·Navidad·

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Capítulo 10

El aroma de la chimenea, los dulces, las galletas, el olor del árbol de navidad. Todo estaba tan perfecto en la sala común de Ravenclaw como de costumbre. Margot, Larissa y yo ya habíamos abierto todos nuestros regalos, incluso le regalamos a Margot una pulsera de la amistad idéntica a la que llevamos Lissy y yo en las muñecas.

El desayuno fue fantástico, incluso probé el pan dulce de México, al parecer fue un regalo de los elfos.

-el pan dulce y el chocolate caliente son la mejor combinación -dijo Maggie y tanto Larissa como yo estuvimos de acuerdo.

Me hubiera gustado pasar navidad con mi familia pero era el primer año que Margot se quedaba en Hogwarts para navidad y aparte nuestra primera navidad juntas, no podía abandonarla.

El gran trío de oro estaba sentado en la mesa de Gryffindor junto con los gemelos, Lee si se había ido con sus padres.

Harry sigue odiándome, aunque Ron y Hermione me hablan como si nada, al igual que los gemelos. También escuché por Hermione que George y Harry están un poco tensos por la amenaza del pelirrojo, por supuesto que Harry me culpa de eso pero yo no le dije que se comportara como un idiota y si George me está defendiendo así es porque él quiere, yo no lo tengo bajo la maldición imperius o algo así.

La mesa de Ravenclaw estaba casi vacía, solo nos encontrábamos nosotras y a lo lejos una niña bastante linda con rasgos asiáticos, no tardamos en invitarla a unirse a nosotras y ella aceptó.

-Hola -dijo tímidamente. Todas le contestamos alegres y nos presentamos.

-¿Cómo te llamas?

-Cho Chang.

-Un placer.

-¿Por qué estás sola, Cho?

-Mi mejor amiga iba a quedarse también pero al final sus padres no la dejaron y mis padres salieron de la ciudad.

-Bueno, puedes estar con nosotras.

-Eres un año mayor, ¿verdad? -le preguntó Larissa muy interesada-. No te he visto en ninguna clase con nosotras pero tampoco pareces de segundo o quinto.

-Sí, soy de cuarto.

Comenzamos una larga conversación con Cho, es bastante linda y agradable así que nunca hubo algún silencio incómodo.

. . .

Estaba sentada en la biblioteca leyendo un cuento muggle sobre la navidad.

-Incluso en navidad vienes a la biblioteca, ¿tu cerebrito de Ravenclaw jamás se cansa? -me preguntó George.

-¿Qué haces aquí?

-Una parte de mí sabía que estabas aquí y tenía muchas ganas de verte.

-Que lindo.

Continúe leyendo mi libro y noté como George me miraba con una sonrisa, lo cual me hizo reír nerviosamente.

-¿Qué me ves, George?

-Estoy apreciando tu lindo rostro.

-Oh, ¿en serio?

Pero justo cuando pregunté eso la puerta de la biblioteca fue cerrada. Fuimos rápidamente a ver y nos dimos cuenta que se olvidaron de nosotros, lo cual me dio miedo.

-Nos quedaremos atrapados aquí hasta que se den cuenta que faltamos pero eso probablemente sea cuando estemos muriendo por falta de comida o agua -comencé a balbucear.

-No te preocupes, linda.

George me dio la mano y comenzamos a pasear por algunos pasillos.

-Mira el lado bueno, podemos leer todos los libros que queramos. Incluso los de la sección prohibida.

Lo miré directamente a los ojos y un segundo después corrí a la sección prohibida, él me siguió y me abrazó por detrás, levantandome del suelo.

-Eres una rebelde -me susurró al oído.

Comenzamos a reír y luego él me abrió la puerta de la sección prohibida, ambos pasamos y comenzamos a ojear los libros que parecían que no nos iban a gritar o morder.

-Mira este, Georgie.

Le enseñé un pequeño libro que mas bien parecía un diario y tenía como título "maldiciones verbales inofensivas". En la introducción decía que las maldiciones tenían un efecto a corto o largo plazo, dependiendo de como lo indicara cada una y que hacía que tus enemigos te temieran. Lo guardé en la bolsa de adentro de mi túnica.

-¿Ahora también robas? No conocía esa parte de tí, Black.

-Para tu información lo devolveré cuando lo haya ojeado mejor y hay muchas cosas de mi que no conoces, Weasley.

Él me sonrió y yo me giré a seguir viendo los libros hasta que escuchamos que la puerta se abrió, eran Filch y Snape buscandonos, creyendo que nos encerramos a besarnos a la biblioteca.

George tomó mi mano y rápido pero silenciosamente me llevó a un rincón mientras los pasos se acercaban cada vez más.

-¡Estamos atrapados! -le susurré.

-Confía en mi, Ami.

Dicho eso comenzó a contar algunos libros y luego intentó agarrar uno pero en vez de eso se abrió una puerta secreta por la cual salimos sin ser vistos.

-Supiste de la puerta todo el tiempo -le dije cuando ya estábamos frente al Gran Comedor, pues ese pasadizo te llevaba ahí.

-Tal vez.

-¿Y por qué no me dijiste antes?

-Quería estar un rato contigo.

Después de eso me acompañó a mi sala común y se despidió de mi con un abrazo.

Fue una navidad bastante linda.

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3-Septiembre-23

Me extrañaron? Ahora sí prometo subir capítulo cada semana :)

Espero les haya gustado <3

𝑶𝒋𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓 𝒄𝒂𝒇é ·𝑮𝒆𝒐𝒓𝒈𝒆 𝑾𝒆𝒂𝒔𝒍𝒆𝒚Where stories live. Discover now