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Capítulo 7. No es una tontería

Capítulo 7. No es una tontería

Nino:

Me miro de pies a cabeza en el espejo del ropero una vez más que me vea decente y creo que realmente lo logro. No me veo nada mal y creo que para salir en un domingo al centro comercial está más que perfecto.

Una playera polo de cuello en V con solo dos botones al principio, color azul marino, una bermuda de mezclilla negra y tenis blancos. Casual, pero decente y me veo bien, al igual que mi cabello alborotado que cubre un poco mi frente, la cual ya ha sanado de la pequeña cortada que me provoque en el salón de cocina.

Reviso mi celular de nuevo y aun no recibo ningún mensaje de Marshall para poder salir de casa, razón por la que Stefan me mira desde la puerta de mi habitación cuando entra, examinándome de pies a cabeza sorprendido en toda la expresión de su cara.

No es raro, mira que yo también lo hago.

—¿De verdad eres, Nino?, ¿Dónde quedó el chico que no se arreglaba ni siquiera para salir a la esquina?

—Muy gracioso, Stefan, muy gracioso —ruedo mis ojos y acomodo un poco mi cabello viéndolo exagerar en sus expresiones.

—¿Te arreglas el cabello?

—Juro que quiero lanzarte un zapato, amigo.

—Hermano, dejaré de molestarte cuando me digas con quien saldrás.

Bufo, Stefan es molesto cuando quiere pero se le entiende, nos conocemos de años y que no le diga con quien saldré lo pone molesto.

—Te lo diré —sus ojos brillan.

—¿En serio?

—Cuando termine la...

—¿La qué?

Me quedo pensando seriamente porque estuve a punto de decir que esto era una cita, y no es una, ambos lo dejamos en claro, es una salida de amigos, sólo de amigos. Si, ¿Por qué pienso que sería una cita?, ¿Cita?, ¿Marshall y yo?, no señor, aquí no hay nada de sentimientos de parte de ninguno de los dos.

—Nada, sólo saldré con un amigo.

—Espero conocerlo, tú ya me guardas demasiados secretos desde que te reúnes con Marshall Green, ¿No crees?

—Te lo diré si todo sale bien.

—Promételo —me extiende su dedo meñique y lo tomo de inmediato.

—Lo prometo —en ese momento recibo un mensaje de Marshall el cual me dice que ya está en camino al centro comercial, por lo que me despido de Stefan, tomo mi cartera, y salgo de la habitación lo más rápido posible con una enorme sonrisa en mi rostro.

Ya quiero verlo.

***

Busco con la mirada a Marshall en el puesto de ropa que está al inicio de la plaza pero lo le encuentro, trato de encontrarlo por su altura pero no reconozco su cabellera castaña. Esto es más difícil de lo que pensé, ¿Acaso se ve tan diferente el día de hoy?

—Te estaba buscando —me volteo en cuanto escucho la voz de Marshall pero me quedo mudo cuando veo la manera en que viene vestido.

Trae una playera de tirantes blanca y encima una camisa de estampado de craquelado color azul marino que resalta los músculos de su cuerpo, una bermuda de mezclilla negro claro, una cangurera que lleva cruzada en el pecho, y tenis blancos al igual que yo. Su cabello está ondulado pero se nota que acaba de salir de la ducha por lo que se ve algo húmedo y eso tratándose de Marshall se ve malditamente sexy.