Luego de un accidente en la empresa, el CEO Jeon Jungkook debe guardar reposo y mantenerse alejado de todas las presiones que implica su trabajo. Su madre le recomienda salir en citas para distraerse, sin embargo, él se niega a tener nuevamente una...
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Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Poco a poco las preparaciones para la propuesta estaban casi listas y el plan de Hana iba viento en popa.
Su idea consistía en algo demasiado sencillo pero bonito, a su padre no le gustaban las cosas extravagantes o demasiado costosas a pesar de tener el dinero suficiente como para comprar un Jet privado y viajar a Europa. Él se mantenía dentro de lo normal, por lo tanto Jae Woo, Hana y Youngsu planearon una cena romántica en la azotea de su edificio.
Colocaron una tira de luces que darían una iluminación muy tenue, una manta con cojines en el suelo para simular un picnic y gracias a que no hacía demasiado viento esa noche pudieron utilizar algunas velas.
Mientras los chicos se encargan de decorar la azotea, Yeonu se dispuso a cocinar unas deliciosas brochetas de cordero para deleitar el paladar de su pareja. Cuando terminó se dirigió al baño para ducharse y arreglarse, quería estar lo más bonita posible ya que sería una gran noche.
Se puso una blusa negra de manga larga con un hombro descubierto, una falda de cuadros beige y unos tacones negros bajos para estar cómoda. Se maquilló como lo hacía todos los días, solo agregó un poco más de tinta en sus labios para hacerlos más llamativos de lo normal y cuando terminó de alistarse, salió del departamento para encontrarse con los chicos.
Al abrir la puerta de la azotea se impresionó con el excelente trabajo que sus pequeños habían hecho, ese lugar parecía estar lleno de magia. El cielo estaba despejado sin ninguna nube por lo que podrían apreciar las estrellas una vez que cayera la noche.
—Wow, mamá —Hana se acercó a Yeonu. —Te ves increíble.
—¿Creen que le guste a su padre? —se puso timida.
—¿Gustarle? Le vas a encantar —Hana la tomó de un brazo para recargar su cabeza en el hombro de su mayor.
—Es cierto, te ves muy bonita —Agregó Jae con timidez.
—Nuestra mamá es hermosa —Young corrió hacía ella y se abrazó de sus piernas.
—Ya está todo listo, solo nos queda esperar a que papá llegue —Hana se enderezó. —Bueno, tú lo vas a esperar.
—¿Yo? ¿Qué hay de ustedes? Pensé que estarían con nosotros.
—¿Y ser las moscas en el pastel? —Jae rió levemente. —No, les daremos su privacidad. Nos iremos a pasar la noche con los abuelos, mañana es domingo así que no habrá problemas con la escuela.
—Le pedimos al chofer que nos llevara así que no te preocupes por absolutamente nada, concéntrate en pasar bien esta noche. Ambos de lo merecen.
Yeonu se sintió tan conmovida que no dudó ni un solo segundo en abrazar a ese pequeño trío, en tan poco tiempo los tres mini Jeon se ganaron un lugar muy especial en su corazón y ahora más que nunca estaba segura de que quería pasar el resto de su vida junto a ellos.
