sᴜᴍᴍᴇʀ《 Frankenstein 》©

XIII

Frankenstein pareció perder la noción del tiempo en aquel edificio.

En sus manos se encontraron algunos libros que Takeo le había traído de su laboratorio, sabia que el se había vuelto vigilante de la muchacha, quien estaba durmiendo plácidamente a su lado.

Bueno, ni tanto.

-Me quiero ir...-Susurró ella, buscando pelea.

Desde que acabo internada, no paro de repetir lo mismo, hartando al rubio, quien estuvo tentado en lanzarle uno de los libros por la cabeza. Ella volteó y lo vio, sabía que la estaba ignorando, ya conoció esa técnica en algún lado, solo que no recordaba donde.

-No puedes, han pasado apenas cinco días, te faltan nueve.- Esa fue una de las veinte que le había dado con anterioridad.

-Es mucho, ya me cure, si quieres me pongo a hacer lagartijas.- El la miro, y ella sonrió.

Esa sonrisa le había provocado un revoltijo en el pecho, creando una especie de ablandamiento.

-Se que no te gusta, Summer, pero tú salud es mi prioridad. -Eso logro callar a la castaña. -Y...también quiero pedirte perdón, no te analice como debi, y trate tus heridas como las muchas que has tenido en las peleas, a causa de mi irresponsabilidad acabaste aqui.

La mencionada quiso burlarse, ya que el hecho de que Frankenstein se disculpe voluntariamente era para eso, sin embargo, ella solo volteó su cabeza y vio la ventana.

-No te disculpes, Frankenstein. -Ella lo volvió a mirar. -Esto es un error que todos cometemos en algún momento, y es normal. -Por alguna extraña razón, la mirada de el la hacia sentir mal. -Si me compras un kilo de mandarinas, te perdono.

-Me imagino que sí rechazo tu pedido, no vas a parar de molestar. -Ella le saco la lengua, y el se paró de la silla. -Bien, que así sea. Si muestras progreso y sales antes, iremos a un puesto de frutas.

-¿Juntos?

-Juntos. -Finalizo el.

Summer se sintió nerviosa de repente, ¿Por qué? Quizás la larga compañía de Frankenstein le estaba afectando emocionalmente, quizás vivan juntos, pero ella aprovechaba estando lejos de el con los demás, como en la secundaria o en las plazas, donde se divertía jugando en columpios con Aime.
Pero ahora...era diferente, ese lado del rubio era extraño, quizás se acostumbro mucho al Frankenstein peleonero, atrevido y peligroso. Y no a este Frankenstein atento, observador y relajado.

Cuando salió de su mente, el no estaba, supuso que fue a buscar comida o más libros, tampoco pensó demasiado sobre ello. Volteo su cabeza y vio por la ventana el paisaje lluvioso, se le hacía difícil poder escuchar la gotas impactar contra el suelo, o techo del hospital, pues, su habitación estaba ubicada en el medio, donde no se podía disfrutar de absolutamente nada. Suspiro, y se sentó, medianamente adolorida, sentía sus piernas tirantes por las heridas cocidas, o las mismas vendas con gasas empapadas en alcohol y agua oxigenada.
Bostezo, y abrió su mano, invocando una pequeña llama débil, color amarilla, por lo menos pudo recuperar algo de su poder.

-¡Summer! -Rapidamente volteo y vio a Anime con un ramo gigante de flores.

-¡Caramba, no era necesario un ramo tan grande, Aime! -La castaña dejo su bolso y las flores sobre la mesa blanca, y la abrazo con fuerza. -Estoy bien, estoy bien, dentro de unos días podré salir.

-Que alegría verte, el director Lee me llamo para comunicarme sobre tu estado, no pensé que Namine fuese capaz de tal cosa. -Summer supo que aún no podía tragarse todo lo que vio, y no la culpo. -¿Te das cuenta de lo fuerte que eres?

