Capítulo 15 - Una ausencia poco esperada

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Después de aquello, Rian no se volvió a presentar a los entrenamientos. La nueva sala de combate había quedado instalada a principios de la semana por lo que, desde ese día, ya no tenían que estar en el exterior. Además, Loan decidió levantarles el castigo de salir a correr. Aiden no sabía si era por la ausencia de Rian o porque realmente se dio cuenta de que necesitaban mejorar para poder ganar.

Todos los días, después de que Yuki, Stella, Eire y Thiago se fueran, Aiden y Loan se quedaban practicando hasta tarde. Ninguno de los otros miembros del equipo estaban tan centrados en un objetivo como él. No soñaban con ser profesionales o ganar la competición nacional por eso llegaban más tarde y salían antes. A pesar de ello, hacía un par de días que habían empezado a realizar combates entre ellos para mejorar los hechizos de ataque y defensa que Aiden conocía. Entrenar con personas diferentes le estaba dando una visión más completa de lo que significaba un duelo. La que más complicado le ponía todo siempre era Stella. Era una maga increíble y Aiden era incapaz de hacer que ninguno de sus ataques llegara hasta ella. Su escudo era inexpugnable.

A pesar de todo el esfuerzo y ganas que le ponía a absolutamente todo lo que hacía, a Aiden le faltaba mucha técnica. Por ese motivo, se pasaba día y noche entrenando su concentración, levitando objetos, creando pequeñas esferas de energía y manipulándolas como había hecho Rian en su demostración, aunque estaba lejos de igualar sus capacidades.

Loan le preguntaba a diario por su compañero, aunque Aiden nunca sabía qué responderle. No se había cruzado con él por los pasillos y, como él estaba en un curso superior, no tenían ninguna clase ni ningún amigo en común. Les había preguntado a Eire y a Stella, que también estaban en segundo, pero ninguna de las dos supo contestar. Veían a Rian en clase de forma habitual y no parecía estar enfermo. Tampoco se habían molestado en acercarse a él para preguntar y era normal. Rian las había tratado fatal desde el primer día.

—No sé qué decirte Aiden—le dijo Eire el jueves por la tarde—, sabes que no me cae bien. El mejor consejo que te podría dar sería que te buscases a otro compañero.

—Ya...—Aiden se llevó una mano a la cabeza, incómodo.

Rian tampoco se había portado bien con él y a pesar de todo sentía la necesidad de defenderlo. Tenía clarísimo que podría llegar a ser un compañero increíble.

—Eire, sustituir a Rian no es una opción por el momento. Aiden, ¿estás seguro de que no os volvisteis a pelear? —preguntó por vigésima vez Loan.

—Solo hablamos el domingo pasado, ya te lo dije—respondió Aiden cansado de la misma pregunta.

—Entonces estoy seguro de que fue algo digno de ver—intervino Thiago, que estaba pasando por su lado de camino a la puerta.

Él ya había terminado de entrenar.

—Tuvimos una conversación... civilizada, fue tan agradable como siempre—dijo con ironía, encogiéndose de hombros.

—Ya me imagino—contestó el entrenador preocupado.

Siguieron practicando media hora más. La teoría era simple: bloquear los ataques del rival y atacar de forma rápida para pillarlo desprevenido. En la práctica, Loan siempre ganaba.

—Recuerda cómo se movía Stella en el combate de hace un rato. Intenta imitar su postura—le aconsejó Loan.

—Me rindo—gritó Aiden pasadas las diez de la noche. Tenía la camisa empapada en sudor y las piernas le temblaban del esfuerzo. Le costaba trabajo simplemente mantenerse erguido—. Creo que por hoy es suficiente.

—Lo has hecho muy bien hoy, Aiden. Esta semana has mejorado mucho, estoy impresionado. Tus habilidades aumentan a pasos agigantados.

—Eso díselo a mis profesores cuando vean que he suspendido todas las asignaturas...

Victoria ColateralWhere stories live. Discover now