Capítulo 7: INTERVENCIÓN

Start from the beginning
                                    

En ese momento, todo lo que estaba pensando Valeria se disipó siendo reemplazado por la ansiedad y emoción de ver a sus amigos; más por volver a ver a Benny. Ni siquiera esperó a que su padre se levantara. Ella salió corriendo y bajó a la sala en donde se encontraba Danny hablando con Allison. Se detuvo antes de entrar y quiso mantener la compostura.

—Hola Val —saludó Allison con una sonrisa.

Antes de siquiera responder, la joven vampiresa corrió hacia la pequeña hielera azul y tomó unas de las bolsas de sangre. De allí, entre risas, Valeria alzó la mano en respuesta del saludo y fue a sentarse al lado de su prima, mostrando una sonrisa ensangrentada.

—Hola chicos —dijo ella con una leve sonrisa.

Danny permanecía serio, pero mostró una leve sonrisa que la hizo recuperar el aliento.

—Oye Val —empezó a decir el joven; para Valeria, el hecho de que Danny empezara a llamarle "Val" ya era buena señal. Danny continúo: —Mira, sé que ayer fue un día muy tenso. No estoy de acuerdo con que casi mates a ese matón, aunque... creo que exageré un poco. Sé que no tuviste esa intención. Eres mi amiga y yo confío en ti. —Se detuvo en seco para ver la reacción de la vampira—. Estamos bien, ¿verdad?

En el rostro de Valeria se dibujó una amplia sonrisa mostrando su blanca dentadura.

—Claro que estamos bien, tonto.

Tanto Allison y Danny rieron con ese comentario. Sin embargo, Valeria había esperado que el muchacho del callejón también estuviera presente. No pudo contener la pregunta detrás de tus dientes y habló.

—¿Y Benny?

—Arreglando a Nómada —contestó Danny encogiéndose de hombros.

Valeria no entendió a lo que se refería.

—Su bicicleta —agregó el chico.

Entonces, la imagen de la bicicleta de Benny partiéndose a la mitad apareció en su mente. Se imaginó lo que el muchacho había sentido, pena y soledad, sentimientos que ella también había sentido la primera vez que su madre la había apartado de su padre. No lo pensó dos veces y salió de la casa haciendo uso de su poderosa velocidad, cruzando varias cuadras en segundos y llegando a la casa de los Williams.

Se detuvo en la entrada, respirando fuertemente absorbiendo los olores del lugar. Detectó el aroma de Benny, un olor a frutas y chocolate muy adictivo que la hizo gemir. Cerró los ojos con fuerza y luego los abrió repentinamente, volviendo a desplazarse por el interior de la casa hasta la alcoba del muchacho.

Cuando apareció allí parada despidiendo una ráfaga de aire, Benny se levantó de un salto observándola agitado. Frente a él estaban las dos mitades de su bicicleta, con un pegamento de envase blanco sobre la mesa. La vampira mostró una sonrisa de oreja a oreja cuando posó su vista sobre él.

—Hola Benny.

—¿Cómo entraste? —preguntó Benny—. No te he dado permiso para hacerlo.

Valeria soltó una risita.

—No necesitamos eso, tan solo es un mito absurdo —comentó Valeria y se acercó a él—. Sigues arreglándola, ¿verdad?

—Pues sí, sufrió un daño severo —afirmó Benny volviéndose hacia su bicicleta.

—Me hubieras dejado matarlo —gruñó la chica.

—Ya hablamos de esto.

—Sí, lo sé.

Benny volvió a sentarse para concentrarse en su trabajo, mientras Valeria giraba sobre su propio eje dándole un vistazo a la habitación con más detenimiento.

BENNY WILLIAMS: VAMPIROS EN LIMA - [COMPLETA]Where stories live. Discover now