-Si, o quizás fue suerte, siendo honesta, jamás me expuse tanto, ni libere tanto poder.-Comentó mientas acariciaba las vendas en las piernas. -Quizas este sea el inicio de todo, Aime. Y esta muestra de poder no ha llegado ni al cinco por ciento.

La muchacha se mantuvo en silencio, observando la larga melena de su amiga, sabía que tenía razón, ¿Pero que podría hacer ella para apoyarla? No podía ni siquiera imaginarse que otro tipo de monstruos podrían aparecer para llevarse a su amiga.
Summer sacudió el cabello de Aime suavemente, sacándola de sus pensamientos.

-No hay nada que puedas hacer. -Hizo un puchero, sacándole una sonrisa divertida a Summer. -Eres un ser humano valiente, con eso me basta.

-Para mi no lo es.

-Pues debería, hacerle frente a esas tres perras, quienes se hacían llamar tus "mejores amigas", es un acto muy valiente de tu parte. Tuviste la valentía de quedarte allí y mantener la calma, ni siquiera te importo tomar un barco sin pedir autorización para ir a buscarme.

-Sobre eso...-Una sonrisa de lado apareció en el rostro de Aime. -Me he comido una buena multa.

-¡¿Eh?!-Soltó sorprendida de repente. -¿Tus padres se han enterado de ello?

-Si, no saben el motivo real, pero tampoco saben con que castigarme. -Se encogió de hombros.-No me permiten salir sola o con amigas desde pequeña, no tengo un grupo de amigos grande, y saben bien como soy socialmente.

Ciertamente le daba pena la situación de Aime, incluso quiso sacar el impulso de hablar con sus padres, o en si, llevarse la culpa, pero sabría que si amiga se pondría peor.

-Pero bueno, hay que arriesgarse en la vida, ¿no? Tu salvando a otros, y yo pagando multas.

Ambas chicas se rieron ante eso, sacando el ambiente tenso y algo pesado por todo el problema. Luego de ello, ambas siguieron charlando cómodamente sobre que harían en el regreso a clases, va, cuando Summer regrese, ya que tenía muchas cosas que anotar y estudiar

...

Fuera del cuarto, Frankenstein había oído la charla de las dos, y lo acompañaba Raizel, quien estaba sentado en una silla, viendo una revista de moda masculina.

-Parece que todo va bien, ¿no?-Le pregunto Raizel a su seguidor. Quien no tardó en responder.

-Si, amo. Summer saldrá dentro de poco si su curación avanza rápido. -Soltó mientras revisaba unos papeles. -Desde que Summer lucho contra esas chicas, su organismo pareció evolucionar, o modificarse según puedo ver.

-Ella detuvo su corazón en algún momento de la lucha. -Frankenstein asintió con severidad ante las palabras del Noble. -Tambien fue capaz de hervir su sangre a tal punto de casi reventar sus venas con el objetivo de provocar un daño grave a Youka.

-Ahora comprendo porque Crombel está desesperado por ella.-Susurró, dejando de ver los documentos. -Summer es literalmente un arma, un paso en falso y podríamos encontrarnos contra la espada y la pared.

-No, conozco las intenciones de ella. Ahora tiene una amiga, quien la quiere como es. La mente de Summer trabajará en automático, y eso es protegerla. -Raizel se paró de la silla, y miro la nada. -No le importará destruirlo todo con tal de proteger a Aime, ni siquiera teme morir en el acto.

-Ella es...un tanto especial. Supongo que ahora será más consciente de donde está.-El rubio trago saliva, y posteriormente, volvió a apretar sus labios.

-Deja de culparte.

-¿Qué? -Cuestionó Frankenstein, confundido.

-Se que te culpas por no haberla ayudado, no lo hagas.

Y como de costumbre, el se fue, dejando a su seguidor perturbado. A Frankenstein le quedaba mucho trabajo por delante con ella, sin embargo, supuso que sería una enorme incógnita, de por si, Summer ya lo era.