Capítulo 03

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Enfermedad. Moosemon dedicó los siguientes días a investigar la procedencia de la afección a la que Cherrymon se refería. Los síntomas, cada vez más palpables, representaban la única pista tangible que tenía; lo que tampoco era mucho... Se tratase de un virus o un programa fallido, no estaba dispuesto a observar el funesto desenlace sin intentar detenerlo. Estaba dispuesto a llegar hasta el fondo del asunto.

En colaboración con Ukomon, aunque en líneas de investigación separadas, el alce se dirigió a todos los escenarios que estaban afectados por este acuciante mal. En primer lugar fue conducido a la zona habitada, mayormente, por los insectos digimon; la más amplia y extensa del bosque. Allí los percances eran menores: una corrosión que devoraba la madera de los árboles y la aparición de un objeto de extraña procedencia.

—¿Qué sucedió?

Digimon de nivel Infantil y atributo Virus

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Digimon de nivel Infantil y atributo Virus.

—Estábamos durmiendo en nuestras camas tranquilamente cuando escuchamos un fuerte estruendo.

De nombre Kunemon, se trataba de una larva amarillenta de rallas negras en el lomo, sin ojos, pico pequeño y con un afilado aguijón en el extremo de su cola. 

El enjambre de insectos, ya de por sí fatigados por las altas temperaturas, reflejaba un visible cansancio en su aspecto físico, con sus antenas lacias y el brillo de sus aguijones ausente. Los capullos de seda multicolor donde dormitaban ondeaban entrelazadas sobre sus cabezas a causa del ligero viento que agitaba las ramas. La incertidumbre en torno a la erosión de la madera les mantenía indefensos a la espera de averiguar si podrían regresar.

—¿Cuándo sucedió? —Moosemon se acercó precavido a un árbol para examinarlo.

—Poco antes del amanecer...

A simple vista nada podía verse más que la infecta negrura que se extendía lentamente, no obstante de ella emanaba un pequeño hilo gaseoso de datos corrompidos que terminaban formando bloques de basura digital tan oscuros que su propia imagen recordaba a la Dark Area, o la descripción que tenían de ella.

—No lo toques —intervino un Kunemon cercano—. Es peligroso.

Los bloques, arrastrados también por la ventolera, impactaban contra otros elementos del bosque y al hacerlo propagaban la infección... Pronto todo Spiritua-Land estaría expuesto.

La amenaza era real y más peligrosa de lo que hubiera sido capaz de prever. «Ni todos los conocimientos de Cherrymon podrían poner remedio», pensó. Aquel mal le sobrepasaba como la corriente desbocada del río en época de lluvias... Si querían hallar una solución tendrían que recurrir a fuentes más poderosas, con mayor amplitud de recursos para tratar de dar con una solución efectiva.

—¡Corchodiendas! —asteó a la nada frente a él.

El Mundo Digital disponía de diversas y representativas figuras que, divididas en diferentes escalones jerárquicos, se encargaban de mantener la paz en nombre de Yggdrasil: los Tres Ángeles Digimon, seguidos por los Caballeros Reales. Los más poderosos en cambio, las Cuatro Bestias Sagradas, vagaban libremente exhibiendo una neutralidad pura. Ellos representaban el último recurso, en comunión con sus Devas, en caso de que las fuerzas anteriores fuesen incapaces de resolver los problemas. Por último se encontraba Yggdrasil, el ordenador central, aunque pocas habían sido las ocasiones en las que se había visto obligado a intervenir.

Digimon: Dawn KnightsWhere stories live. Discover now