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Timothy abrió los ojos al sentir como si una piedra le hubiera caído directo en la cabeza. Fue un sueño vívido, pero de alguna manera igual no podía creerlo.

Volvió la cabeza con una cara en blanco, pero solo pudo la ventana y las gruesas cortinas de terciopelo rojo. Estaba acostado semidesnudo en una cama grande. Más tarde se dio cuenta de que no estaba en su propia habitación.

"Ay, mi cabeza…"

Le dolía la cabeza porque había bebido como un loco anoche. Presionó su frente, sus sienes y buscó a tientas en el asiento a su lado. Obviamente no había nada que atrapar.

"Te fuiste..."

Como era de esperar, Mathias ya no estaba allí. Bueno, ya habían terminado de beber y seguramente sería difícil encontrarse cara a cara en una situación como esta cuando ni siquiera eran novios o tan siquiera amigos.

Timothy miró el lugar vacío a su lado, luego se dio la vuelta y se derrumbó en la amplia cama gritando: "Aaaah", gimiendo y peinando su cabello hasta dejarlo más desordenado que al inicio. Cerró los ojos con fuerza y ​​volvió a rumiar. ¡El chico con cabello negro a quien conoció mientras asistía a la academia era Mathias! El niño con un rostro inmaculado y mejillas redondas.

¡Sí era!

Lo conoció justo antes de la graduación y lo cuidó durante aproximadamente un año. No acudía a Timothy con tanta frecuencia porque era tímido, pero si podía decir que estaban al nivel de ser "buenos amigos". Le enseñó de matemáticas, lenguas, le mostró más sobre esgrima y ocasionalmente se saludaban con la mano cada vez que se encontraban en los pasillo del edificio. Ahora que lo pensaba, los ojos del chico eran verdes. No se veían como ojos verde oscuro, parecían estar más cerca del verde claro como el verde del pasto pero de todos modos, que los dos fueran la misma persona lo estaba volviendo loco ¡Pensar que el joven que se rió inocentemente y corrió hacia él como un pollito era la misma persona que ese estúpido de Mathias Falise del norte!

Timothy hundió la cara en la almohada.

"Así que por eso actúas así..."

Conocía al chico desde hacía un año. No es que Timothy estuviera molesto o se distanciara de él por su propia voluntad, sino que él dejó de ir a la escuela. Ahora que lo pensaba, a su familia no pareció gustarle mucho el rumbo que el niño estaba siguiendo en la academia, y estaban listos para llamarlo al norte en cualquier momento. Después de todo, él dijo que su padre iba a llevarlo a casa ante la menor falta así que...

"Así que desapareció."

También recordó la historia que le había contado el mayordomo y el retrato de Mathias Falise durante sus días de academia. Dijo que solo estudió durante unos dos años y luego regresó al norte. Él estuvo 5 años completos y tan pronto como se graduó, regresó a la finca y dirigió la empresa de las especias con su hermano mayor. Desde entonces, había estado ocupado desde la mañana hasta la noche, por lo que se olvidó rápidamente de la relación que tuvo con el niño. Además, Mathias, que era suave durante los días de la academia, ahora había dado un cambio de 180 grados. ¡Siempre le pareció un gato listo para darle un arañazo en la cara! Aún así, no podía evitar sentir arrepentimiento por lo que hizo ¿¡¡Por qué lo recordaba ahora!!? ¿Por qué no antes? Aunque ¿Hubiera hecho alguna diferencia si lo hubiese sabido de antemano?

"Por eso estaba tan enojado cada vez que nos reuníamos durante la temporada social…"

Timothy levantó la cabeza enterrada en la almohada y dejó escapar un suspiro bastante aterrador. Sintió que su cerebro estaba dando vueltas para todas direcciones y que estaba a punto de vomitar. Y estaba seguro de que debía ver a Mathias Falise y hablar de ello lo más pronto posible.

Entonces Timothy volvió a ver la ventana. La luz del sol se abría paso a través de los cristales y se vio bastante diferente del ambiente al que estaba acostumbrado en primer lugar, que era generalmente pálido debido al reflejo de la nieve.

Timothy se levantó. Afortunadamente, había recogido unos pantalones la noche anterior mientras limpiaba a Mathias así que no tenía que preocuparse por eso. Se acercó a la pared y abrió la boca ante el paisaje exterior:

"¿Pero qué de...?"

Afuera, el campo de nieve donde sus pies se habían hundido hace unos días, ahora estaba completamente derretido.

El gran duque del norte, es lindo (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora