16/10/23

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LUNES




Ayer llegamos donde Sigma. Sus padres nos recibieron muy amablemente; no sé qué les dijo Sigma al respecto.

Nos fugamos de casa el jueves por la mañana. Karl vino con nosotros. Salimos de casa temprano, con la excusa de que debíamos llegar temprano para entregar un trabajo que habíamos olvidado dar. En lugar de ir al colegio fuimos a un konbini y nos cambiamos el uniforme por ropa más cómoda.

Teníamos todo lo que necesitábamos en nuestra mochila. En lugar de cuadernos llevamos  un par de mudas de ropa, comida, un encendedor, unas vendas, una linterna, este diario y dinero para los pasajes de autobús.

Ranpo estaba muy emocionado. Por primera vez desde hace un par de semanas realmente lo vi contento. Eso me pone muy feliz, Ranpo tiene una bonita sonrisa.

Fuimos a Kyoto en autobús. Decidimos quedarnos en un motel la noche, e ir a casa de Sigma el día siguiente. La verdad, fue complicado. De Yokohama a Kyoto tardamos como 7h viajando en el autobús, y luego otro tanto buscando dónde hospedarnos. Decidimos ir a un motel por cuestiones de dinero, creímos que sería más barato. Almorzamos barritas de cereal (sí, esa fue la comida que trajimos, sería sospechoso si trajéramos, qué se yo, ramen precocido o algo así) y luego dimos una vuelta por ahí.

Ranpo estaba muy feliz y lo miraba todo con ojos renovados (aunque seguía teniendo los ojitos cerrados según yo), y eso que él ya conocía Kyoto.

En fin, pasamos la noche en el motel leyendo y escribiendo, no podíamos conciliar el sueño.

Y agradezco que las paredes estuvieran insonorizadas. Me parece que había una parejita muy horny al lado.

A la mañana siguiente tomamos el tren y llegamos a Osaka. Sigma me mandó la dirección de su casa por mensaje y yo la anoté en una libreta. Luego borré el chat. 

Ah, y no trajimos los celulares.





Extraño a mamá y papá.

Diario de un Escritor Enamorado //Ranpoe//Where stories live. Discover now