- No me importa si piensas que aún no tengo la edad suficiente, ¿Podrías amarme de una vez? - sonreíste maliciosamente montándote encima del pelinegro - Quiero hacer estallar tu dulce corazón de chicle...
• Inspirada en la canción de MARINA - BUBBL...
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Capítulo 17 Es mío . . .
12 de enero de 2007 - S•S Motors 16:57pm
Estabas molesta, muy muy molesta.
— Porque carajos ella viene tan seguido — chasqueaste la lengua mientras veías a shinichiro cerca de la peliroja.
No entendías como shinichiro no se daba cuanta de las intenciones OBVIAS de kaori, de la forma en que lo buscaba y se le acercaba.
— Mojigata.... — susurraste
Tu celular vibro, y lo revisaste. — Un mensaje de numero desconocido?... — musitaste y con curiosidad lo abriste leyendo el contenido.
No voy a intentar ligar contigo porque hoy no tengo ganas de quedar con una chica guapa... ¿tienes algo que hacer mañana?
Attle: Rindou - -
No pudiste evitar soltar una risilla ante el mensaje, que clase de frases ligonas eran esas.
¿Como conseguiste mi número? -_-
Enviaste el mensaje y después de unos segundos recibiste otro.
Tengo contactos, entonces ¿mañana a las 9am?
Voy a clases imbecil, ¿porque saldría con tigo?
Entonces paso por ti a las 12:30pm, preparatoria kanagawa cierto?
Te dije que voy a clases, no lees???
Y no hubo más respuesta, ¿que acababa de pasar?. Te tensaste y sujetaste tu rostro tratando de relajarte.
Los hermanos haitani, ya habías escuchado de ellos se decía que a la hora de pelear les encantaba oír los gritos de sus contrincantes, mientras rompían o dislocaban extremidades. Ambos habían pertenecido a la Generación S62, una pandilla conocida por su brutalidad de combate y violencia.
De alguna forma podías comprender como rindou supo de tu posición en la Toman, pero aún así sentiste que su forma de ser no compaginaba mucho por cómo se portaba con tigo.
— ¿Generación de la brutalidad? — musitaste — Mi trasero
Shinichiro que te observaba desde hace ya un rato, noto tu distracción en el celular. Wakasa ya le había informado del rompimiento, así que pensó que tal vez te darías por vencida con todo el asunto de ganar experiencia.
Una vez cayo la noche, cerraron el local. Miraste de mala gana a kaori que caminaba junto a shinichiro, todo el día detrás de él.
