Capítulo 4🍭

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—Chica, con tu permiso, voy a comprobar una cosa. —dijo la amiga de Asha Brown antes de acercarse a él y apretar el bíceps de su brazo izquierdo. —¡Parece un Action Man, pero es de carne y hueso! Oye, ¿sabes si tiene algún amigo soltero? —le preguntó. Aunque Asha no podía apartar sus ojos de él, de la misma manera, en que Callum no podía apartar los ojos de la mujer a la que había venido a reclamar. —Chico rompecerezas, ¿tienes algún amigo soltero?

—Poppy, él es…

—Callum O'Brien. —respondió. Ella le sonrió torpemente, se acomodó esas gafas de pasta negra con la mano, y se aferró al brazo de su amiga. —Es un placer, Poppy.

—Lo mismo digo, sí.

El repaso que Poppy le dio desde sus largas pestañas hasta las puntas de sus pies no tenía el mismo efecto que cuando Asha lo miraba como si deseara que la poseyera por entero.

Que la marcara y la hiciera suya aquí mismo. 

Ni siquiera, el mismo Callum entendía qué se apoderó de él esta misma mañana para besar ardientemente y devorar el sexo de una mujer que no conocía de nada, pero, que le inspiró una ternura y una pasión que le había hecho llevar su sabor en la lengua a todas partes. Algo iba mal con él. Eso estaba más que claro. Y, aun así, al llegar al hostal después de un largo día al servicio de su amigo Joe, Callum no pudo evitar preguntarle a la dueña acerca de la floristería Le Fleur. Y de la mujer que lo regentaba. Así que ésta después de un minucioso interrogatorio resolvió darle la dirección del apartamento de Asha Brown, no sin antes hacerle saber que tenía una magnífica puntería y que la vieja escopeta de su padre era su mejor amiga. Amirah, o así recordaba que se llamaba, le había resultado graciosa hasta el momento en que se dio cuenta que hablaba en serio, y de que mataría a quién atentara contra la integridad de alguna de ellas. De hecho, Callum tardó unos minutos en darse cuenta que la fotografía en la que Amirah salía en compañía de dos mujeres, la cuál se encontraba perfectamente colocada sobre el mostrador, eran Asha Brown y Poppy. El mundo era un pañuelo. Al parecer, las tres eran las mejores amigas, por lo que, las pequeñas confidencias estaban a la orden del día. Pues ésta no puso en duda su historia cuando le contó que Asha y él habían estado juntos esta misma mañana. Al contrario, lo miró como si conociera algún sucio secreto suyo, y no se detuvo hasta hacerlo sonrojar. Seguro que ella y Poppy estaban al tanto de lo que le hizo a su mujer en la trastienda de su floristería, y, lo cierto, es que tendría que vivir con ello. Además, si Callum estaba aquí era porque quería confirmar si lo que sintió al conocer a Asha no fue más que el producto de un extraño y caliente espejismo, o si, por el contrario, ella era la mujer que había esperado tantos años, y, así como había pronosticado, lo había sabido nada más mirarla a los ojos.

¿Podría, incluso, llamar a esto amor?

—Chica, no seas maleducada con los invitados.

—¿Quieres pasar? —le preguntó Asha.

—Sí, gracias. 

Su amiga Poppy fue la primera en entrar en el apartamento, lo que le permitió a Callum pasar pegadito a Asha Brown y deleitarse con ese perfume floral que parecía ir a todas partes con ella, pero, nada se comparaba con el fuego que abrasó sus entrañas al rozarse con esos enormes pechos que prendían su imaginación hasta el punto de que se imaginó a sí mismo corriéndose sobre ellos hasta quedar seco.

Santo dios.

Callum O'Brien quería correrse sobre esos pechos.

#1 Amor Accidentado (Trilogía Cherry Falls) 🍒Where stories live. Discover now