𝑬𝑳 𝑻𝑬𝑴𝑶𝑹 𝑫𝑬 𝑺𝑬𝑹 𝑼𝑵𝑨 𝑴𝑨𝑸𝑼𝑰𝑵𝑨 𝑰𝑵𝑴𝑶𝑽𝑰𝑳

10 10 0
                                    

Esta premisa puede sonar un tanto curiosa o confusa para algunos de ustedes, pero esto se puede explicar con la siguiente afirmación que puede sonar como tesis de esta cartilla, y es que a veces "queremos hacer todo y a la vez nada", este hecho es algo que para muchos puede que nos haya pasado alguna vez; y dependiendo de cómo reaccionemos el posible resultado puede variar, pues para algunos este sentimiento puede resultar fatigante, para otros puede resultar en algo paralizante o para otros simplemente puede llevarlos a estar de noche mirando hacia el techo y preguntándose a sí mismos, ¿Acaso perdí mi rumbo? ¿Por qué ya no me encuentro a la hora de hacer lo que siempre me ha gustado? Pues sí, hay que admitir que en cierto grado nos da igual si esta situación nos llega cuando la gran mayoría de cosas por hacer son simple y puro compromiso al que nos sometimos por asuntos laborales o académicos, lo malo es cuando esto llega cuando esa mayoría es ocupada por actividades que sí nos gustaría hacer y que de hecho son aquellas que sin importar de qué también sean una responsabilidad, la haríamos con gusto.

Lo malo es cuando te enfrentas a aquella sensación, esa sensación en la que sientes que quieres hacer algo, pero te encuentras en un limbo bastante confuso; sientes que quieres hacer algo o por lo menos que deberías invertir tu tiempo en hacer algo más provechoso que simplemente ver pasar el día, pero al mismo tiempo no te sientes con el suficiente ánimo para hacer alguna cosa, cualquier cosa, llegando a pensar ¿Realmente quiero hacer esto?, ¿Por qué no quiero hacer nada, pero a la vez quiero hacer algo? Te sientes insatisfecho al ver que no tienes las suficientes ganas de hacer lo que siempre haces; no es porque ser un excéntrico ni alguien que tiene ínfulas de aspirar a un gran egocentrismo, pero como creador audiovisual y como escritor, me siento completamente invadido y derrotado cuando este estado anímico toca a mi puerta y me lleva a preguntarme ¿Qué debería hacer en este momento? ¿Debería escribir? ¿Debería trabajar? ¿Debería ponerme a estudiar? ¿A leer? ¿O simplemente me recuesto en el sofá hasta que toda la marea de mi mente se encuentre en calma? Y son en esos puntos en los que uno puede sentirse completamente consternado ante la realidad en la que me encuentro y en la que simplemente soy, pero, al final de todo, siempre habrá ese algo que te hará retomar el camino con naturalidad, puede que si tú que me está leyendo y que posiblemente se encuentra igual de estancado que yo en estos momentos, puede que no lo veas, pero sé que pronto estarás de regreso en el maravilloso y vagabundo andar por el sendero de las ideas y las concepciones intrínsecas que están pensadas solo para corazones con deseos de sentir y ser algo más que simplemente estar en el acto de ser y sentir.

Por ello, el acto presente de lo que se vive es siempre lo que vale la pena, a veces el no hacer nada también puede catalogarse como un éxito ante la vida, y esto es todo producto de que al final somos el resultado de nuestras propias culturas, pero hay algo que está presente en casi todos lados, sin importar la etnia, religión, lengua o costumbres que se tengan, siempre está presente para atormentar nuestra serenidad sin mayor contemplación que el de vernos sufrir en nuestra propia agonía interna de un fuerte resentimiento melancólico ligado con una pizca de perfeccionismo ego centrista, pues casi todos hoy en día nos enfocamos en trabajar, en ser productivos, y no lo digo solo por ser alguien especulativo, lo digo por la enorme fama e interacción que están generando los aparentes videos de "autoayuda" que se encuentran a lo largo y ancho de todo internet, están ahí simplemente para recordarnos una sola cosa, nos atormenta la idea de no ser tan productivos como esperamos, o más bien como nos gustaría ser para ganarnos el aprecio del mundo. Pues con esto dicho aquí va mi pregunta, desde que trabajas o te enfocas en ser productivo ¿Cuántas veces has salido a la calle con el propósito de desconectar? Y sabes de lo que hablo, no trates de hacerte el ingenuo, me refiero a cuantas veces has tratado de desconectar de forma genuina y simplemente salir a buscar inspiración que te motive a encerrarte de nuevo en tu oficina o cuarto, todo bajo la excusa de que estas "desconectando".

Sal a la calle, no busques un plan en específico; si es posible, has planes solo y no uses a tus amigos como elementos alimentadores de tu excusa productiva, prueba cosas nuevas y trata de comprender y percibir como es que realmente te sientes cuando lo que estás haciendo lo haces porque te nace, no porque lo debes hacer por compromiso o porque sabes que hacer aquella cosa te dará la gasolina suficiente para volver a engancharte a tus proyectos. Por ejemplo, en estos tiempos me he dado cuenta de lo horribles que son para mí las lecturas obligadas; siento como si automáticamente la obra no mereciera la pena, actualmente me está ocurriendo con la obra distópica de Aldous Huxley, "Un mundo Feliz", y debo admitirlo, me gusta bastante el libro y como se desarrolla la trama y de igual manera me resulta ingeniosa la forma de escribir de Aldous Huxley. Pero lo que realmente me sirvió para apreciarla mucho mejor, fue cuando olvide por completo que aquello era un deber que tenía que leer para posteriormente tener que hacer un examen detallado sobre dicha obra en mi clase de castellana, ahí fue cuando comprendí una de las cosas más valiosas para realizar cualquier cosa a la que me dedico actualmente, "Solo aquellas cosas que son percibidas como un pasatiempo son las que más hacemos con amor, y cuando hacemos el ejercicio y analizamos que hacemos las cosas del deber profesional con el estilo pasional amateur de un hobby, ahí es cuando comprendemos que tomamos la elección correcta". 

 

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.
La carencia de contemplaciónМесто, где живут истории. Откройте их для себя