Capítulo 5.

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Sus palabras fueron como un cuchillo que se clavaba en mi pecho. Sentí como si todo mi mundo se fuera a derrumbar abajo. Unas simples palabras, un solo 'Sí, me iré con ella' fue suficiente para hacerme sentir la persona con más mala suerte del mundo. ¿Por qué me dolía tanto el que él se fuera con esa chica? ¿Por qué?

Había un odioso y pesado silencio entre ambos, solo nos mirábamos a los ojos sin decir absolutamente nada. ¿Cómo es posible que este hombre me hiciera tanto daño con unas simples palabras? ¿Tanto me importaba? ¿Tanto... Me gustaba...?

«Fin Pv's Sucrette »

Ambos jóvenes se miraban, la castaña solo miraba con tristeza y decepción al pelirrojo teñido y éste no hacía más que mirarla avergonzado, por un lado no quería irse, quería quedarse y no dejarla sola. Pero por otro lado, no quería estar aquí viendo como otro chico la conquistaba, él tenía asumió ya que ella jamás podría fijarse en un chico que siempre faltaba a clases, siempre se buscaba problemas, se peleaba y que era tan indiferente con todos.

- N-No... -La castaña había roto el silencio que había entre ambos, él solo la miraba confuso, no sabía muy bien a que se refería. - N-No te vayas...

-Su...

- ¿Por qué te tienes que ir? ¿Por qué con ella? ¿¡Por qué? -Había roto en llanto, lagrimas recorrían sin parar por sus mejillas y caían de su mentón al suelo.

- Eso no es asunto tuyo. -Respondió con indiferencia y molestia, lo que entristeció aún más a la chica de ojos verdes, pero lo que no sabía, era que al pelirrojo le había dolido el haberle respondido de aquella manera tan dura.

-¡Sí es asunto mío! ¿Por qué cojones estabas con ella bajo el árbol bien abrazaditos en donde supuestamente era nuestro lugar especial? ¿¡Por qué mierda con ella!? -Le gritó, exigiendo una respuesta.

-¡Eso mismo tendría que preguntarte a ti! -Esta vez fue él, el que le gritó molesto, pero esta vez sí era de verdad. Ella solo lo miraba confundida, pero aún así tenía lágrimas que todavía recorrían sus mejillas. - ¿¡Por qué coño estabas abrazada a ese tipo bajo ese árbol el primer día que llegó!? -Ella mantenía su boca entreabierta ante aquella pregunta, no sabía que Castiel los había visto. - Así que tú no me vengas a pedir explicaciones porque yo no te las pido a ti... Tú y yo no somos Nada, ¿Me entendiste?

Había llegado al blanco, Sucrette se había quedado callada e inmóvil. Sus lágrimas no cesaban y sus ojos ya los tenía bastante hinchados. Castiel solo la miraba un tanto molesto o eso le quería hacer ver a la muchacha, porque por dentro, decir eso fueron como miles de cuchillos clavarse en su corazón, uno tras otro.

El pelirrojo dispuesto a irse, pasó por aún lado de la castaña que aún lloraba y miraba en la misma dirección y sin decir más, se fue de aquel lugar dejándola sola. De verdad le dolía comportarse de esa manera con ella, pero no tenía otra opción, no quería hacerle más daño de lo que ya estaba haciendo.

Al llegar afuera se encontró con una Debrah echa una furia, estaba molesta porque Castiel se había ido a hablar con Sucrette, pero este no le habló ni le hizo caso, solo hizo con mohín de molestia, volviéndose a sentar bajo el árbol. Alcanzó a ver como aquel chico llamado Viktor entraba solo a la escuela, y de tan solo pensar que quizá iría a ver a su chica, le molestaba.

Por otro lado, estaba Viktor en camino a su próxima clase en el segundo piso, pero antes de pisar el primer escalón de la escalera, escuchó a alguien llorar. La curiosidad le ganó y fue hasta donde provenían los sollozos y vio que era en el sótano, al entrar, solo vio a Sucrette llorando; sentada en el piso con su espalda contra la pared, abrazando sus piernas las cuales estaban flexionadas y su cabeza inclinada hacia adelante, escondiendo su rostro, con su frente apoyado en sus rodillas.

