KAI [BETRAYED #4]

IX: 𝓾𝓯𝓯𝓲𝓬𝓲𝓪𝓵𝓮 (𝓼𝓹𝓲𝓪) 𝓚𝓪𝓲 𝓗𝓸𝓼𝓼𝓵𝓮𝓻

KAI HOSSLER
Supe que iba a ser fácil entrar en el cuartel, pero esto había sido pan comido en comparación con cómo lo había pensado al principio, lo que me hacía sospechar un poco. Era algo raro que cualquiera pudiera acceder al cuartel si contaba con buenas capacidades físicas. No tuve que pasar un examen politécnico, y supuse que eso era para otros puestos superiores, porque a Jayden sí le hicieron ese examen cuando entró en el cuerpo militar.

De todas formas mi plan marchaba perfectamente por ahora, solo necesitaba dejar pasar el tiempo suficiente para poder conocerme el cuartel de memoria y que los compañeros me tengan la confianza suficiente como para entrar a cualquier sala.
Teniendo en cuenta que habían pasado casi tres semanas desde que esto inició calcularía que entre dos meses casi tres podría conseguir meterme en cualquier sala siendo un lameculos dependiendo de con quién trate.

Bajé las escaleras para buscar a mi padre si es que habían llegado ya. El ático siempre solía estar silencioso, pero podría hasta reconocer de quién son cada pisada, quién era el que abría la puerta o de quién era el coche por su motor. Supongo que ser observador y atento ha derivado en eso.

Pasé por el pasillo para buscar a mi padre, porque mi madre era mejor que las cosas se las contase él antes de que empiece a preocuparse el doble por nosotros.

Supe que hoy no iba a ser un día tranquilo cuando escuché un portazo, los pasos de Jayden ir al final del pasillo, cerrar otra puerta más levemente, unos pasitos de Lenna y la puerta de mi hermana cerrarse. ¿Mi padre dónde coño estaba?
Eché una ojeada al final del pasillo y reconocí la voz de mi madre y por el silencio, debía se mi hermano, porque mi padre siempre hablaba con ella hasta el punto de ser dos marujas con la edad.

Toqué a la puerta de mi hermana y antes de que diera el tercer toque, la rubia favorita de mi hermano abrió la puerta sonriente.

- Hola, Kai. Si vienes a por el chisme estás invitado.- dijo posando una mano en su cadera y la otra en la puerta.

Fruncí el ceño mirándola. ¿Por qué esta mujer sabía todo de mi familia y estaba más metida en mi casa que en la suya?

- ¿Chisme? ¿Qué chisme? - indagué mirando por encima de su hombro a mi hermana intentando leer un libro en ruso y la escuché maldecir al menos en tres idiomas diferentes. Solo reconocí el italiano y el inglés.

Blair fácilmente podía ser la representante de relaciones públicas de la empresa Rossi por la cantidad de idiomas que le gustaba aprender.

- Jayden. - abrió los ojos como si fuera obvio. - Obviamente no te voy a decir lo que yo hablé con él, alta traición sería, nunca podría hacer eso con Jayden ni con Nem ni con Blair.- frunció el ceño.- Creo que con nadie, ni siquiera contigo, pero porque no hablas mucho.- se encogió de hombros. - El resumen es que está hablando con tu madre.- asintió frunciendo los labios.

- ¿Por fin? - me crucé de brazos.

- Tuve que convencerle.- suspiró rodando los ojos.

- Podrías haber hablado antes con él, sabes.

Ella negó con la cabeza y desvió la vista, no había ni un rastro de alegría en su cara, y me jodía que Jayden pudiera influir en tantas personas sin saber cómo.

- No estaba listo, Kai.- sonrió levemente con una mueca triste y no quise prestarle atención.

Entender a Jayden era un enigma que no me interesaba ahora mismo. Podría haberle puesto como prioridad si tuviéramos una relación más cercana, pero tenía cosas más importantes de las que ocuparme ahora que de los berrinches de mi hermano por la gilipollez que hizo y que desencadenó una ola de ira hacia él mismo, entre otras cosas.