18. The Trap

165 14 0
                                    

Yeji sacaba de su casillero los libros que ocuparía para las clases del día mientras los metía uno por uno en la mochila.

— Hola, Yeji. — Han apareció recargando su brazo sobre los casilleros. Yeji alzó la vista hacia él, pero solo bastaron unos segundos para que su rostro se transformara a uno de indiferencia.

— ¿Qué se te ofrece?

— ¿Por qué la agresividad? ¿No puedo ser amable contigo solo por una vez? — soltó un tono dulce fingido, mostrando su dedo hacia arriba. Yeji rodó los ojos bufando y cerró su casillero.

— No creo que eso sea algo bueno.

— ¿Por qué no? — Han frunció el ceño.

— Giselle y tú solo se la pasan molestándome. ¿Y ahora quieres actuar amable conmigo? ¡Ja! ¿Enserio, Han? — una sonrisa falsa se dibujó sobre su rostro, el chico se aflojó el cuello de la camisa para tragar saliva. — Mejor déjame en paz. — se dio la vuelta pero antes de dar un paso Han la detuvo del hombro.

— Espera. — ella se giró a verlo. — En verdad, creo que tienes razón. — encogió sus hombros mirando al suelo. — No hemos sido muy amables contigo y es por eso que queremos disculparnos.

— ¿Queremos? — Yeji repitió frunciendo su ceño.

— Así es, Yeji. — Giselle apareció por detrás de ella caminando para quedar junto a Han. — En verdad sentimos haberte hecho pasar malos momentos y todo eso. ¿Podrás perdonarnos? — la pelinegra hizo un puchero que casi convencia a Yeji de sus palabras, pero ella no se dejó engañar.

— ¿Y qué pasa si los perdono? — cruzó sus brazos alzando una ceja con recelo. Ambos chicos se miraron mutuamente como sin saber que era lo próximo por decir.

— ¿No nos crees? — Giselle frunció su ceño poniendo las manos sobre sus caderas, con expresión molesta.

— Honestamente no. Y para ser sinceros, sé que ambos no son capaces de hacer algo como esto. Así que ahorrénse su teatro porque no les queda. — ambos chicos se quedaron estupefactos pero cuando Yeji se dio la vuelta nuevamente para alejarse, esta vez alguien la sostuvo del brazo haciendo presión sobre este.

— Mira, rarita. Hemos querido ser amables contigo, pero si eso es lo que quieres, adelante. — Han presionaba su brazo cada vez con más fuerza, Yeji no pudo evitar soltar un quejido por el dolor que le causaba.

— Suéltame.

— No hasta que nos digas lo que queremos saber. — Giselle se acercó a su rostro causando que la castaña frunciera su ceño.

— ¿Qué puedo yo saber que a ustedes les interese?

— Mucho. Por ejemplo: dinos lo que eres de Jeno. — las palabras de Han la dejaron perpleja, pero al mismo tiempo confundida.

— ¿De qué estás hablando?

— ¡Ya no finjas más! ¡Sabemos que te traes algo con Lee Jeno! — espetó Giselle.

— Yo no tengo nada que ver con Jeno.

— ¿A no? ¿Y él otro día en el Club? ¿No eras tú la que estaba con él, o también vas a decirnos que no? — Han jaló su brazo provocándole más dolor en este. Yeji sabía que no resistiría toda esa tensión, por lo que decidió soltar todo.

— Sí, era yo. Pero eso no significa nada. Además, no es algo que les importe a ninguno de los dos. — Han y Giselle soltaron carcajadas fingidas.

— Entonces ¿Asumes que si hay algo entre ustedes? — preguntó la pelinegra.

𝖥𝗋𝖾𝖺𝗄𝗒 ➸ 𝖩𝖾𝗇𝗈Where stories live. Discover now