11. Noche de revelaciones

54 5 1
                                    




+------------------------------------------------------+

+------------------------------------------------------+

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

+------------------------------------------------------+




—¡Pueden decirme alguien dónde está Jackson y por qué no vino a la práctica!— Stiles y yo miramos a Scott. El entrenador tenía cara de querer matarnos hoy.

—¿No te dije que lo vigilaras?— el pelón le susurró a Scott.

—¡Stilinski! ¿Jackson?

—Lo siento, entrenador, no lo he visto desde la última vez.

—Oh, ¿Y cuándo fue eso?

—La última vez... fue la vez que lo vi por última vez.

—Sí, oye Danny, dile a Jackson que no falte a las prácticas antes del campeonato, ¿sí?

—Sí, claro.

—Igual para todos. Debería ser profesional— se encerró en su oficina.

—Lo siento, solo conseguí dos para mí— los chicos intentaban convencer a Danny de obtener boletas.

—¿Y ya tienes una cita?

—Estoy en eso...— me di la vuelta al sentir a alguien a mis espaldas. Para mi no agradable sorpresa, era Isaac.

—Escucha, si nos das los boletos y dedicas tu vida a la abstinencia...— Isaac me hizo a un lado con cuidado para tomar a los dos chicos de las camisetas.

—¿Cómo logran sobrevivir? Perdedores— pellizqué el cuello de Isaac y él los soltó.

—Lo dice el perdedor que fue vencido por una mujer sin poderes sobrenaturales— me crucé de brazos. Isaac hizo una fina línea con sus labios evitando insultarme. Stiles sonrió de medio lado sin que nadie lo notara. Excepto yo.

—¿Qué podemos hacer? Nadie quiere vendernos— Isaac miró al frente pensando.

—Espérenme acá— palmeó la espalda de Stiles y se acercó para golpear a dos chicos que estaban intercambiando boletos.

Bien. Otro daño a los vestidores pero ¿a quién le importa? A nosotros no, porque claramente tenemos mucho dinero para pagar daños.

—Disfrútenlas— se las entregó a cada uno.

—Felicidades, tienen boletas. Ahora a entrenar— les pasé sus cascos en sus abdomen sacándoles un poco el aire y salí al campo.

Dado que el entrenador estaba en sus días, asumí la responsabilidad de liderar el entrenamiento, lo cual resultó ser una oportunidad ideal para ponerlos a prueba con ejercicios físicos exigentes. Aunque podían estar en buena forma, todos tenían sus límites, y me esforcé al máximo para desafiarlos. Es bien sabido que los hombres suelen estar dispuestos a enfrentar cualquier desafío físico, y este no fue la excepción. Sin embargo, con Stiles, decidí ser un poco más comprensiva.

PRAGMA - Stiles StilinskiTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon