C38

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𝙈𝙚𝙗𝙖𝙠.

En la vida existen personas que creen fielmente en el destino. Creen que todo acción tiene una reacción anticipada, que son patrones de comportamientos subconscientes que nos llevarán hasta el punto en que estamos destinados a estar, que las cosas estaban predestinadas a ser o a existir desde el momento en que la causa surgió. Y así, como se cree que la vida está fríamente calculada, también se cree en la existencia de almas destinadas, estas que viajan a través del tiempo adoptando diferentes formas y colores hasta encontrar a su otra mitad. Almas que en sus primeras vidas se amaron con tanta intensidad y a tal magnitud que terminan uniendo todas sus siguientes vidas.

Hay almas que nunca debieron ligarse una a la otra, y otras que siempre estarán destinadas a encontrarse, o, harán todo lo posible para irse en avalancha contra el destino de ser lo contrario. Almas que están destinadas a buscarse y encontrarse una y otra vez en todas sus vidas, y abonarle un poco de amor a su historia por cada trazo de caricias depositadas; a aprender a amarse de todas las formas posibles, a través del dolor, de la felicidad, o del caos, pero al final del día, ellos serán los que decidan si su amor sigue siendo tan fuerte como para resistir a todas las avalanchas, o, se derrumbaran como el muro de Berlín.

— ¿Por qué no dices nada?— preguntó Jungkook sintiendo como dos lagrimas bajaban por sus mejillas. Taehyung aún no había dado una respuesta a su pregunta, y el alfa sentía que su vida dependía de dos simples letras—. ¿Tae...?

— Yo...— Jungkook se asustó ante la connotación en su rostro—. No...— se miraron— No creí que esto necesitará respuesta.

— Entonces...— anticipó su felicidad hasta escuchar una respuesta conclusa del omega.

— ¡SÍ!— se lanzó en sus brazos, rodeando el cuello del alfa con sus manos y quedando sentado en sus muslos, Jungkook lo abrazó con la misma intensidad. Se alejó para quedar cara a cara—. Por supuesto que quiero que seas el padre de mis hijos, no podría imaginar algo diferente, il mio alfa.

— ¿Que dijiste?— sonrió y besó su mejilla.

— Que no podría haber imaginado algo diferente— repitió.

— Sí, pero, lo último que dijiste— se quedó a la espera de que Taehyung lo repitiera.

— ¿Il mio... alfa?— preguntó con duda, y al notar la levemente curvada sonrisa del alfa, supo que eso era—. Il mio alfa.

— ¡Rayos! Te escuchas tan sexy hablando italiano— lo dio un beso rápido— Dilo de nuevo— susurró.

— ¿Es una clase de fetiche?— sonrió ladino.

— Taehyung, tú simple existencia es mi fetiche. Cada vez que te toco— acarició su mejilla y Tae cerró los ojos—, cada vez que te hago mio, te beso, o que simplemente te miro, haces que se estremezca cada parte de mi ser— pasó su dedo por los labios carnosos del omega—. Mio...mio, solo mio.

Taehyung se estremeció en cuanto sintió las firmes manos del alfa estrujar su glúteo izquierdo acercándolo a su pelvis, mientras hacía con su lengua lo que solo el azabache sabía hacer, volverlo loco, y arrebatarle lo moderado. Se movió un poco y solo eso fue suficiente para activar al alfa. Se alzó unos pocos centímetros y estiró su larga pierna hasta dejar al alfa entre sus piernas. Se sentó encima del miembro del alfa, y todavía por encima de la ropa Jungkook podía sentir que el omega ya estaba mojado, y podía asegurar, que su agujero lo estaba llamando.

— Taehyung...— fue interrumpido por un eufórico beso proporcionado por Taehyung mientras apretaba su cara para mantenerlo inmóvil.

— Quiero ser tuyo— dijo entre beso— déjame ser tuyo nuevamente— susurró en sus labios.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now