forma de control mental es que las palabras e imágenes que vemos u oímos influyen en la forma en que pensamos.
Describir un lugar como un basurero conjura una imagen y un sentimiento diferente al de llamarlo un palacio. Al elegir palabras específicas para describir una idea o persona, podrían influir en la opinión de ese personaje sin decirlo directamente.
Este método de control se hizo popular entre los pensadores, políticos y poetas que lo siguen utilizando hasta hoy. Las películas y series de televisión de gran éxito emplean estos métodos con precisión científica.
Desafortunadamente, la audiencia a menudo ve el mensaje como falso o poco sincero.
Hay mucha diversidad en el mundo. Lo que inflama el odio de una persona puede no causar ninguna reacción en otra. Eso no ha impedido que la gente intente controlar a los demás con palabras. Nuestro mundo está lleno de cientos de países con miles de dialectos debido a la continua guerra de palabras y la lucha por controlar su significado.
Pero somos más parecidos que diferentes. Los humanos tienden a caer en patrones de pensamiento general, sin importar el origen nacional o la ideología política. Usar las palabras correctas en el momento adecuado puede persuadir a alguien a creer sin querer algo que de otra manera no creería.
En los últimos 2.500 años, el uso de la retórica y la iconografía para condicionar el pensamiento se ha vuelto más complejo. Los edificios religiosos y los santuarios realmente abrazaron la idea de que las imágenes pueden transmitir significado durante la edad media. En el siglo XX, la gente comprendió que respondemos a muchos estímulos sin siquiera notarlos.
Los mensajes subliminales son señales que pasan por debajo de los límites normales de percepción. Pueden transmitirse brevemente y se registran inconscientemente. Estas señales contienen información que sirve para controlar ciertas decisiones conscientes.
Este tipo de control mental fue el santo grial de los negocios y el ejército después de la Segunda Guerra Mundial. La oportunidad de controlar a alguien sin que se diera cuenta parecía un sueño febril. Pero los investigadores no tardaron mucho en descubrir los detalles de su funcionamiento.
En 1957 un investigador de mercado llamado James Vicary tuvo la idea de insertar palabras en una película. Eligió estudiar la efectividad de usar las palabras “Comer palomitas de maíz” y “Beber Coca-Cola”. Así que insertó un solo cuadro de cada frase en puntos estratégicos del largometraje.
Después de reportar un éxito abrumador, los comerciantes de todo el mundo comenzaron a participar en la acción. Pero los negocios no eran los únicos que buscaban controlar a la gente. Los militares americanos y rusos estaban muy interesados en los mensajes subliminales durante la Guerra Fría.
Las dos superpotencias invirtieron cantidades incalculables de dinero en la investigación de la eficacia de los mensajes subliminales y otras formas de control mental. Sus experimentos pasaron desapercibidos durante años antes de que se descubriera su tapadera. A pesar de muchos contratiempos, la investigación ayudó a establecer los métodos y a probar la fiabilidad de los mensajes subliminales.
Finalmente se reveló que Vicary inventó sus resultados en el cine. Pero eso no detuvo a los investigadores de negocios y del gobierno. Continuaron tratando de negociar los detalles de cómo y cuándo funciona la mensajería subliminal.
Hay tres tipos generales de mensajes subliminales. Cada uno funciona de manera diferente para lograr el mismo resultado. Estos mensajes a menudo incluyen un elemento sexual en un intento de evitar los centros lógicos del cerebro.
Mensajes Subvisuales: Estas son señales visuales que se muestran demasiado rápido para ser registradas. Este tipo también incluye imágenes que pueden ser vistas de múltiples maneras. Las de las películas y la televisión pueden mostrarse en cualquier lugar desde uno a unos pocos cientos de milisegundos. Un solo cuadro de una película es el límite exterior del rango efectivo de este método. Pero simplemente necesitan pasar desapercibidos en las imágenes impresas o fijas.
Estos mensajes son fáciles de identificar porque a menudo existen como una imagen fija u otro medio concreto. Los anuncios impresos en revistas y periódicos están llenos de imágenes subvisuales. La mayoría son de naturaleza sexual, aunque también hay ideologías religiosas y económicas.
Ejemplo: Las compañías de cigarrillos, los animadores de Disney y los productores de alcohol usan mensajes subvisuales constantemente.
Desde la forma del palacio del Rey Tritón hasta el color de los fumadores en los anuncios de Phillip Morris, las imágenes subvisuales están en todas partes.
Mensajes subaudibles: Son señales de audio que se insertan en fuentes de audio más fuertes como la música o la narración. Se basan en el poder del audio superpuesto para evitar que sean detectados. Cuanto más tiempo alguien escuche este tipo de mensaje, más efectivo se supone que es.
