El día siguiente fue el doble de aburrido.

Timothy regresó a su habitación después de mirar a sus subordinados, comió el pan de maíz y la sopa que le dio el mayordomo y se durmió temprano.

Comer, dormir, comer, dormir.

En el norte realmente no había nada que pudieran hacer cuando nevaba y como se quedaba dormido todo el tiempo, llegó un momento en que comenzó a despertar más temprano que cuando estaba en el sur. En ese momento quitaba el tapiz, se sentaba junto a la ventana y miraba por el cristal durante horas enteras. El paisaje definitivamente no había cambiado en absoluto, pero encontró que era muy divertido. Es decir, una acumulación de nieve como esta era muy rara en su lugar de origen y si no podía hacer nada para mejorarlo, entonces lo iba a aprovechar antes de que estos pequeños momentos comenzaran a sentirse como un sueño.

Observó la nieve, y luego incluso tomó un libro para matar el tiempo. No salió de su habitación en toda la tarde y en un momento determinado, llegó un mayordomo para darle vino tinto y un rabo de toro estofado que habían preparado para la comida. Y tal vez fuera porque había estado viajando aquí y allá desde que era muy joven, pero en realidad esos tipos de platillos del norte resultaban encajar bastante bien con su personalidad y aceptó que eran increíblemente deliciosos.

Luego llegó un momento en el que Timothy no pudo soportar la picazón de su cuerpo y decidió reunirse con los miembros para tratar de hacer un plan que les permitiera llegar a la península. Sin embargo, mientras bajaba las escaleras en dirección al primer piso, no se encontró con Mathias por ningún lugar incluso aunque sabía que hacerlo era parte de su horario ¿Podría ser que estuviera en su habitación? No se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pero miró la recámara por un largo tiempo y esperó como si estuviese deseando que saliera para volver a molestarlo. Tal vez, hasta podían pelear. Claro que durante su estadía había tratado de ser discreto con él pero, pensó que un poco de diversión de vez en cuando no le hacía daño a nadie.

"Bueno, tal vez más tarde."

Timothy bajó al primer piso e intercambió saludos muy breves con sus compañeros. La habitación que Mathias les había dado era la más grande del castillo así que tenía sala de estar y un pasillo que conectaba directo a tres habitaciones más pequeñas que decidió dejar para que estuvieran cómodos.

Timothy entró en un pequeña cuarto con John, que ocupaba un puesto directivo en el reino, y hablaron de negocios durante aproximadamente una hora. Mientras tanto, los otros miembros tomaron una siesta, almorzaron o simplemente se recostaron para ver el techo. Timothy estaba feliz de ver que estaban tomando las vacaciones que tanto necesitaban así que sonrió:

"¿Es incómodo estar aquí?"

"De hecho me ha parecido maravilloso. Todos los sirvientes del castillo nos han tratado como si fuéramos especiales. Ya sabes, es un hombre increíblemente amable."

Al igual que Anthony, John parecía tener una buena opinión del dueño del castillo. Dijo que les habían traído un guiso hecho con cerdo marinado y laurel para el almuerzo.

"Aunque hemos visitado muchos lugares en todos estos años, nunca había conocido a alguien que fuera tan amable con personas abajo de su posición."

Timothy no podía decir nada porque incluso Johann parecía haber comenzado a estimar mucho a Mathias Falise. ¡Y era un poco injusto que nadie conociera su verdadera cara más que él!

Timothy entonces se puso de pie:

"Vamos a descansar. Si la nieve se derrite, entonces partiremos hacia la península de inmediato. Asegúrate de reponer bien tu energía para ese momento".

"Sí, señor."

Después de que Timothy saludara a cada uno de los otros miembros y les dijera frases bastante similares, salió de la habitación en la que se quedaban y comenzó a caminar en una línea recta por todo el pasillo del Ala oeste. Había planeado regresar a la cama tan pronto como tuviera la oportunidad, pero Timothy decidió echar un vistazo al castillo de Falise ahora que estaba despejado. Solo se habían quedado aquí por dos días pero se dio cuenta de que la nieve no tenía un patrón determinado. Llegaba un momento en que se detenía durante una hora o dos, o a veces por veinticuatro antes de seguir tan fuerte como de costumbre.

