𝐀𝐏𝐇𝐑𝐎𝐃𝐈𝐓𝐄︴"Soy una mujer que sabe
lo que quiere y como conseguirlo".
Athina Steele, esta mujer ha sido admirada y deseada por muchos, siendo el sueño de quienes la rodean. Es ampliamente considerada como el epítome d...
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𝐸𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟...
“La conexión entre ellos se volvió palpable, y sus rostros se acercaron lentamente, la tensión acumulándose en el aire bajo la lluvia. Estaban a punto de sellar el momento con un beso cuando el lobo blanco interrumpió con un ladrido, haciendo que se separaran abruptamente, sintiéndose un tanto avergonzados por la situación.”
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Avanzaron hacia la iglesia, eliminando a los lobos mutantes que habían reaparecido en su camino. Leon los abatió con un certero disparo de su escopeta, demostrando que no estaban dispuestos a perder tiempo.
Al llegar a la iglesia, colocaron la llave en la puerta, que se abrió de inmediato. Athina y Leon entraron en la oscuridad del edificio.
—¡¿Ashley Graham?! Venimos a ayudarte. —gritó Leon, pero el eco de su voz fue la única respuesta que obtuvieron.
Decidieron dividirse para investigar el lugar más rápido. Athina encontró una extraña pieza de color azul, mientras que Leon halló una pequeña llave y una palanca. Con un tirón de la palanca, abrió un nuevo rompecabezas. Athina se acercó a un tablero con piezas de vidrio, que correspondían a las que ella tenía. Colocó la pieza azul en su lugar y comenzó a armar el vitral, encajando cada pieza con precisión hasta que todas se ajustaron perfectamente.
Las piezas del vitral encajaron a la perfección, y una vez completado, los colores del vidrio comenzaron a brillar hermosamente, creando un juego de luces y sombras que llenó la iglesia con un aura mágica y celestial. Los tonos azules y rojos se reflejaron en las paredes, y los rayos de luz filtrados a través del vitral pintaron un impresionante cuadro en el suelo de la iglesia.
Leon miró a Athina con admiración, impresionado por cómo parecía un ángel bañado en la luz multicolor del vitral, creando una imagen deslumbrante en medio de la oscuridad de la iglesia. La belleza del momento hizo que el corazón de Leon latiera con fuerza mientras contemplaba a su compañera.
La puerta que se abrió rompió el encanto momentáneo que había en la iglesia, y ambos agentes se dirigieron rápidamente hacia el origen del sonido. Subieron unas escaleras que los llevaron hacia el piso superior, sintiendo la urgencia de encontrar a AAshle.
Leon y Athina buscaron en la segunda planta de la iglesia, donde finalmente encontraron el teléfono roto de Ashley. La evidencia indicaba que la joven había estado en ese lugar, lo que les llenó de esperanza de que estaban cerca de encontrarla. El silencio reinaba en la iglesia, solo roto por el eco de sus voces mientras continuaban su búsqueda.
Leon, con cautela, abrió la última puerta que les quedaba por explorar. Con su arma en mano, comenzó a hablar con voz suave.
