C24

24.5K 3.1K 2.2K
                                    

Taehyung se dio cuenta de la carcajada involuntaria que soltó por la caída de Jungkook. Y tapó su boca, intentando dejar de reír, pero aún así, debajo de su mano seguía una leve risa. Y es que de verdad, desconocía totalmente la razón por la cual le hacía tanta gracia. Pero era inevitable.

— ¿Vas a seguir burlándote, o me ayudarás a levantarme?— preguntó con una tono de molestia falso.

Tae intentó desvanecer su sonrisa, pero fracasó en el intento— Lo siento.— dijo entre risa. Le ofreció la mano para que Jungkook la usará de soporte y se levantará.— Sujétate, te ayu...— gritó leve cuando Jungkook sin previo aviso tomó su mano y lo jaló para que Taehyung cayera encima de él y no se hiciera daño. Luego se giró para quedar justo encima del castaño.

— Ahora estamos los dos en el suelo.— exclamó victorioso.

— Eso es jugar sucio.— tenía las manos en el pecho del alfa, mientras que el antes mencionado sostenía su peso con sus brazos a cada lado del castaño.

— A mi me gusta jugar sucio.— le insinuó con media sonrisa lasciva— En todo sentido.

— ¿Como logras llevar cada conversación, sin importar de que trate, hasta lo sexual?

— Es un don, supongo.

— Un defecto, querrás decir.— giró los ojos.

Se quedaron varios segundos en silencio, mirándose el uno al otro, sin decir ni una palabra. El castaño notó las intenciones del alfa, y lo evadió.— Debemos irnos. La noche ya está aquí, y está haciendo bastante frío.

— Sí.— se levantó. Pero el omega se quedó en la misma posición en la que estaba debajo del alfa. Mirando hacia el cielo. No podía negar que el cielo era el mismo para todos, pero en cada lugar era diferente. La noche estaba llena de estrellas, y la luna estaba casi llena, perecía que le estaba brindando una hermosa sonrisa. El cielo se veía hermoso desde ese punto de vista, pero se dio cuenta de algo... se veía mucho mejor cuando el rostro de Jungkook estaba justo en medio de todo ese hermoso escenario. Con sus ojos negros, mirándolo con tanta devoción.— Levántate. Debemos irnos.— le ordenó el azabache.

— La noche... esta hermosamente estrellada— dijo suave. El azabache miró hacia arriba. No se había preocupado en mirar el cielo, porque lo único que quería ver, estaba debajo de él, acostado en la vieja madera de aquel puente. Bajó la mirada y lo miró. Como los ojos le brillaban al ver el cielo, y cómo la luz de la luna lo hacía lucir aún más hermoso de lo que ya era.

— Sí, es hermoso.— pero no se refería al cielo, y Taehyung no se dio cuenta. El castaño se levantó.— ¿Te ayudo?

— No, esta bien. Puedo sólo.— se levantó y se limpio, por si se había ensuciado al estar acostado en la madera.— ¿Donde está el auto?

— No hay necesidad, el pueblo está muy cerca.— exclamó, para después empezar a caminar.

— ¿Dormiremos aquí? Pero la fiesta es mañana. No quede en nada con Cecilia ayer...— el azabache se detuvo de repente y Tae chocó contra su espalda. volteó. Acarició su mejilla con la punta de su pulgar. Flotando suavemente de arriba a abajo.

— Te veras hermoso en cualquier cosa que te pongas.— se giró para continuar caminando.—Además, llegaremos muy temprano en la mañana. No te preocupes. Ya pacté todo con Cecilia.— Taehyung no tuvo más remedio que seguirlo. Caminaron de regreso al pueblo. El azabache caminó delante durante todo el transcurso. Porque, por más que intentó frenar su paso, el castaño parecía evitar alcanzarlo y caminar a su lado.— Llegamos.— indicó cuando llegaron a una pequeña casita. Tocó la puerta.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu