𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑵𝑶𝑪𝑰𝑴𝑰𝑬𝑵𝑻𝑶, 𝑨𝑳𝑰𝑴𝑬𝑵𝑻𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑪𝑨𝑹𝑬𝑪𝑬 𝑫𝑬 𝑪𝑶𝑵𝑺𝑼𝑴𝑰𝑫𝑶𝑹𝑬𝑺

17 13 0
                                    

Ni libros, ni sabiduría, solamente personas llenas del deseo de tener una buena vida mientras caminan sin sentido. Recuerdo que hace unos días tuve la oportunidad de hablar con uno de mis maestros de colegio y hubo una frase que me llamó realmente la atención.

Justo me encontraba teniendo una charla reflexiva con él frente a diferentes aspectos de la vida y de la convulsa sociedad colombiana en la que habitamos, y en ese momento soltó aquella perla en forma de palabras cuando dijo "los jóvenes de hoy en día, no sienten el conocimiento. Ya no les gusta estudiar"

Debo admitir que me encanta sobre-pensar las cosas y también sé que eso puede tener sus cosas buenas.

Así mismo, quiero tomar punto de opinión ante un posible punto a favor por el acto de sobre-pensar los pensamientos intrusivos que tal vez son producto de sentirme conmovido ante la contemplación de haber captado un buen adorno de palabras que se cruzaron por mis oídos en un instante de profunda catarsis y mentalidad abierta.

Eso me ha llevado a dar paso en mi mente a una pregunta que me resulta llamativa, ¿Qué tan cierto es lo dicho en aquella frase? No se puede negar, el tomar este tema es algo que se debe tratar con pinzas y se debe ser prudente ante lo que se dice.

Admito que últimamente los jóvenes, son de armas tomar ante las posibles reacciones que se pueden interpretar por el mal tratamiento que se puede dar a un tema que a todas luces es complejo, pero de interés público, pero cuando al mismo público le conviene prestar atención a dicho tema para ganar sus cinco minutos de fama gratuita.

Por eso la moraleja es que debes ignorar a aquellos payasos y payasas que prostituyen sus ideas y costumbres para convertirlo en comidilla del tema de moda.

Pero ya retomando el asunto. Si se puede decir que es cierto que la juventud de hoy en día no tiene hambre de estudio; podemos atribuirle la culpa a muchas razones o factores de la sociedad misma como el culpable de aquello, pero ahora compartiré los argumentos para dar razón a dicha afirmación.

Para comenzar, se tomará todo con la idea de que las personas se han vuelto cada vez más expertos en procrastinar; si bien en el buen sentido puede tomarse la reflexión de que hemos aprendido a tomar consciencia de que no somos seres llenos de ansiedad y necesidad de trabajo, pues a ver, está bien que seamos seres con utilidad; vistos como homo fabers.

También debemos admitir que no somos autómatas que solo trabajan para producir con el fin vital de darle cura a la ansiedad de tener todo el check list de cosas por hacer completamente tachado.

Encima, somos personas que nos hemos vuelto sencillas, simples y mediocres. Se ha vuelto casi una costumbre, porque bueno está bien, se debe admitir ello; no todos queremos hacer siempre lo mismo.

De igual manera comprendo que se dice que se debe hacer una reforma ante cómo aprendemos y cómo impartimos conocimiento, pero por todo lo que es sagrado en esta vida, también tenemos que tener conciencia de que no siempre debemos hacer cosas que nos gustan, porque ¿Qué es la vida y la dicha de las cosas simples sin un poco de incomodidad en la misma?

Por tanto, el asumir con mediocridad las adversidades y retos incómodos a los que nos tenemos que afrontar solo puede llevarnos a un punto en donde nos sintamos cada vez menos útiles, llevando a posibles enfermedades mentales como la ansiedad y depresión producto de la falta de confianza ante las aptitudes del individuo.

Y si a eso le suma una actitud negativa que no es capaz de sopesar aquella carencia en cuanto de aptitudes se refiere, terminaremos con un menor índice de personas inteligentes, con un menor índice de personas creativas. Y al final se volverá complicado encontrar personas con un atributo difícil de aprender y/o inculcar desde la infancia, tener curiosidad.

Esto va a mi consideración fuertemente relacionado con la carencia de vocación que se vive en las nuevas generaciones. Donde el sentimiento por aprender se ha ido apagando producto a que lo que antes se consideraba como un conocimiento magistral que hacía merecer un gran reconocimiento académico.

Ahora, para los jóvenes está solo al alcance de un clic o con solo dar una orden a una inteligencia artificial; siendo honesto, no me molesta la idea de que esto sea un problema. Pues siento que negar esa parte de nuestra evolución como especie sería un actuar de necios.

Siento que el reto que realmente afronta la humanidad en este momento es encontrar en que destinar su intelecto sin la necesidad de gastar esfuerzos en aquellas cosas que son capaces de ser llevadas a cabo por una máquina.

Es ahí donde siento que es lo que les hace falta a los jóvenes de hoy en día, se debe enfocar más en lo que se puede desarrollar como "nuevo" o como "revolucionario" pero siendo completamente producto del ingenio humano. 

La gente se rehúsa a conocer, el conocimiento se ha vuelto un camino "obligatorio" pero son pocos los que lo siguen profundamente

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

La gente se rehúsa a conocer, el conocimiento se ha vuelto un camino "obligatorio" pero son pocos los que lo siguen profundamente. 

La carencia de contemplaciónTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang