Capitulo 2: Sombras en el atardecer

1 0 0
                                    

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando Emily alcanzo la cima de la colina maldita. Estaba agotada por la empinada subida y la tensión que la había acompañado durante todo el día. La mansión se alzaba imponente ante ella, sus paredes de ladrillo cubiertas de hiedra retorcida que parecía tener vida propia.

El viento soplaba frio, y Emily se estremeció al notar que la temperatura parecía descender repentinamente en la cima de la colina. Saco un cuaderno de su mochila y comenzó a anotar sus primeras impresiones. La atmosfera en aquel lugar era opresiva, como si el aire estuviera cargado de secretos oscuros.

Se acercó a la entrada principal de la mansión, una puerta de madera desgastada por el tiempo y el abandono. Antes de cruzar el umbral, Emily observo a su alrededor, como si esperara ver algo moverse entre los arboles cercanos. No vio nada, pero el silencio que reinaba en la colina era perturbador.

Al entrar en la casa, Emily sintió un escalofrió recorrer su espalda. El interior estaba en ruinas, con muebles rotos y polvo que cubría todo. A través de las ventanas rotas, la luz del atardecer se filtraba, creando sombras danzantes en las paredes. Era como si el lugar estuviera respirando, como si las sombras mismas estuvieran vivas.

Decidió explorar la planta baja primero. Paso por salas vacías y pasillos oscuros, su cuaderno siempre listo para capturar cualquier inspiración que pudiera surgir. A medida que avanzaba, la sensación de que no estaba sola se hacía más fuerte. Escuchaba susurros inaudibles en el viento y crujidos misteriosos que parecían venir de las profundidades de la casa.

En una de las habitaciones, Emily encontró un espejo antiguo que reflejaba su imagen pálida y asustada. Cuando se acercó para examinarlo vio una sombra moverse detrás de ella en el reflejo. Se giró bruscamente. Pero no había nadie allí. Solo estaba ella y el eco lejano de su propia respiración.

La noche caía rápidamente, y Emily sabia que debía encontrar un lugar donde pasar la noche en la casa. A pesar de los escalofríos y de las sombras que parecían acecharla, no podía evitar sentir una extraña fascinación por el lugar. ¿Qué secretos ocultos habría en las habitaciones de arriba? ¿Qué historias atormentadas habían dejado su huella en aquellos muros?

Con determinación, Emily subió la escalera hacia la planta superior de la mansión, sin saber que lo peor estaba por venir.

La Casa en la Colina Maldita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora