Capítulo 49

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El fuerte sol de verano pegaba directamente en su rostro, debido a que Juliana estaba recostada en su toalla tomando el sol. Usaba lentes negros y un bikini color vino. Sus ojos estaban cerrados mientras disfrutaba de un domingo tranquilo.

Su novia se encontraba en la piscina jugando a guerra de agua con su nueva amiga Jennie. Habían ido juntas a la playa y estaban esperando a los amigos de Juliana.

Valentina se había inscrito en diversos cursos. Estaba determinada a escribir libros y no estaba dispuesta a abandonar su sueño. Jennie asistía a algunas de esas clases y así fue como se conocieron.

A chica era linda, sexy, educada y lesbiana. Tenía todos los requisitos para despertar los celos de Juliana. Pero eso no era lo que sucedía.

Todo lo contrario, Juliana confiaba en la chica. Era muy educada y jamás le había faltado el respeto a Valentina, solo la veía como amiga. La morena estaba bien con eso, por eso no se preocupaba por que su novia estuviese usando un sexy bikini mientras jugaba con la chica.

-Amor. - llamó la ojiazul, recostándose sobre de Juliana. Valentina recobraba su respiración por haber corrido en la arena.

-Hola amor - Dijo la morena sentándose.

-Jennie dijo que mandó una copia de los primeros dos capítulos que escribí a una editorial y quieren que les mande el libro completo en tres meses - Dijo emocionada, cosa que hizo sonreír a la morena. - ¿Crees que lo consiga? - preguntó acomodándose en el regazo de su novia.

-¡Por supuesto que lo harás! Estoy muy orgullosa de ti, mi amor. - Dijo Juliana abrazando a la rubia. -¿Me dejas leer los capítulos que ya tienes hechos? No puedo creer que ya dejaste que Jen los leyera y yo no... - Dijo sonriendo.

-Acéptalo Juls, soy prioridad en el mundo Literario. - Dijo La chica riendo y recostándose en la arena. - Se trata sobre una pareja, una de ellas es basquetbolista muy reconocida y la otra es una fotógrafa bastante famosa, quien tiene una hija. - Dijo Valentina - Pero las escenas de amor las hago todas pensando en ti.

-Ahora más quiero leerlo - Dijo la morena, dejando un pequeño beso en la mejilla de la rubia.

-Te dejaré hacerlo solo porque soy muy, pero muy buena persona ¿Está bien? - Dijo la ojiazul y Juliana asintió sonriendo.

-Está mucho más que bien - Dijo la fisioterapeuta, sintiendo un beso de su novia en la frente.

-Pero bueno, Jen, ¿Ya te diste cuenta de que a mi novia ya se le está marcando el bikini por el sol? - preguntó Valentina mirando a la otra chica.

-Puedo notarlo, pero sinceramente aquella chica que viene hacia acá llama más mi atención. - Respondió Jennie, cautivada por alguien.

-Buena suerte - Dijo Juliana al ver de quién se trataba - Ella está con nosotras, se llama Yirena.

-¿Qué onda, chicas? - Saludó Jim sentándose en la arena - ¿En dónde están las cervezas?

- Max, ¿Irías a comprarlas? - le pidió Juliana a su amigo pestañeando un poco y el chico suspiró.

-Solamente si me dicen quién es esta hermosa chica que está aquí con nosotros - Dijo sonriendo y Juliana rio.

-Retírate, amigo. No le gustan los chicos. - Dijo Juliana y Max negó con la cabeza.

-No puede ser, solamente conozco chicas casadas o lesbianas. Me convertiré en mujer. - Dijo indignado el chico - Aun así, es un placer conocerte. - le dijo a Jennie - Voy a comprar unas cervezas. Kate, Alice, ¿Me acompañan? Solamente tengo dos manos.

-Vamos, debilucho. No puedes hacer nada solo... - Dijo Kate dándole un golpe en el trasero a su amigo.

-Estoy amando esa marca - Susurró Valentina en el oído de Juliana, haciendo que la chica mordiera automáticamente su labio inferior.

-No, señorita. Tiene que aprender a esperar - Dijo la fisioterapeuta y su novia asintió desanimada. De repente, Juliana se extrañó del hecho de que Yirena se encontraba conversando animadamente con Jennie sin siquiera conocerla, mientras que Jim estaba sentado a su lado. - ¿No estaban saliendo? - Juliana le susurró a su amigo.

-Ya no. Voy a hacer lo mismo que Max y me volveré mujer. Voy a salir a la calle mostrándole a todo el mundo mis futuros pechos.

-Ustedes tienen serios problemas - Dijo Valentina y él asintió sonriendo, recostándose sobre la arena después de quitarse la camisa.

-Princesa... - La llamó Juliana, consiguiendo la atención de Valentina - Tu cumpleaños es en pocos días.

-Sí, ya voy a tener edad para ir a los antros contigo y beber mientras bailamos en la pista - Dijo la rubia envolviendo sus brazos en el cuello de su novia.

-Estás leyendo muchos libros - Dijo Juliana y la ojiazul asintió -¿Qué te gustaría que te regalara?

-¿Podría ser un peluche llamado Hank que sea nuestro hijo? Ah, no, espera. Ya lo tengo. - Bromeó la rubia. -No necesito nada, Juls. Ya te tengo en mi vida, estoy estudiando lo que me gusta, mi libro tiene grandes posibilidades de ser publicado...

-¿Pero no hay nada que quieras? - Preguntó la morena, haciendo que su novia pensara un poco.

-La verdad, sí.

-¿Qué?

-Que tú estés en mi vida hasta Que nos volvamos viejitas. - Dijo Valentina y Juliana la miró como los rayos del sol le daban directamente a esos ojos azules que amaba.

-Yo también quiero eso, y si dependiera de mí, así será. - expresó la morena con voz dulce, acariciando el suave rostro de su novia - quisiera ver esos ojitos mirándome toda la vida.

-Y también quiero tener dos o tres hijos para poderles contar historias como tú lo haces conmigo.

-Oh... ¿Te vas a robar mir historias? - Juliana preguntó fingiendo indignación.

-No, voy a crear la nuestra - Suspiró Valentina y se abrazó a la cintura de su novia, apoyando su barbilla sobre el hombro de Juliana.

-Amor, me has enseñado un montón de cosas, ¿sabías? - preguntó la fisioterapeuta y Valentina la miró fijamente. - Aprendí a conocerme, descubrí que a pesar de ser un desastre, puedo lidiar con situaciones que requieren equilibrio emocional. Aprendí a ser más paciente, note que tener una mala memoria me sirvió para confundir los cuates y entrar al número 23. - Dijo Juliana, riendo recordando aquello.

-Es gracioso que tengas una mala memoria, pero que jamás hayas olvidado el número del cuarto en el que yo estaba. - bromeó la ojiazul y Juliana sonrió ampliamente.

-La gente nunca olvida el número del boleto de lotería premiado que trae como recompensa al amor de su vida.

Valentina sintió millones de flores crecer en su interior al escuchar aquello.

-Tienes razón - respondió - Nunca olvidaría aquella voz haciendo eco en mi cabeza cuando ni siquiera había despertado aún. Quizá los 14 años en coma, de alguna manera, fueron mi billete de lotería premiado, porque me hicieron llegar a ti. - Dijo Valentina y Juliana sintió su corazón latir locamente en su pecho - Además, te trajeron a mí.

-Y lo que el viento nos trae, nadie más se lo lleva. - Dijo la morena, haciendo sonreír a su novia, quien sentía la brisa acariciar su cabello, pero no importaba que tan mal se viera por fuera, por dentro todo estaba intacto. Era como si el interior de su alma fuera un museo, completamente dedicado a Juliana Valdés.

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Feliz 14 de Septiembre!!!! 🫶🏻

Esta historia NO me pertenece, es una adaptación y traducción realizada con la autorización de su autora JULIETEBS

En un parpadeoOnde as histórias ganham vida. Descobre agora