✞ 23. Dime Tu Nombre.

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     Una desesperante llovizna caía del cielo

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     Una desesperante llovizna caía del cielo. Era demasiado lenta como para huir de ella, pero demasiado constante como para aguantarla. Parecía tener la intención de torturar sin generar un dolor instantáneo. En el momento en el que ingresaron al departamento, los recorrió un escalofrío, se espabilaron y soltaron una risita antes de quitarse los abrigos y los zapatos.

     La canción "Fix You" los recibió, los envolvió con su melodía animada y su letra entrañable que, a pesar de no entender por idioma, ya la tenían impresa en la memoria.

    —Mimi —llamó Seokjin, al tiempo que sacaba de la bolsa de compras sus dulces favoritos—. Mimi ven aquí, te traje algo.

    —Creo que está en el baño, Hyung. La música viene de ahí —dijo Jungkook mientras abría un paquete de galletas de chocolate.

    —¿Sí? —Esbozó una sonrisa—. ¡Mimi, ya estamos aquí! —gritó—. ¿Puedes ir a golpearle la puerta? Parece que no escucha.

    Jungkook echó la cabeza hacia atrás y rodó los ojos antes de levantarse. Pasó las puertas corredizas, que separaban la sala del resto del departamento y un horrible presentimiento se instauró en su corazón ingenuo. El piso de madera estaba encharcado por un agua tenuemente tintada de rosa.

    —¿Mimi? —preguntó, temeroso.

    Y aunque evitó empaparse las calcetas blancas, hubo un momento en el que tuvo que meter los pies en el agua. Dio tres toques suaves en la puerta y volvió a decir «¿Mimi?». No hubo respuesta, así que intentó girar la perilla, pero estaba asegurada.

     —¿Qué pasa? —Seokjin asomó la cabeza desde el otro lado. Su expresión sonriente se desplomó y le abrió paso a la preocupación. Atravesó el pasillo sin mediar e intentó abrir la puerta—. ¿Mimi? —Llamó en voz alta. Golpeó la puerta con la mano izquierda, mientras que con la derecha seguía forcejeando el pomo—. ¿Jimin? ¡Jimin, abre la puerta!

     Jungkook retrocedió, temeroso, observando la madera con los ojos tan abiertos que parecía que iban a saltarle fuera. Seokjin, al no encontrar respuesta, comenzó a golpear la puerta con su hombro con ferocidad, soltó varios gruñidos oscilantes entre frustración y dolor, hasta que el seguro se quebró. Una agonía palpable cubrió la escena.

     Y entonces, en ese momento se reveló ante los dos el peor de los escenarios: Jimin yaciendo en la bañera como una marchita rosa blanca, lleno de sangre, con la cabeza y el brazo izquierdo descolgando en una orilla, el cabello empapado goteando en el suelo y las piernas perfectamente flexionadas una sobre la otra, como si hubiese sido acomodado por un artista gótico para una exposición de arte plástico reflexivo.

     —No... —susurró Seokjin—. No..., mi niño. —Su respiración se agitó como si fuese un ave alzando vuelo. Se palmeó las piernas para sacar su teléfono, pero no lo llevaba encima—. K-Koo... —El pecho empezó a subirle con sobresalto—. Lla-llama a una ambulancia. ¡Rápido! —gritó—. ¡Trae mi teléfono y llama a una ambulancia! —Al no recibir respuesta, se giró y lo vio estático, con unas lágrimas automáticas desbordándosele de los ojos.

PRAY FOR ME ✞ yoonmin, taekookvWhere stories live. Discover now