Capítulo 8.

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-Ya chicos, Axel dale la ropa a Elizabeth.

-Piensa rápido.- Le lance la ropa. Ella se asustó.

-¡AXEL!.- Me regaño mi mamá.- No hagas eso; ahora Eli, puedes ir a cambiarte, le avisare a Astrid que estarás con ella.- Dijo y salió de la habitación. 

-Creo que deberías cambiarte.- Le dije y mire la ropa.

-Ya se Witteveen, no soy tan idiota como tú.- Me insulto.

-Pues no pareces.- Me defendí.

-Muy gracioso.- Habló y salió de mi habitación. Me saque la camiseta.

-Al fin a dormir.- Dije mientras me saque los pantalones quedando solo en boxers.

Narra Elizabeth

Fui al baño, y me puse la camiseta de Axel, que me quedaba muy alta, se me veian mucho las piernas. Quise ponerme los pantalones que me dieron, pero no estaban.

-Se me deben haber quedado.- Salí del baño corriendo, rogando que Witteveen no se encuentre en su habitación, me daba vergüenza ir. Pero no siempre me iba a quedar en el baño ¿No? Salí mirando, que no halla nadie en el pasadillo. Y fui a la habitación de él.. Llegue y vi el pantalón que me dieron tirado, me acerque pero el idiota de Witteveen estaba tirado en su cama solo con boxers

-AAAHHH.- Grite. Axel salto de la cama y me miro y bueno también grito.

-AAAHHHH.- Gritamos los dos.- NO ME MIRES.- Dijo

-PARA QUE QUIERO VERTE, IDIOTA.- Le grite y me cubrí los ojos con las manos, pero la camiseta se levantó y se me vio mi ropa interior, me di cuenta y Axel me estaba mirando.

-Ese color te da bien.- Me dijo y se rió.

-Eres un idiota.- Le dije y cogí el pantalón y me fui al baño a cambiarme, el pantalón me quedaba muy grande tuve que arreglármelo. Cuando ya estaba lista, salí y la señora Pardo, me estaba esperando afuera.

-¿Qué fueron esos gritos?.- Me pregunto. Mierda que le digo.

-Bueno, señora Pardo, no quise incomodar pero...- Bueno es hora de la venganza.- Pero... su hijo, me molesta, y bueno como usted sabe en mi estado.- Me toque el estómago.

-Lo se querida, hablaré con Axel. Ese chico tiene que entender.- Me dijo comprensiva.- Ahora vamos con Astrid.- Me agarro de la mano. Llegamos a la habitación de Astrid, tenía dos camas, así que supongo que yo dormiría en una, ella estaba en la laptop.

-Hola.- Dije tímida, Astrid me miro y después volvió a su computadora.

- saluda a Elizabeth, Astrid.- Le dijo su mamá.- Se amable con ella.- salió de la habitación.

-¿Qué tal?.- le pregunte.

-Bien.- me respondió, pero ni me miro.

-Es muy bonita tu habitación.- Le dije.

-Gracias.- Dijo. No tenía tema de conversación. Cerró su laptop.- ¿Por qué te quedaste aquí? Pregunto Astrid.

-Bueno, es una larga historia.- Le dije

-Dímelo tengo tiempo, no me voy a mover.- bueno creo que a veces la gente no entiende cuando alguien le dice es una larga historia, es que no la quiero contar, pero bueno terminaremos siendo familia.

-Bueno...- Le conté, claro sin decirle todo lo que mi mamá me dijo y tragándome las lágrimas.- Y ahora estoy aquí.

-Debe ser feo.- Me dijo. 

Nadie dijo nada, hasta que ella me pregunto

-¿Te gusta mi hermano?.- Le mire sorprendida.

Casada por Obligacion.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt