De esta forma, la gente del "Mercader de Quintbeck", que venían directamente desde el sur, terminaron alojándose en el castillo del duque Falise durante esa noche.

El edificio de piedra con techo puntiagudo, apilado con ladrillos gris oscuro y techos enormes, era de un tipo que no se veía en absoluto estando en el sur. La tranquila y antigua casa, como si mostrara la historia de la familia Falise, se veía bastante majestuosa en la tormenta de nieve blanca, y también, había resultado ser más cálida y confortable de lo que pensó en primer lugar.

Y así, a horas de caminar a través de una ventisca en medio de la noche, Timothy pudo olvidar sus preocupaciones por un rato y dormirse tan pronto como entró en la cama y se cubrió con todas las mantas afelpadas que le había dado el mayordomo. Y cuando amaneció, a primera hora de la mañana, y miró hacía afuera, para su mala suerte resultó que la nieve seguía allí.

Y en realidad había empeorado.

Timothy quitó el tapiz que colgaba sobre la ventana y miró hacia afuera. Había sido la misma escena durante varias horas pero ya antes había escuchado que la nieve era más fuerte en el norte que en cualquier otro lugar. Luego pensó que no debería haber venido hasta aquí y se lamentó por ser un líder tan estúpido.

"Parece que nevará durante una semana..."

Timothy se quedó mirando el interminable paisaje blanco, luego suspiró con todas sus fuerzas y se llevó las dos manos a la cabeza en un impulso violento. Mathias Falise les dio a los sureños dos habitaciones grandes, una para sus amigos y otra para él. La suya estaba en el tercer piso, en el extremo derecho y la de Mathias en el extremo izquierdo. Parecía que tenía la intención de abrir tres cuartos más para ellos así que eso significaba que él también sentía que esto iba a ser bastante largo. En cualquier caso, le pareció importante no ir en contra de lo que estaba planeando Mathias porque, a fin de cuentas, él era el dueño y también tenía un mayor rango que él.

"Ya no queda de otra..."

Abrió la ventana y cerró los ojos ante la sensación de bienestar que le dio sentir el viento frío que soplaba a través de los cristales para despeinarle el cabello. Y fue cuando estaba pensando en lo que haría para pasar el tiempo que...

"¿Anthony?"

Vio una figura familiar caminando por la nieve. Era Anthony, el más joven en su equipo. Y parecía dirigirse directo hacía el establo.

Timothy salió de la habitación sin pensarlo demasiado porque, aunque Anthony era el hombre a cargo de los caballos, tenía muchas preocupaciones porque acababa de cumplir los 17 el mes anterior. Era un niño y él era su jefe y no podía permitirse perderlo de vista tan como si nada.

Caminó a lo largo del campo de nieve blanca y pronto llegó hasta el pequeño establo que era administrado por el personal del castillo. Los caballos de su gente estaban amarrados allí en una perfecta línea recta.

"Anthony..."

Cuando llamó su nombre, el caballo color trigo y el joven pecoso que estaba hurgando en la comida se dieron la vuelta.

"¿Señor? ¿Qué hace aquí?"

"Viendo que no estás en la cama."

Lo único que sabía era que el joven tenía una especial predilección por los caballos así que debió haber venido aquí para alimentarlos o ver que ninguno estuviera enfermo. Timothy, naturalmente se paró junto al joven y lo ayudó con el heno.

"Solo nos quedan tres, no quiero perder a nadie más ¿Por qué salió el señor cuando debería estar descansando?"

"Estoy aburrido de quedarme en mi habitación. Dormí profundamente y ya estoy muchísimo mejor ahora. De todos modos, ¿Qué tal están ustedes? ¿Todo está bien?"

El gran duque del norte, es lindo (Traducción Finalizada)Where stories live. Discover now