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CAPÍTULO 23

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Lo mire con una sonrisa mientras él agarraba mi cabello entre balbuceos. Lo había extrañado tanto, que no quería separarme ni un segundo de su lado. Fue una semana eterna para mi y probablemente para kyle también lo había sido.

Saque mi mirada de mi pequeño, cuando divisé de reojo como lee se acercaba junto a Marco. Un amigo que quería presentarme hace algún tiempo y que kyle había conocido hace algunos días.

Ambos me sonrieron.

—Un gusto.—Sonreí y él dejo un beso en mi mejilla, ganándose la atención de kyle rápidamente —Soy olivia, pero creo que ya sabes eso.—Murmure con diversión y él asintió, sentándose enfrente mío.

—Soy Marco, pero también ya lo sabes.

—Y yo soy Lee, también ya saben eso.—Nos dijo entre risas antes de sacarme a kyle de mis brazos para poder sostenerlo él. Lo mire seriamente por un momento antes de volver a poner mi atención en marco.

—Lee, lleva hablándome de ti desde hace mucho tiempo. Incluso antes de que estuvieras aquí.. yo llegué a la escuela luego de que tú te fueras con tu familia. —Murmuro en un tono tranquilo. Su aura era tan linda, que me sorprendió. Era amable y simpático, eso era lindo.

Lo mire sorprendida.

—¿En verdad? Wow.. espero te haya contado cosas buenas sobre mi y que no te haya quedado una mala impresión. No suelo ser tan sociable, pero soy muy simpática.—Conteste con una ligera sonrisa. Lee nos ignoraba por completo porque toda su atención estaba puesta en jugar y tomarse fotos con kyle.

No había tenido la oportunidad de hablar o siquiera ver a noah, porque cuando llegamos del aeropuerto él ya no estaba en la casa. Eso me dolió, pero estaba acostumbradome a que las actitudes de noah, me dolieran. Ya no era algo nuevo y eso era lo peor. Que a él no le importaban nuestros sentimientos.

Y al verme bajoneada, Lee me invita a merendar y aprovecho para invitarlo también a marco, para que pudiéramos conocernos.

Pestañe varias veces intentando salir de mis pensamientos para prestarle atención a marco. Le sonreí cuando volví a la realidad y él me devolvió la sonrisa antes de hablar.

—Si, fueron todas cosas maravillosas sobre ti.—Me sonrió.—Como que te gusta cantar y la playa, eso es genial. Yo amo la playa también, pero no soy tan bueno en el canto.

—Yo tampoco, no creas que soy muy buena cantando porque no es así, solo me gusta. Me hace sentir viva la música y todo lo que tenga que ver con ella, desde siempre.—Murmure suavemente sin dejar de mirarlo. Era morocho y tenía ojos marrones. Era atractivo, no podía negarlo.

—Tendría que verlo.. O mejor dicho, escucharte.—Comento en referencia a mi canto.

Negué repetidas veces.

—No, no.. eso seria desastroso.

—Y divertido.—Propuso con diversión.

—Si, tendríamos que hacer una noche de karaoke y películas.—Opino Lee con una gran sonrisa.

Me reí.—Podríamos organizarlo. En verdad si seria divertido.

—Yo encantado.—Dijo marco.

—Genial, lo organizaremos. Sería muy pronto.. me muero de ganas por escucharte cantar.—Murmure con una gran emoción —¿Y llevaras la guitarra?—Le pregunte con una sonrisa.

—Si, por supuesto.—Sonrió.—Kyle queda super calmado cuando toco la guitarra, tienes que verlo. Es mi mini fan.

—¡Si! Eso es verdad.—Chilló Lee sin borrar su sonrisa.—Él queda super hipnotizado escuchándolo y el otro día incluso, se durmió.—Me contó con gran emoción.

—Oh.. que lindo..