𝐈𝐕 : Bienvenido al Clubㅤㅤ

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Ser llamada junto a los demás invitados hizo que por unos breves segundos su corazón se acelera casi como si se fuera a salir de su pecho, no sabía explicar si el culpable era la sorpresa o el miedo, pero algo había ahí, latiendo frenético

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Ser llamada junto a los demás invitados hizo que por unos breves segundos su corazón se acelera casi como si se fuera a salir de su pecho, no sabía explicar si el culpable era la sorpresa o el miedo, pero algo había ahí, latiendo frenético.

Se había quedado congelada frente al primer escalón, sintiendo todas las miradas sobre ella al ser la última en comenzar a subir.

Cobarde, débil, inútil y muchas cosas más era lo que escuchaba a sus espaldas, no los culpaba, tampoco podía intentar estar molesta cuando su mente era la misma que le repetía aquellas palabras una y otra vez, haciendo que poco a poco comience a creer que aquello era verdad.

── ¿Está todo bien, Eleonor?

Escucho una voz masculina unos cuantos escalones arriba, temblorosa alzó su mirada hacia quien estaba ahí, extendiendo su mano para que la tome.
Se trataba de uno de los invitados, Markus, un muchacho de cabellera castaña y ojos azulados.

Era de un grado mayor a ella y hasta este momento no habían cruzado más de dos palabras, siendo que llevaban viviendo en el mismo pueblo prácticamente toda la vida.

La nombrada trago grueso, viendo por breves segundos su mano antes de fijarse en sus hipnotizantes ojos una vez más.

Apretó sus puños a cada costado de su cuerpo, intentando mantenerse firme en su lugar y seguir con su fachada de que estaba bien con lo que estaba sucediendo, al igual que todos.
Podría haberle sonreído, mantener una imagen calma ante el peligro, pero sabía que todo aquello se había desmoronado, así que, tras un pesado suspiro, se atrevió a responder:

── No... ── Ante esta respuesta, el muchacho frunció el ceño. Eleonor no permitió que dijera nada más antes de añadir: ── Pero ya estamos aquí, ¿qué más da?

Se esforzó por mostrar una leve sonrisa que se notaba falsa, aun así Markus le respondió de igual manera antes de decir.

── Al menos podríamos ver esto con cierto positivismo, ¿no crees?

── Tal vez...

Respondió, tan falsa como la sonrisa en sus labios, pues, ¿qué había de positivo en todo lo que estaba sucediendo? No agregó nada más luego de tomar su mano, subiendo los escalones sobrantes para encontrarse con los demás invitados que aguardaban su llegada.

Todos tenían una mirada indiferente hacia los demás, su relación entre sí era poca, pero el sentimiento de que todos estaban en un mismo peligro los unía de una manera... Extraña, por decirlo de alguna manera.

Cada paso que daban se sentía más pesado que el anterior.
A pesar de estar fingiendo confianza con estar ahí, su mente le repetía constantemente que se detuviera, que diera la vuelta y buscará la manera de escapar, pero una mezcla de fuertes emociones en su interior le rogaban seguir adelante, dejando en segundo plano todas las advertencias que una coherente versión de sí misma apuntaba cada que estaban más dentro de ese club.

𝐂𝐋𝐔𝐁  𝐃𝐄𝐋  𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎Where stories live. Discover now