El ejército de los Estados Unidos experimentó ampliamente con esta técnica durante los años 50 y 60, pero finalmente la abandonó. Concluyeron que era ineficaz en el mejor de los casos y operacionalmente inútil en el peor.
Ejemplo: Esta técnica es común en los cursos de autoayuda y otros productos de potenciación. También fue utilizada durante el Proyecto MK Ultra por la CIA, donde pagaban a los médicos para ayudar a borrar los recuerdos. Los efectos no fueron mejores que los de un placebo, así que fue relegado a los infomerciales nocturnos.
Enmascaramiento: Son mensajes de audio que se graban al revés. Al reproducirlos normalmente, los mensajes suenan inocuos. Si se reproducen al revés, el mensaje se vuelve claro. No hay ningún componente de duración más allá de la necesidad de escuchar el mensaje completo.
Esta técnica sólo fue posible después de la invención y el uso generalizado del software de grabación de cintas. Se impuso rápidamente en la industria de la música ya que muchos artistas contemporáneos experimentaron con nuevas técnicas de grabación. Los cristianos fundamentalistas eventualmente se aferraron a esta idea a finales de los 70 y principios de los 80.
Las acusaciones de enmascaramiento satánico comenzaron a surgir a principios de los años 80. Los conferencistas cristianos advirtieron de los peligros de estos mensajes ocultos de Satanás en la música popular. Sus afirmaciones de que Satanás inspiró a Led Zeppelin a escribir “Stairway to Heaven” junto con otros músicos continúa hasta hoy.
Pero los fanáticos religiosos no son los únicos que creen en el poder de esta técnica. El fervor religioso despertó la curiosidad de los funcionarios del gobierno y el personal militar. Su investigación sólo mostró que tiene un efecto mínimo y no pudo encontrar ninguna evidencia de posesión demoníaca.
Ejemplo: Los Beatles incorporaron el backmasking en su álbum Revolver de 1966. Las canciones “Tomorrow Never Knows”, “I'm Only Sleeping” y “Rain” incluían técnicas de enmascaramiento. Los Beatles se convirtieron en el centro de la controversia sobre la técnica después de que Paul McCartney muriera y los oyentes descubrieran las palabras “Paul es hombre muerto, lo extraño, lo extraño, lo extraño” en I'm So Tired.
Después de décadas de investigación e incalculables miles de millones invertidos, no parecía haber un límite en el alcance de los mensajes subliminales, pero sí mostraba algunas debilidades y límites importantes en su aplicación. Por su propia naturaleza, los mensajes subliminales tienen un impacto mínimo en el comportamiento real.
Los cambios sutiles por debajo del nivel de percepción consciente tienen efectos sutiles. Son herramientas poderosas para dirigir el pensamiento, pero a menudo no tienen un impacto notable. Si el sujeto no tiene la motivación adecuada, puede que no funcione en absoluto.
Algunos estudios de imágenes cerebrales muestran que respondemos a los mensajes subliminales de manera mensurable. Los niveles de actividad cambian en el centro de procesamiento de emociones del cerebro, llamado amígdala. Los cambios también son visibles en la ínsula, el hipocampo y la corteza visual, que controlan la conciencia, los recuerdos y la visión respectivamente.
Esta técnica no implanta pensamientos y acciones en la cabeza del sujeto. En su lugar, guía o llevalos pensamientos y acciones en una dirección específica.
Esto limita severamente la efectividad de los mensajes subliminales.
La gente debe tener una necesidad: Para que los mensajes subliminales funcionen, el objetivo necesita tener el comportamiento adecuado. Esto limita el alcance general de esta técnica, pero aún así permite una gran versatilidad.
Sólo necesito apuntar a una necesidad que tal vez no sepan que tienen.
Si hay que empujar, puedo diseñar un estímulo para desencadenar la necesidad que quiero explotar. Esta es una práctica común en los mercados de belleza y de diamantes. Ellos diseñan una necesidad para su producto (para atraer parejas sexuales o retenerlas) y luego ofrecen su servicio para satisfacer esta necesidad. No importa que el producto sea un placebo, la gente termina comprando la promesa porque en el fondo quieren hacerlo.
Siempre habrá alguien que se niegue a aceptar una idea. Los individuos adversos o desinteresados en los estímulos pueden ser repelidos por un mensaje subliminal efectivo. Pero cuanto más desea el sujeto un bien o un servicio, más influyente es el mensaje.
Ejemplo: Los investigadores descubrieron que los participantes del estudio con imágenes de una bebida de marca tenían más probabilidades de elegir esa marca más tarde. El efecto fue estadísticamente significativo y reforzó la idea de que los mensajes subliminales funcionan.
Había limitaciones en cuanto a la influencia que tenía. El efecto era de alcance limitado y sólo era efectivo en personas ya preparadas para el producto. También encontraron que algunos participantes no cambiaban sus preferencias si tenían una fuerte aversión a la marca.