Whispers of the Wisdom Witch: Tales of Life, Love, and the Shadows of the Soul

Choices

 Mientras caminamos por las sendas de la vida, los obstáculos pueden volverse cada vez más difíciles. Se vuelven grandes, pesados o confusos... A veces nos lastiman, llenándonos de miedo; nos hacen retroceder al volverse infinitamente altos, ocultando aquel rayo de luz que ilumina nuestro camino, dejándonos en las penumbras. Esa oscuridad nos rodea, llenando nuestra cabeza de innumerables posibilidades negativas sobre cómo podría resultar enfrentar aquel obstáculo, especialmente si nuestra luz guía, nuestro destino o meta, no se puede observar detrás del mismo. Creemos que seremos incapaces de superarlo, que no estamos hechos para esto, que nos equivocamos... Y sí, a veces los obstáculos que encontramos en nuestro camino son producto de nuestras malas decisiones, son causados por la ignorancia, la soberbia o el egoísmo de tener la razón o de no tomar las oportunidades cuando se presentan.

Son estas últimas las que más pesan al momento de superar un obstáculo en el camino, porque debemos lidiar con las malas decisiones (propias o como efecto colateral de otros dentro de nuestro núcleo personal), solucionar esos problemas convertidos en baches y pasar nuevas barreras para regresar a nuestro sendero correcto. Resulta desgastante cuando se tiene que invertir el doble de esfuerzo para lograr un objetivo. Esto suele causar mucho estrés, el camino se siente más largo, los objetivos se cumplen más lentamente, pero eventualmente lograrás superarlo. Debes confiar en que cualquier situación que estás enfrentando, por muy difícil y sofocante que sea, todo es posible de lograr. No existe nada que, con constancia y mucha fe, no se pueda lograr. Está bien aceptar cuando nos equivocamos; está bien querer cambiar, siempre y cuando tengamos en cuenta que nuestras decisiones pasadas no solo nos afectaron a nosotros, aquellos que son cercanos a ti y que guardan una relación íntima, ya sea familiar o por amistad, también resultan afectados por tus decisiones. En estos casos, debemos analizar de manera más profunda nuestras decisiones y el grado de daño que nuestros errores causaron a otras personas.

No vale lamentarse por el pasado; eso ya no puede cambiarse. Tampoco sanará echarle la culpa a los demás. Quizás las circunstancias nos obligaron a tomar decisiones erróneas, pero eso ya está en el pasado. Lo mejor que puedes hacer ahora es concentrar tus energías en reparar el daño causado a los demás y enderezar la ruta.

Cada obstáculo que enfrentemos a lo largo de la vida será muy distinto al anterior; unos serán más sencillos, otros necesitarán un poco de esfuerzo y otros serán tan complejos y altos que nos costará mucho superarlos. Tranquilo, todo estará bien al final; las respuestas siempre llegan para quien sabe esperar con paciencia. Verás esa luz al final del camino. Después de todo, lo último que se pierde es la esperanza.