Casada por Obligacion.

Capítulo 40.

Narra Elizabeth

¿Porque cada vez que mi vida está feliz tiene que aparecer esa bruja?.

-Axel, cariño, porque mejor no haces que se siente nuestra invitada.-dije sonriendo falsamente.

-Elizabeth, amiga-me abrazo. ¿Amiga?

-¿Qué paso?-pregunto Axel.

-Mi madre tuvo un accidente-dijo llorando.-Y no que hacer, se que ustedes, son mis amigos y necesitaba consuelo.-abrazo a Axel.

- porque no vas y compras un café y helado mientras que yo hablare con ella-dijo mirándolo

-Volveré pronto-soltó a Luisana y me dio un beso-Intenta no matarla.

-Jamás lo haría-salió. Mire a Luisana y ella se secaba las lagrimas- Bravo-aplaudí.

-Gracias-dijo sonriendo-he practicado últimamente

-Tú no te aburres de arruinar mi vida-la mire con odio.

-Eli, todo lo contrario, lo amo. Me encanta verte llorar en las noches por Axel, y créeme que disfruto cuando se pelean. Sus gritos son melodías en mis oídos.

-Eres una demente-me levante.- Pero sabes yo te regalare para tu cumpleaños una rehabilitación.

-Sera antes o después de tu funeral-rió.- Sabes ya lo tengo todo planeado, te arrojare al mar, estarás amarrada. Luego les diré a todos que te fuiste.

-¿Qué me fui?, que excusa más tonta.-reí

-Bueno en ese momento nadie piensa eso.-la mire.-

-Te odio.

-El sentimiento es mutuo, solamente que yo te mataré. Pero te vuelvo a advertir si dices una palabra tu bebé y tú morirán juntos, que hermoso.

-Eres un zor...-de pronto abren la puerta- Luisana todo se pondrá bien.-

-Gracias Eli-me abrazo.

-No puedes ser Luisana y Elizabeth abrazándose debe filmarse.- Las dos sonreímos falsamente. Bueno ella se quedó un par de horas. Cada vez que la miraba me daba ganas de matarla. Me pase casi toda la noche pensando en lo que me dijo Luisana, ya había planeado mi muerte.

-Hoy iré a hacer algunas compras-avise a Axel.

-Yo volveré en la tarde.-me beso y se fue. Hoy hare todo lo posible por sacarme el tema de la cabeza pero no podía. Lo que más me dolía era que soy muy cobarde porque simplemente no voy y cuento a todos la verdad pero no tengo pruebas Luisana se ganó la confianza de varios. Tenía que pensar muy bien así que decidí escribir una carta.

"Hola Axel, espero que seas tú él que encuentre. Bueno tal vez te preguntes donde estoy...."

Cada palabra me dolía en el alma pero era mejor dejar todo claro y que se lleven a la cárcel a Luisana, la guarde en un lugar donde se que Axel lo podría encontrar.

Hice lo que normalmente hago, leo un libro y veo mi telenovelas. Ya que me recomendaron reposo y eso lo que hago. Cuando termino mi novela de la tarde se me antojo un pastel. Me puse una chaqueta y salí caminando ya que la pastelería de Santiago estaba a la vuelta.

-Hola Elizabeth-me saludo Santiago al llegar.- ¿Cómo está el sobrino?

-Hola y bien gracias-me acerque al mostrador.

-Supongo que se te antojo algo ¿Cierto?

-Estas en lo cierto mi amigo-rió.- Quiero el mejor pastel que tengas.

-A la orden bella dama-me senté.-Y observe otros dulces.- Axel me conto que tuvieron problemas-habló mientras servía- Sé que no me debo involucrar pero él está completamente enamorado de ti.

-No tienes que preocuparte Santi, me di cuenta que a veces exagero las cosas.-empecé a comer.- pero gracias por la aclaración.- Empezamos a conversar de mas cosas cuando me llego un mensaje.

"Eli, tienes que regresar a la casa en este instante, Axel"-

¿Qué querrá Axel? Sera algo serio, este mensaje era frío normalmente Axel siempre firma con "tu idiota"

-¿Paso algo?-pregunto Santiago.

-No lo sé, Axel mando un mensaje. Que vaya a la casa.

-¿No deseas que te vaya?-pregunto.- Aunque no quieras te llevare, vas caminar mucho-reí.

-Bueno- el dejo encargado a un amigo y me llevo a la casa.- Gracias Santi.- Me despedí y entre a la casa, no había ningún ruido. Hasta que escuche que la puerta de arriba de cerraba. Subí pensando en que Axel me tenía una sorpresa, estaba un poco feliz lo admito, hasta que escuche susurros. De...¿Una mujer?, entre lo más rápido posible. Y bueno toda la felicidad se fue al suelo, Axel estaba besando a Luisana.