Ahora decidió salir con las botas de piel de borrego más gruesas que había traído y una capa muy, muy larga. Después, caminó por los pasillos del castillo uno por uno y llegó a una parte en la que no creía que ningún invitado hubiese logrado estar jamás. Se podían ver montones de nieve a ambos lados del corredor, una cúpula, habitaciones, pasillos, recámaras y un patio hermoso lleno de hielo. También encontró la cocina y notó muchísimos platos que al parecer nunca fueron pensados para él porque Mathias quería castigarlo a base de puro pan. Chasqueó la lengua:

"¿Mathias Falise realmente solo me odia a mí?"

Timothy frunció el ceño y recordó la conversación que acababa de tener con John. La hostilidad que Mathias había mostrado hacia él hasta ahora la atribuía a la aversión de algunos norteños hacia los sureños porque Timothy no le había hablado ni hecho nada que pudiera ofenderlo. Pero ahora que lo pensaba, ni siquiera pudo recordar una vez que fuera grosero con su hermano porque, cada que iban al salón de banquetes, Mathias solo le miraba a los ojos y discutía con él sin siquiera prestar atención a Lancer, que también era del sur. No era tan amigable, pero, al menos nunca se peleó con él ni le puso apodos o decidió dejarlo hablando solo por mera diversión.

"Soy un tonto..."

Timothy se tocó la cara con ambas manos. Al final, solo había un hombre al que Mathias Falise realmente odiaba y ese era nada más ni nada menos que Timothy Quintbeck. Pero cuanto más estaba seguro de eso, menos podía decir el motivo exacto.

"Quizá solo es amable con las personas de rangos bajos."

Como era el "señor del sur", tal vez no tenía más remedio que convertirse en un competidor a su lado incluso aunque era infinitamente amable con los demás.

"Eso suena lógico ¿No?"

Cuando ya estaba completamente convencido de su descubrimiento y pareció a punto de regresar con sus compañeros para contar su hipótesis, entonces Timothy giró la cabeza hacia el sonido de una conversación fuera del pasillo. Ahora que lo pensaba bien, este lugar estaba conectado al establo donde tenían a los caballos por lo que no fue extraño ver a Anthony saliendo justo de la puertecita a la derecha. No lo había visto cuando estaba hablando con John antes por lo que le pareció "tierno" que estuviera siguiendo la salud de los caballos tan diligentemente incluso a horas tan extrañas del día. Y estaba a punto de caminar hacia él cuando:

"... Ah."

¡Timothy hizo un ruido mudo al ver que Mathias seguía a Anthony fuera del establo!

Pelo negro rizado que caía sobre un rostro blanco, verde en unos ojos que ahora parecían ser bastante diferentes al hombre que se encontró en las escaleras un día antes y un rubor que le parecía bastante hermoso. Se congeló, se mordió las uñas en un tic nervioso y pensó "¿Por qué Anthony y esa persona están juntos?" "¿Por qué parecen tan familiares cuando llevan básicamente los mismos días juntos que yo y el resto de nuestros hombres?"

Entonces Timothy se quedó mirando a los dos para escuchar su conversación y sin embargo, para mala suerte la nieve sirvió como absorbente de sonido, estaban muy lejos, y él tampoco era tan valiente como para intentar acercarse más de la cuenta solo por tener curiosidad.
¿Era amable o estaba tratando de desenterrar algo? ¡Tal vez quería persuadir a Anthony para que le dijera los secretos del gremio de Quintbeck! Para ser honesto, era poco plausible, pero no lo descartó. Era extraño lo mirara por donde lo mirara así que se quedó con los ojos bien abiertos para atacar la escena inmediatamente si notaba algo extraño.

Pero lo que vio después hizo que le doliera el pecho.

Mathias Falise había comenzado a reírse con muchas ganas. Y se vio honestamente feliz.

El gran duque del norte, es lindo (Traducción Finalizada)Where stories live. Discover now