Yoongi busca aniquilar a los agresores de su novio Jimin, mientras su cuñado Jungkook trata de conquistar a Taehyung, un hijo de pastor.
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Tras haber sido encerrado en terapia de conversión...
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Jungkook le pinchó la mejilla. Taehyung en respuesta lo manoteó como si espantara a una mosca y se echó hacia atrás. Rodó los ojos con el ceño fruncido y soltó un gruñido bajo, exasperado.
—¿Por qué estás molesto?
—No me toques —respondió, dando media vuelta para dirigirse a la compra de palomitas.
—¡Espéranos! —exclamó Jungkook con dramatismo mientras corría en cámara lenta agarrado de la mano de Sunoo, que lo imitaba en todo, como un fiel discípulo.
Taehyung había tenido una mañana horrible. A pesar de haberse ido a la cama con el mejor ánimo para pasar el sábado con Jungkook, despertó temprano por una pesadilla espantosa. En ella El Señor levantaba a La Iglesia y por más que él corría para alcanzarlo, acababa quedándose en la tierra, condenado por la eternidad.
Con el corazón desembocado se dirigió a la cocina. Su familia aún dormía, lo que significaba que eran menos de las seis. El único despierto era Namjoon, estaba arrodillado en un sofá, con una vieja manta en la espalda, que lo hacía lucir como un armadillo. Le preguntó por qué había despertado tan temprano, y cuando le contó la pesadilla, le dijo:
—Es un simple recordatorio para fortalecer la vida con El Señor, ¿ya oraste? —inquirió aún de rodillas. Taehyung negó—. Ora. Quizá El Señor te está advirtiendo para que corrijas algo.
—¿Entonces crees que me voy a condenar? —preguntó, indignado, cruzándose de brazos. Namjoon respondió que jamás creería eso, sino que quizá estaba por hacer algo indebido y El Señor quería advertírselo—. Iré a orar —dijo después de tomar un tazón de leche con granola y frutos secos.
Al terminar de orar, organizó la habitación y preparó la ropa que se pondría para encontrarse con Jungkook. Se decidió por un blazer casual color caqui, unos pantalones claros y una camiseta de botones café oscura. No planeaba llevar su ropa más favorecedora porque no había nada ni nadie para impresionar.
Salió de nuevo al comedor, sus padres ya estaban despiertos. Platicaban amenamente. El pastor y Namjoon en la mesa, y su madre en la cocina. Taehyung se unió a la charla, comentaban sobre los amigos y simpatizantes, por lo que de forma inevitable salió el nombre de Jungkook.
—Me enteré de que es... —Namjoon hizo un gesto burlesco, que les indicó que era gay. Taehyung tragó antes de desviar la vista. Su madre, sorprendida, le preguntó desde la cocina cómo lo sabía—. La hermana Choi me contó que hace poco, cuando llevaron a Soobin al hospital, los atendió una enfermera muy amable. Entre charlas ella les contó que tenía un hijo llamado Jungkook. Soobin se lo describió físicamente y concluyeron que era el mismo.
—¿Es hijo de una enfermera? —preguntó su madre. Namjoon asintió. Para Taehyung no fue sorpresivo, Jungkook solía mencionar a su madre y ya conocía su profesión—. ¿Y cómo supieron eso?
