𝑶𝒋𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓 𝒄𝒂𝒇é ·𝑮𝒆𝒐𝒓𝒈𝒆 𝑾𝒆𝒂𝒔𝒍𝒆𝒚

·Papá·

Capítulo 4

Esa mañana estaba sentada desayunando en el comedor cuando Meissa (la lechuza de tía Andy) dejó El Profeta sobre la mesa.

-¿Hay algo interesante? -me preguntó tía Andrómeda desde la cocina dónde hacía su desayuno.

Tomé un sorbo de té antes de prestarle atención a la primera plana del periódico, lo que me hizo enloquecer.

SIRIUS BLACK SIGUE SUELTO

-¡Tía Andy, es papá! -grité mientras corría hacia la cocina con El Profeta en la mano-. ¡Papá escapó justo como me dijo que lo haría! ¡Sabía que iba a buscarme!

Quería llorar de felicidad. Mi papá de verdad había cumplido su promesa. Solté El Profeta y corrí a mi habitación, abrí mi armario y busqué rapidamente la caja donde tenía todas las cartas de papá. Busqué la última y la volví a leer toda.

Mi querida cachorrita:

Cada vez es más difícil contestar tus cartas y es más peligroso para ti así que, por mucho que me duela, ésta debe ser la última de ambas partes. Te amo tanto mi niña y te prometo que en algún momento te abrazaré tan fuerte como lo he deseado desde hace años.

-Sirius Black.

Había estado mandándole cartas desde que aprendí a escribir, no sé cómo pero él había encontrado la manera de recibirlas y contestarlas; escribía al reverso de mi carta con algo que parecía ser un lápiz muggle y siempre me llamaba "cachorrita" como lo hace algunas veces Remus.

Esa fue la última carta que me envió por motivos de seguridad, fue dos semanas antes de entrar a Hogwarts. Nunca lo olvidaré.

Por supuesto que tía Andy nunca estuvo de acuerdo, cuando escribí la primera me dijo que jamás podría llegarle por la alta seguridad de Azkaban pero no me rendí, sabía que papá encontraría la forma de comunicarse conmigo así que envié todas las cartas a escondidas y por fin toda mi espera valdría la pena, seguro me escribiría de nuevo para decirme que hay que vernos.

Estaba tan feliz que decidí escribirle una carta a Larissa contándole absolutamente todo. Se la di a Enif con mucha alegría y le hice unos cuantos cariñitos antes de que se fuera a la mansión de los Donfort.

. . .

-¿Por qué tan feliz? ¿Finalmente aceptaste que Hufflepuff es la mejor casa y te envolviste en la tranquilidad de los tejones? -me preguntó Dora en la cena.

-Quisieras -le contesté-. Ravenclaw siempre será la mejor casa que pueda existir en Hogwarts.

Ella rió y noté como tía Andrómeda le lanzaba una mirada de "tenemos que hablar" a tío Ted pero la ignoré, probablemente no guardó sus zapatos de nuevo. Tía Andy odia el desorden.

Terminé de comerme la deliciosa pasta que había ayudado a mi tía a preparar y me fui a acostar pensando en lo maravilloso que será abrazar a papá.

Después de todo lo que ha pasado por fin podré escuchar su voz diciéndome "hija" o "cachorrita". No digo que no he tenido figuras paternas, siempre consideraré a tío Ted y a Remus como mis padres, pero Sirius es mi papá. Tengo su apellido y mi segundo nombre lo eligió él ya que es una estrella de la constelación Canis Major, de donde proviene su propio nombre.

En momentos como éstos solo puedo pensar en lo mucho que me habría gustado criarme al lado de mis padres; conocerlos, cocinar junto a mamá, jugar con papá o que me cuenten su gran historia de amor que tía Andy me ha contado por años.

Que ellos mismos me digan todas aquellas bromas que hacían juntos mientras eran amigos y como con el tiempo se dieron cuenta de que lo que sentían era más que amistad. Amaría escuchar a mamá contarme cómo fue su primer beso o su primera cita, que me diera consejos y un abrazo o helado, lo que ella quisiera.

Cuando me quedo dormida pensando en ellos siempre sueño con nuestra hermosa familia feliz.

Solo mamá, papá y yo. Los tres contra el mundo.

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9-Julio-2023

Capítulo corto pero necesario :) perdón por no actualizarles antes pero honestamente se me olvida que estoy escribiendo otro fan fic JAJAJAJJA

Espero que les haya gustado el capítulo señoras Weasley <3