◈ Capítulo 1 ◈

4K 319 165
                                    

1|| Las consecuencias de tener gustos pendejos y fijarse en hombres aún más pendejos. ||

Nota: Los significados de las jergas mexicanas las dejaré al final del capítulo.

Tw: Este capítulo contiene una escena de violencia verbal.

The Heart Wants What it Wants - Selena Gomez.

Roberta:

Si tuviera la oportunidad de cambiar de lugar con Carrie en la escena en donde la bañan de sangre de puerco, lo haría sin pensarlo.

Así de miserable me sentía en este momento.

No esperaba que la noche del jueves terminara conmigo con un ojo morado, un brazo arañado y moreteado, el pelo alborotado como si me hubiese peleado con un oso pardo a puño limpio y pareciendo la representación exacta de la canción "La muñeca fea" de Cri-Cri.

Decirlo así se escuchaba terrible y la historia, desgraciadamente, era todavía peor, por supuesto, me gustaba superarme.

Si acaso existía una persona con más mala suerte que yo, entonces estaba dispuesta a hacerme su amiga e intercambiar anécdotas vergonzosas, esta vida llena de inconvenientes absurdos no podía recorrerse sola.

Lo peor del caso no era el silencio incómodo dentro de la camioneta con olor a calcetines sudados de Franco, no, era mi mente que me gritaba una y otra vez que la única culpable de todo, era yo.

<<Vaya novedad>> pensé.

Se suponía que sería una tarde y noche tranquilas.

Haría un pequeño y corto viaje hasta Harvard para observar a mi novio jugar luego de no verlo por casi dos semanas, después iríamos a cenar y regresaríamos a Watson para pasar un fin de semana largo, encerrados en mi pequeño apartamento. Él no tenía clases los viernes y si ganaba, entonces también se libraría del entrenamiento.

Pero todo se fue a la chingada porque el equipo de Franco no era tan bueno como Harvard, o bueno en general si se me permitía ser honesta.

Les arrastraron el culo y dejaron el marcador con un glorioso y gigantesco cinco a cero. Ni siquiera yo sabiendo ser buena perdedora, aceptaría con una sonrisa una blanqueada. Y si el número de goles era devastador, hubiesen visto las jugadas maestras que llevaron al disco hasta la portería de la universidad Mars una y otra vez.

Me dolió la derrota y eso que yo no estaba en el hielo.

Todo jugador de hockey universitario sabía que cuando se trataba de Drake Basil, el capitán del equipo de Harvard, o de Watson (la preciosa y perfecta universidad en la que yo estudiaba y jugaba) tenías que ser doscientos por ciento más vivo que con otros equipos, porque si no, perderías.

El año anterior el equipo tanto masculino como el femenil de Watson llegamos hasta la Frozen Four, el tercer año consecutivo en ser los campeones, y esta temporada al parecer Harvard no planeaba volver a perder.

¿Lo conseguirían? Quien sabía, pero estaba claro que la universidad Mars no llegaría ni a las semis.

Quizá me estaba comportando como una maldita, era la universidad de mi novio y él era el capitán, pero... yo no era una mentirosa, y respecto a su estilo de juego o sus compañeros de equipo, la verdad es que daban mucha pena.

Los niños de diez años tenían mejor control de los palos, que los jugadores de Mars.

¿Era su culpa? De hecho sí, fue de la pocas cosas que podía decir abiertamente que no eran la mía. Y todo porque no quiso venirse a Watson con Nash (mi mejor amigo y su examigo) y conmigo, ya que según, Watson Mace University era para presuntuosos y chulitos mimados con egos más gordos que sus cabezas.

Reforma los límites. On viuen les histories. Descobreix ara