-¿Elizabeth?.- Preguntó.
Elevé la cabeza y me encontré con Axel, ¿como había llegado a su casa?.
-¿Qué haces aquí?.
Sequé mis lagrimas.
-Solamente...-Me acorde de todo lo que paso y volví a llorar.
-¿Estas bien?.- pregunto y yo me acerque a él, Y llore en su pecho.- Deberías pasar.- yo no dije nada, no podía hablar.
Witteveen me llevo a su casa e hizo que yo me sentara en el sillón. Tape mi cara con mis manos.
-Lo siento tanto, Axel, no quiero que me veas así.- Le dije mientras limpiaba las lágrimas, pero era difícil ya que salían más.
-Llamare a mi madre, ella sabe que hacer.- Dijo y se fue. ¿Ahora que hago? Llamará a su madre, que vergüenza, creo que no debí aceptar entrar.
Vi que la señora Pardo bajaba y apenas me vio, fue corriendo a abrazarme.
-Elizabeth, querida ¿Te encuentras bien?, ¿Qué paso?, ¿Todo en orden?.- No dejaba de hacerme preguntas.
-Señora Pardo, en serio lamento que me vea así.
-No te preocupes querida, pero dime, Axel me dijo que estabas afuera, ¿Qué pasó?, ¿te peleaste con tus padres?.
-Señora, yo se que tal vez no le interesen mis problemas y solo lo haga por compromiso.
-No digas eso, sabes que pronto seremos familia.- Me dijo y bueno era cierto, me casare con Axel.- Cuéntame querida.
-Bueno, mi madre me echo de la casa.- Le dije con un nudo en la garganta.- Y creo que ella me odia.
-No digas eso querida, ninguna madre puede odiar a sus propios hijos.- Me dijo.
-Pues mi madre, debe ser diferente, porque ella me demuestra que me odia.- Me limpie las lágrimas con el dorso de la mano.- A demás, ¿qué madre deja en la calle a su hija?.
-Debe estar molesta, debes comprenderla.- Me dijo la señora Pardo.- Yo también al inicio me moleste con Axel, pero poco a poco fui comprendiendo. Tal vez a tu madre le falte comprender que hay que tener paciencia.- Dijo en un tono tan maternal, que mi madre nunca me lo hubiera dicho.
-Señora Pardo, ¿Por qué es tan buena conmigo?, digo, yo defraude a todo el mundo.
-Querida, no has defraudado a nadie, solamente Axel y tú no fueron muy responsable, a cualquiera le hubiera pasado lo mismo.
-Gracias, señora, muchas gracias.- Le di un abrazo, la verdad es que esas palabras me ayudaron mucho, siempre quise que mi madre me dijera eso, y bueno me echo de mi casa.
-¿Dónde te quedaras ahora?.- me pregunto, bueno yo también me pregunte eso. No podía volver, si lo hacia mi madre sería capaz de matarme.
-Aún no se, mi padre ni mi hermano me llaman- dije viendo mi celular.- Supongo que me quedaré en un hotel, esta noche.
-No puede ir a un hotel.- Dijo -Te quedaras aquí.
-¿Qué?, señora Pardo, gracias pero no puedo. Ya hice que muchas personas se incomodaran conmigo.
-Claro que no además a Axel le encantara, ya que pronto vivirán juntos, te quedaras con Astrid.
-Narra Axel-
-No puedo creer, que hayas echo que una extraña se quedara a dormir.- Le dije a mi madre.
-Axel, ella no es una extraña, es Elizabeth, tu amiga y tu futura esposa.- Me dijo mi madre.
-Elizabeth, no es mi amiga, es la hermana de mi amigo.- Le aclare.
-Bueno pronto será tu esposa, ahora aprenderás a vivir con ella.- Me dijo mi madre.- Ahora deja de llorar como una nena, y préstale algo a Elizabeth.
-Pero malograra mi ropa.- Le dije.
- Axel Witteveen, préstale algo.- Me ordeno.
-Está bien, mamá.- Busque en mi cajón y saque una camiseta y unos pantalones de buzo.
-Elizabeth, querida ven por favor.- La llamo mi madre.- Elizabeth, se acercó a mi madre.- Axel dale a Eli la ropa.
-No se preocupe, señora Pardo. Yo puedo dormir con esta ropa.
-De ninguna manera, además debes estar cómoda, mi nieto no puede estar incomodo.- Elizabeth y yo miramos sorprendidos a mi madre, jamás le escuche decir ''su nieto''.
-Yo no quiero incomodar.- Dijo Elizabeth.
-Pues lo estás haciendo.- Le dije, solo para molestarla.- Como cuando pones tu inmensa cabezota al frente mío.
-Pues en esa inmensa cabezota, que tu dices, tengo cerebro. No como tú.
-Pero soy sexy- Me defendí.
-Para alguien ciego.- Dijo y mi mama se rio.
YOU ARE READING
Casada por Obligacion.
Teen FictionCasada por obligacion. La vida puede cambiar por completo por un tan simple error que ocurrio aquella noche. Un error que puede marcar tu vida para siempre. A lo largo de lo que paso aquella noche, Axel y Elizebeth se van dando cuento que al final e...