09 de julio de 2016, Meyshell Bruce
Últimamente había estado muy estresada, algunos escritos no fluían, o tal vez eran mis ideas las que no fluían, pero Anthonny siempre estaba ahí para levantarme el ánimo, y decirme que no me diera por vencida, que algún día toda la frustración que estaba sintiendo se convertiría en felicidad y que mi gran esfuerzo valdría la pena.
-Ya sé que te hace falta -dijo Anthonny tomando mi mano y poniéndome en pie junto a él.
-¿Qué? -pregunté desconcertada.
-Necesitas relajarte, distraer tu mente y ya verás como todo va fluyendo, además... hizo una pausa antes de continuar-hoy es un día muy especial.
-¿De qué hablas, mi amor? ¿Qué día es hoy?-pregunté con cierto enojo hacia mi misma.
-Sábado -respondió sonriendo.
-Fecha, ¿qué fecha es hoy?-pregunté aún más desesperada.
-9 de julio-Thonny sonrió.
-¡Oh no, como pude olvidarlo! -solté irritada.
-Felices tres meses, reina de mi vida -Thonny se acercó a mi boca y la besó.
-Lo siento, lo siento, no quise olvidarlo, de verdad lo siento -me disculpaba como una niña chiquita.
-Tranquila mi amor, sé que has estado muy concentrada en lo tuyo y por eso me encargué de todo -me regaló una sonrisa picara.
-Ahora me siento peor -dije escondiendo mi cabeza en su pecho.
-Pues ya deja de sentirte así, eso le puede pasar a cualquiera. -Mejor arréglate que te voy a llevar a cenar -me animó.
-¿ A cenar, a dónde? -interrogué.
-Ya lo verás chiquita -guiñó un ojo.
Estábamos en mi casa por lo tanto solo tuve que subir, darme un baño, vestirme y maquillarme un poco.
-Ya estoy lista, mi amor -avisé a Thonny al bajar.
-Quedaste más preciosa de lo que ya eres -halagó.
-Gracias mi amor.
-No hay de qué, corazón -musitó.
Tomé mis llaves y salimos. La casa había quedado sola, ya casi nadie permanecía en ella, mi papá en su mundo, Jade se la pasaba trabajando y cuando estaba libre salía con Jhoan a algún lado, pocas veces nos encontrábamos todos juntos en ella.
[...]
Thonny se estaba alejando un poco de la ciudad, y eso me empezaba a inquietar. Quería saber de una vez hacia donde nos dirigíamos.
-¿Hacia donde me llevas? -pregunté levantando una ceja.
-Déjate sorprender, mujer - dijo en un tono chistoso.
-¿Harás algún sacrificio conmigo?
-Por qué no, contigo me darían algo muy bueno a cambio -chistó.
-¿Qué pedirías? -pregunté entrecerrando los ojos.
-Yo pediría a una mujer de ojos negros, alta, con el cabello largo negro, y unas enormes curvas. -carcajeó mirando hacia el volante.
-No me causa gracia -le lancé una mirada fulminante.
-JAJAJAJA, ¿Por qué no? -seguía riendo.
-Porque no -respondí, haciéndome la enojada.
-¡Ay mi amor! Ya sabes que no me gustan pelinegras. -intentaba convencerme de que lo dicho anteriormente no era cierto.
-Jumm, no sé. -dije volcando los ojos.
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LA TRISTE HISTORIA DE UNA NOCHE
Short StoryHay cosas que nunca se logran reparar, también hay otras que nunca podrás llegar a resignar, solo las logras aceptar, si así lo quieres, si eres capaz. Jade intenta sobrellevar a su hermana Meyshell, una estudiante de literatura que podría llegar a...