Like A Tattoo; jaedo

O7 ꔛ that's not fair

Los días siguientes estuvieron llenos de reflexión para Jeno. Estaba pasando momentos de calidad junto a su novio, disfrutando de un juego de tenis y compartiendo dulces besos entre cada punto. La sonrisa de Chenle iluminaba su día, y Jeno no podía resistirse a la tentación de llenarlo de cariño en cada oportunidad.

Sin embargo, la tarde tomó un giro diferente cuando Jeno decidió abordar un tema que seguía siendo delicado para él. Quería conocer la opinión de su amado.

—Lele, ¿crees que es una buena idea que me reúna con mi padre biológico? —El menor tomó las manos de Jeno y las acarició suavemente antes de dejarlo continuar.

—¿Te sientes preparado para dar ese paso? ¿Y si las cosas no salen como esperas y empeoran la situación? ¿Has considerado hablar de esto con tú papá? —respondió el chino. Chenle miró a Jeno con una expresión preocupada.

El azabache negó y se levantó del suelo, dejando a Chenle en una situación de incertidumbre debido a lo que acaba de decir. Sabía que debía apoyar a Jeno, pero también era consciente de que se estaba adentrando en asuntos que no eran suyos.

—Jen, te esperaré aquí. —dijo Chenle con calma, alzando la voz para asegurarse de que Jeno lo oyera. Se quedó en el lugar, dándole espacio a su novio para que reflexionara y tomara sus decisiones, sabiendo que esta era una situación compleja que solo Jeno podía resolver.

Llegó a casa después de su partida del club de tenis, donde había estado pensando en su dilema sobre conocer a su padre biológico. Al entrar a la casa, encontró a su padre en su oficina mirando una fotografía antigua de la familia. Había una mirada melancólica en el rostro de Doyoung.

—¿Papá? —dijo Jeno con una mezcla de nerviosismo y tristeza en su voz mientras se acercaba.

Doyoung levantó la vista de la fotografía y miró a su hijo. Sus ojos mostraban una mezcla de emociones, incluyendo sorpresa por la repentina aparición de Jeno en casa.

—Jeno, ¿cómo fue tu día? —preguntó Doyoung, tratando de ocultar sus sentimientos mientras guardaba la foto.

Jeno sabía que era el momento de hablar con su padre sobre su decisión de conocer a su padre biológico. La tensión en la sala era palpable, y Jeno tragó saliva antes de responder. Se sentó en el sofá, nervioso por lo que estaba a punto de revelar. Miró a los ojos de su padre, buscando la fuerza para hablar.

—Papá, he estado pensando en algo importante. —comenzó Jeno, sintiendo que su voz temblaba ligeramente pero las palabras no brotaron de él.

Doyoung miraba con cariño a su hijo y se levantó de su escritorio para abrazarlo. Jeno aceptó el gesto y se aferró a el. De verdad tenía mucho miedo por todo lo que vendría en su vida. Doyoung notó la lucha interna de su hijo y lo apretó con suavidad en el abrazo. Había aprendido a leer las señales de Jeno a lo largo de los años y sabía que algo lo atormentaba.

—¿Pasa algo, Jeno? —preguntó con preocupación en su voz, deseando que su hijo se sintiera lo suficientemente cómodo como para compartir lo que lo estaba perturbando.

Jeno inhaló profundamente, reuniendo valor para hablar. Sabía que era hora de enfrentar sus sentimientos y preocupaciones.

Apretó el abrazo de su padre por un momento antes de separarse, manteniendo la mirada en el suelo mientras hablaba. —He estado reflexionando sobre mi padre biológico, Jaehyun.

Doyoung frunció el ceño, evidentemente sorprendido por el giro de la conversación. No esperaba que Jeno tocara ese tema tan pronto. Mantuvo la calma y asintió, alentando a su hijo a seguir hablando.

—Entiendo, Jeno. Es un tema importante. ¿Qué te llevó a pensar en eso?

Jeno asintió con cautela. —Hmm... Simplemente el hecho que no se nada de él. Toda mi vida he vivido con comentarios de amigos sobre sus padres y todo eso. ¿No crees que es muy obvio?