Capítulo 5 - El inicio de todo

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La habitación era bastante grande. Tenía dos camas, una a cada lado, dos escritorios debajo de la ventana y una puerta, en un lateral, que posiblemente llevaba al baño. En la cama de la izquierda, Thiago lo miraba sin mucho entusiasmo. Estaba recostado, leyendo un libro sin sobrecubierta y las gafas le descansaban sobre el puente de la nariz. Tenía el pelo rubio, corto y, cuando se puso en pie, Aiden se fijó que era bastante alto. Mucho más alto que él. Tranquilamente llegaría al metro noventa.

—Así que este es el enchufado que ha venido a fracasar en el Kettou—dijo a modo de saludo.

Aiden apretó los labios, frustrado. No quería decir ninguna palabra inapropiada pero tampoco esperaba que esa noticia fuera de conocimiento público.

—¿No podías decirle hola solamente? —preguntó Nadya molesta—. Thiago es uno de los miembros del Kettou—explicó—. Es de primer año, como nosotros, y lleva entrenando desde principios de septiembre.

Thiago lo miraba con una indiferencia total y absoluta.

—Cuando nuestra querida eminencia acabe contigo, no tardarás en salir huyendo—añadió.

No hizo falta que nadie le dijera a Aiden de quién estaban hablando.

—¿A qué te refieres? —preguntó preocupado.

—¡Thiago! Me prometiste que ibas a ser amable...—protestó Nadya cruzándose de brazos.

—Es mejor que se vaya acostumbrando al trato, así los golpes que reciba por parte de Rian serán menos duros—respondió encogiéndose de hombros.

—No le hagas caso, te va a ir genial, no te preocupes—dijo Nadya intentando consolarlo.

Aiden dejó las maletas en los pies de la que sería su cama y la guitarra apoyada en una esquina. No sabía muy bien cómo actuar. Estaba seguro de que estaban siendo unos exagerados, pero ya habían sido varias reacciones similares. Parecía que todos conocían a Rian e intentaban ponerle sobre aviso de alguna manera.

—¿Eres amigo de Rian? —preguntó Aiden sin poder aguantar la curiosidad.

—¿Amigo? Rian no tiene amigos. Solo personas a las que desecha si no cumplen sus expectativas—respondió Thiago.

Algo dentro de Aiden se removió al escuchar esa frase y no pudo evitar sentirse mal por ese chico. Debía de ser muy aburrido pasar todos los días solo.

—Thiago, te estás pasando tres pueblos...—volvió a protestar Nadya antes de dirigirse de nuevo a Aiden—. En serio, tú no le hagas caso. Thiago no se lleva muy bien con Rian porque lo rechazó como posible compañero en el Kettou. Estuvieron entrenando juntos durante un par de semanas antes de darse cuenta de que son completamente incompatibles.

—Rian no me rechazó, yo me opuse. Por mucho que sea un prodigio y que Loan lo valore por encima de los demás, él no dirige el equipo. Prefiero entrenar con alguien a quien le importa algo más que su propio ego, aunque no tenga sus capacidades.

—¿Quién es Loan? —preguntó Aiden.

—Es el entrenador, de lo mejorcito que encontrarás en esta escuela—respondió Nadya.

—Además, ahora este principiante—dijo Thiago con una sonrisa mientras señalaba con la cabeza a Aiden—tiene la sartén por el mango. Me muero de ganas por saber cómo será el primer entrenamiento.

—¿A qué te refieres?

—Hasta hoy, éramos cinco miembros, en un equipo donde los duelos son de dúos. Haz las cuentas. Contigo, somos seis. Está claro quién va a ser tu compañero. Por primera vez, va a encontrarse con alguien del que no va a poder deshacerse. Eso va a ser nuevo para él.

Victoria ColateralWhere stories live. Discover now