Luego de un accidente en la empresa, el CEO Jeon Jungkook debe guardar reposo y mantenerse alejado de todas las presiones que implica su trabajo. Su madre le recomienda salir en citas para distraerse, sin embargo, él se niega a tener nuevamente una...
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Ambos estaban recostados sobre las mantas, mirando las estrellas, abrazados como si nada más a su alrededor importara. Yeonu mantenía su cabeza sobre el pecho de Jungkook, podía escuchar con claridad el sonido de su corazón latiendo, sentía sus respiraciones tranquilas y relajadas. Para ella poder sentir que Kook estaba ahí a su lado en completa tranquilidad era lo mejor del mundo.
Alzó la mirada para verlo y se encontró con esos ojos hermosos que tanto amaba por la gran galaxia que mostraban. Ahí fue que se percató que mientras ella observaba el cielo nocturno de Busan, Jungkook sólo la veía a ella, admiraba lo bonita que era y dentro de él agradecía por haberla encontrado.
Su noviazgo había ido demasiado rápido pero ambos sentían que eran almas gemelas, eran la otra mitad del otro y estaban en lo cierto, por que Jungkook la quería sinceramente y ella a él. Tendrían todo el tiempo del mundo para seguir compartiendo y encontrando cosas nuevas en la vida del otro.
—Me encanta como brillan tus ojos —pronunció Yeonu con una sonrisa.
—Brillan así porque te estoy viendo a ti —besó su frente.
—Que tierno —acarició su mejilla con ternura. —Eres tan adorable.
—No soy nada adorable —bromeó. —Soy todo un chico malo, ¿Acaso no ves mis tatuajes y mis perforaciones?
—Oh claro que los veo, señor Jeon —se separó levemente. —Lamento ofenderlo, de ahora en adelante lo trataré como el chico malo que es. Y como los chicos malos no necesitan abrazos... —se separó un poco más.
—Ya me cansé de ser un chico malo, ven aquí —de un ágil movimiento la jaló de la cintura para volver a tenerla entre sus brazos.
Yeonu rió y entrelazó su mano derecha con la izquierda de Jungkook. La observó detalladamente, sus largos y finos dedos, las venas que resaltaban sobre su piel y sobre todo el anillo de compromiso que ella había comprado para él y que sin duda le quedaba a la perfección.
—¿Te digo algo? —dijo mientras veía su mano. Jungkook asintió. —Siempre me gustó como se ven las manos de un hombre con el anillo de matrimonio y ahora veo tu mano con el anillo de compromiso y pienso que es realmente bonita, me encanta como te queda.
—Lo mismo digo, a ti también te queda de maravilla —Kook tomó la mano donde Yeonu tenía su anillo. —Me gusta esto, ¿sabes? Ambos tenemos un anillo de compromiso y los dos tendremos uno de matrimonio.
En ese instante una brisa muy helada e inesperada los golpeó.
—Uuff comienza a hacer frío.
—Sí... —Kook suspiró. —Será mejor que volvamos al departamento.
Sin más, ambos comenzaron a recoger todas las cosas que había, las mantas, las luces, las velas y los platos vacíos donde se encontraba la comida que anteriormente habían consumido.
