Epílogo

777 64 13
                                    

Epílogo

Cinco años después 

—Chica, te está sentando fatal el embarazo.

Ashari no pudo más que lanzarle una mirada asesina a Poppy mientras Amirah le daba un codazo a modo de regaño porque lo último que necesitaba es que le recordara algo que era más que evidente. Le estaba sentando fatal el embarazo. Aún así, las ignoró para seguir comiendo el trozo de pastel de manzana que el marido de Poppy había horneado especialmente para ella y que la estaba ayudando a despejar esta niebla de su mente.

Ella adoraba a Malcolm.

Hacía muy feliz a su mejor amiga y la mimaba con deliciosos postres todos los días del año.

—¿Qué ha pasado ahora, Asha?

—¿Quizás Callum se olvidó de comprar tus alitas adobadas favoritas, o metió la cuchara en tu tarrina de helado sin permiso? —le preguntó Poppy, acariciando su propia barriga de embarazada. Su amiga estaba horneando a su tercer bebé en su vientre, y a Ashari no le extrañaría que éste no fuera el último. —Chica, sea lo que sea, estoy segura que lo solucionaréis. Fíjate que he empezado a pensar que haces todo este show para que mi marido te sirva tus pasteles favoritos sin sentirte culpable.

—¡Nena, no seas mala!

El marido de Poppy intervino desde la cocina, allí se encontraba con sus gemelos y la hija de Amirah horneando y decorando galletas de Navidad.

—¡Yo sé cómo tratar con mi amiga, bebé!

—Ashari, ¿no vas a contarnos qué ha pasado? —insistió Amirah una vez más, de forma calmada.

Las lágrimas de Ashari no tardaron en caer a causa de estas hormonas que la seguían traicionando y que habían sido la causante de que abandonara su hogar y viniera buscando refugio a la patisserie de su cuñado.

—Esta es tu cuarta fuga en un mes, chica.

—El pobre Callum debe estar como loco buscándote. —le recordó Amirah echando un vistazo a su teléfono, y, de pronto, hizo un gesto de sorpresa. —Fíjate, Soloviov me ha escrito para saber si sé algo de tí. Callum ha debido ya lanzar la alerta amarilla por todo Cherry Falls.

—¡Alerta amarilla! 

Su cuñado salió de la cocina con su mandil navideño y una mancha de harina en esa mejilla de color chocolate para mostrarles la pantalla de su teléfono dónde se veía la alerta amarilla que su esposo había enviado al chat grupal que tenian las tres familias y que proclamaba una vez más que se había fugado de casa con su bebé a cuestas.

—Asha, cariño, vas a sacarle canas verdes a mi chico. —le dijo, y se acercó a ofrecerle una galleta de jengibre en forma de árbol. —¿No quieres que te lleve a casa?

—Aún no, por favor. —respondió.

—Bebé, ¿y no hay galleta para mí? 

Pamela captó la atención de su esposo, descaradamente, así que éste no tardó en darse la vuelta e inclinarse a besar su boca dulcemente.

—Tú tienes algo mejor, nena. —le dijo.

—Oh, venga ya. 

—Mirah, no molestes a los tortolitos. —la regañó ella, y ésta sólo le sacó la lengua.

Mirah seguía siendo muy reservada con las demostraciones de afecto, aunque cuando su esposo era el solicitante del mismo y le exigía su dosis de romanticismo semanal, ésta se veía incapaz de negarle absolutamente nada.

A pesar de no demostrarlo tan abiertamente como ellas, Amirah estaba perdidamente enamorada de Soloviov, y no había manera de que no correspondiera a su amor.

#1 Amor Accidentado (Trilogía Cherry Falls) 🍒Where stories live. Discover now