Capítulo 8

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Lucas

Muy pocas veces he sentido esta sensación, es como si cogieran un cuchillo y te lo clavaran en lo mas ondo de tu alma, sentirse destrozado al ver a una persona en un estado tan... crítico si se puede llamar asi.

Mi mundo se vino abajo al observar a una Emma fuera de control en el piso del baño, estaba tan palida, jadeaba fuertemente, su cuerpo no paraba de temblar y sus ojos estaban completamente cerrados.

Corrí rápidamente hasta tumbarme a su lado, se veía tan pequeña e indefensa, me sentía el hombre mas miserable del mundo, por mi culpa ella esta en este estado.

—¡¿Emma me escuchas!?—tome su rostro con mis manos y aparte las gotas de sudor que corrían por su delicado rostro.

—¡Venga Emma reacciona! —ella comenzó a toser y pude notar los acelerados latidos de su corazón.

—No puedo respirar —dijo con voz estrangulada.

—Lo se cariño, ahora mirame —le digo suavemente acunando su rostro pero al ver que no funciona mi mente viaja a unos de los temas de nuestro proyecto que se trataba de los ataques de pánico, me dispuse a imitar las indicaciones para solucionar este problema.

Me levanté del suelo serciorandome  de que Emma estuviera bien colocada y corri rapidamente hasta llegar a los lavabos donde moje mis manos, volvi a correr hasta estar a su altura.

Paso mis manos mojadas por su rostro y le grito—¡Mirame Emma! —me sorprendo al ver que funciona, Emma abre lentamente los ojos aun jadeando y temblando, la tumbo encima de mi y comienzo hacer lo que indicaba en el proyecto. Acaricio lentamente su rostro y le hablo fuertemente al oido.

—Eso es, abre tus ojos, ahora intentarás respirar conmigo.

—No puedo.... no puedo respirar, siento que me estoy ahogando.

—Se que te cuesta pero lo vamos a intentar juntos, imagina que estas en un campo lleno de flores, estas tumbada en el suelo admirando el hermoso cielo por donde pasan los pájaros, puedes respirar y sentir ese olor a naturaleza y paz —poco a poco sus jadeos disminuyen y su respiración es mas calmada.

—Eso es, ¿lo sientes no? Estas en medio de la naturaleza, rodeada de flores y de una paz inmensa ¿puedes sentirlo?

—Mmm, si, lo siento... puedo respirar mejor —me dice en un tono bajo.

Observo su rostro y veo como los colores vuelven a el.

—Asi es, puedes respirar mejor, ahora respiraremos pausadamente, vamos a exhalar e inhalar, lo haremos juntos, ambos estamos en ese campo.

—Vale —responde aún con voz entrecortada.

—A la cuenta de uno, dos y tres... —inhalamos y exhalamos al mismo tiempo, nos mantuvimos asi un par de segundos hasta que su respiración se calmo por completo. Ella cierra los ojos y me abraza fuertemente.

—Tranquila estoy aqui, estare contigo, no te preocupes —le correspondo el abrazo rodeándola con ambas manos y acariciando su cabeza.

Por fin pude suspirar de alivio, si le hubiera pasado algo a Emma nunca me lo habría perdonado. Asi nos mantenemos unos segundos hasta que ella corta nuestro abrazo levantandose rápidamente de encima de mi y poniéndose de pie, la miro a los ojos y veo que esta completamente conciente. Su expresión es de furia, enojo, no se explicarlo... me levanto y me pongo a su altura.

—Ten cuidado, te levantaste muy rápido —le digo aun mirando si esta bien.

Me acerco y ella me da un empujón hacia atras, no es tan fuerte debido a que aun esta muy débil, yo me quedo atónito mirándola.

Vidas entrelazadas Where stories live. Discover now