Like A Tattoo; jaedo

11 ꔛ blinding fantasy

Eran las dos de la mañana, hacía frío afuera, pero el calor del momento y la excitación los mantenía abrigados. Mientras venían en el auto, ambos estuvieron bromeando y dándose besos, riendo como dos adolescentes en medio de una aventura.

Al llegar a la casa de Jaehyun, el ambiente se volvió más íntimo. El sonido de sus risas se mezclaba con el susurro del viento nocturno mientras caminaban hacia la puerta principal, abrazados y compartiendo secretos. Una vez dentro, la casa estaba cálida y acogedora, proporcionando el escenario perfecto para lo que ambos sabían que vendría a continuación.

Jaehyun miró a Doyoung con deseo en sus ojos, y Doyoung respondió con un beso apasionado que los dejó sin aliento. La pasión ardía entre ellos mientras se besaban, como si estuvieran reviviendo y creando un nuevo presente al mismo tiempo.

Las manos de Jaehyun recorrieron el cuerpo de Doyoung con deseo cada centímetro del cuerpo del otro, mientras que las de Doyoung se enredaron en el cabello de Jaehyun, aferrándose a él como si temiera que este momento fuera efímero.

Finalmente, se separaron, sus labios todavía rozando suavemente. Doyoung miró a los ojos de Jaehyun, buscando respuestas en ellos.
Sabía que lo que estaban haciendo era peligroso y complicado, pero en ese momento, todo lo que importaba era el deseo que sentian el uno por el otro.

—¿Continuamos en otra parte, señor Kim?
—preguntó Jaehyun observando los labios rojos del más alto y para luego acariciarle la cintura.

—Por supuesto que sí —asintió el azabache con una sonrisa pícara.— No perdamos más tiempo y muéstrame lo qué haces. —y dicho esto descendió una de sus manos hasta su semi erecta entrepierna y dio un firme apretón.

La mirada de Jung oscureció con deseo y su respiración se aceleró al ver el mismo anhelo en esos ojos que le habían atraído desde el primer momento en el que lo conoció.

Jaehyun tomó la mano de Doyoung y lo llevó a la habitación, donde una cama amplia y acogedora los esperaba. La habitación estaba envuelta en la suave luz de la luna que se filtraba por las cortinas, creando una atmósfera íntima y sensual.

Sin decir una palabra, Jaehyun empujó a Doyoung suavemente sobre la cama y lo miró con una mirada lujuriosa. El sonrió con picardía y se recostó, invitándolo a unirse a él. Jaehyun obedeció de inmediato, inclinándose sobre el para capturar sus labios en un beso apasionado.

Sus cuerpos se presionaron el uno contra el otro mientras sus bocas se exploraban con hambre. Doyoung sintió las manos de Jaehyun deslizándose por su piel, acariciando cada rincón de su cuerpo. Cada caricia, cada beso, parecía encender aún más la llama de la pasión entre ellos.

El azabache suspiraba con cada caricia, sintiendo cómo la tensión sexual que había estado presente durante toda la noche se liberaba en un fuego abrasador de deseo. Se aferró a Jaehyun, perdiéndose en el ardor del momento

Jaehyun se movió con destreza, despojando lentamente a Doyoung de su ropa, revelando su cuerpo desnudo con admiración. Sus labios descendieron por su cuello y sus pezones, llevándolo al borde del éxtasis una vez más. Doyoung gimió y arqueó la espalda, entregándose por completo a la lujuria que compartían.

Luego, fue el turno de Doyoung de devolver el favor. Sus labios encontraron el torso de Jaehyun, dejando un rastro de besos y mordiscos que hicieron que su amante temblara de placer. Poco a poco, descendió hasta su punto más íntimo, donde se entregó a él con pasión y habilidad.