Fue acercándose lentamente a ella, la cual aún no se había percatado de su presencia, no hacía más que llorar. Una vez frente a ella, se puso de cuclillas y posó sus manos sobre los de ella, haciendo que se sobresaltara del susto. Su' solo lo miró con sorpresa, no se lo esperaba para nada. Pero para ella solo fue un fuerte impulso el abalanzarse contra él y aferrarse a su cuerpo, llorando en su hombro, para él no fue sorpresa, en realidad esperaba aquella reacción de ella, así que solo la abrazó con fuerzas, haciendo que ella llorara con más ganas. Ni se limitó a preguntar lo que le pasaba, suponiendo la razón; El pelirrojo tiene la culpa. Pensó.

«Pv's Sucrette »

Ya han pasado un más de una semana de lo ocurrido y yo aún estaba con esa presión en mi pecho, estaba inquieta, no tenía ganas de nada, no bebía mucha agua, el apetito era cada vez menos. Mis amigos vienen a verme todos los días, sobre todo Viktor el cual era el que más se preocupaba. Aunque estaban mis padres, siempre se quedaba en mi casa hasta que yo me dormía y luego se iba, aunque luego regresaba a la mañana siguiente a hacerme desayuno, pero yo casi no comía mucho, pero él me obligaba a hacerlo.

-Su, come, no debes descuidarte, el médico dijo que debías comer más o volverías al hospital. -Me regañó.

-Sí... Sí... -Yo de mala gana me puse a desayunar y aunque no tenía hambre, estaba obligada a comerme todo lo que había preparado Viktor; Un jugo de naranja, tostadas con huevos revueltos, un poco de café por si es que quería beber y fruta picada. -Oye...

-¿Sí?

-¿Por qué siempre te molestas en venir cada mañana y quedarte hasta que me duerma? Yo creo que tienes cosas más importantes que hacer que estar aquí... -Dije algo desanimada. Él siempre ha sido un chico muy ocupado, no creo que estos días sean la excepción.

-No tengo cosas que hacer. -Yo lo miré un tanto confundida. - Además, estoy aquí porque estoy preocupado, porque de verdad me importas.

-Viktor...-Solo me quedé mirándolo por un breve momento y él hacía lo mismo. Luego di un pesado suspiro y dejé la bandeja en la mesita de noche, y me acomodé sentada en la cama, con ambas manos en mi regazo. - Sabes muy bien que yo no puedo corresponderte de esa manera...

-Lo sé, lo sé. -Él bufó algo molesto y cansado, recargando su espalda en el respaldo de la silla en donde se encontraba sentado a un lado de mi cama. -Solo... Me gustaría que me dieses una oportunidad más, no te arrepentirías...

-Tú sabes que a mí me gusta otro chico...

-El pelirrojo que se irá de gira con esa chica, y por lo que me dijiste él no piensa cambiar de opinión. De verdad, ¿Por qué no me das una oportunidad? Quizá ni vuelva ese tipo, no tienes por qué esperarle toda la gira. Puede que dure meses o un par de años, ¿Para qué te molestas en esperarlo?

-...

-...

-...

-...Su...Lo siento... No quería decir eso... -Él se levantó del asiento y se sentó a un lado mío en la cama y se acercó a abrazarme aunque yo no me inmuté a separarme de él o a evitar que me abrazara. Solo... Me dejé llevar. - Solo es que... No sé cómo no te das cuenta aún de lo mucho que me gustas, de lo mucho que te amo, ¿Cómo no te das cuenta de eso?

-Viktor...

-Y no me digas que me odias por lo que ocurrió hace ya un par de años, porque eso No fue mi culpa, no lo fue... -Poco a poco pude sentir como mi hombro se iba humedeciendo, ¿Él estaba llorando? ¿De verdad...? La última vez que lo vi llorar fue en la muerte de su padre, pero desde esa vez nunca más, siempre se vio como un chico rudo. ¿Tanto me quiere para llorar por mí? - Por favor... Debes creerme...

Lo separé de mi tan solo unos centímetros para poder mirarle y al hacerlo, vi aquel Viktor de hace ya años llorando como un niño pequeño el cual perdió a su querido padre. No sé si debería... - Prométeme algo...

-Lo que sea... ¿Qué es? -Me preguntó, aún con lágrimas en sus ojos.

-No me dejes sola... -Pedí, sintiendo como ahora eran mis ojos los que se humedecían, aunque lágrimas no se hicieron presentes en mis mejillas, porque Viktor había limpiado las mismas con su pulgar antes de que pudiesen caer de mis párpados.

-Jamás te dejaré... Lo prometo...

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Where stories live. Discover now