꧁ 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑆𝑖𝑒𝑡𝑒 ꧂

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Los dedos de Jack tocaron un par de veces el hombro de Aimé, que guardaba su libreta de escritos en su mochila

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Los dedos de Jack tocaron un par de veces el hombro de Aimé, que guardaba su libreta de escritos en su mochila. Levantó la mirada, topándose con los ojos cafés del chico y una mirada perdida en la nada.

—¿Vienes? —preguntó él cuando volvió en sí. 

—¿Ya me hablas? —cuestionó ella.

—¿Vienes o no?

Jack pareció irritado. Había prometido a Dereck que lo intentaría, pero admitir que Aimé solía irritarlo sólo con existir no era una opción para el pelinegro. Jack no entendía la razón por la que actuaba así, sólo que era automático que sacaba un lado defensivo en presencia de ella.

—A nadie le dan ganas de ir contigo con esa actitud, Jack —confrontó la chica. —Además, quedé de ver a Amelia en Firecrow.

—¿Amelia?

—Sí, definitivamente es mejor compañía que tú —Aimé se colgó su mochila y decidió dejar a Jack. Él la tomó del codo y la atrajo hacia él. Bien podría soltar el orgullo ahora o se arrepentiría al verla marchar. 

—Perdón —soltó. Ella pareció confundida. —Perdón por anoche, no quería incomodarte.

—A mi parecer el incómodo eres tú —dijo ella.

—¿Puedes dejarme hablar un momento? —preguntó él. Aimé guardó silencio. —Disculpa si fui imprudente y te hice sentir mal, no solamente ayer. Disculpa por todas las veces que te he hecho sentir mal.

Aimé se quedó callada, no supo cómo responder. Jack no solía ser de las personas que aceptan sus errores y podría decirse que el orgullo es su especialidad, pero en ese momento se encontraba a sólo unos centímetros de sus labios y estaba pidiendo disculpas por lastimarla. Ella sintió ganas de preguntar, dudas que quiso aclarar con él, pero se las guardó. Solamente asintió con la cabeza y saboreó en su mente los gruesos labios del chico. Se castigó ella misma por haber pensado eso y cuando Jack la soltó, siguió su camino.

Saliendo por la puerta tuvo un pequeño percance. Nuevamente Dylan se encontraba frente a ella, con la misma cara de amargado que había tenido todo el día al lado de su familia y con los ojos verdes lanzando fuego.

—¿No crees que necesitas lentes? —le dijo a Aimé. —Nunca ves por dónde andas.

Aimé se aferró más a su mochila. No quería tener problemas y menos con un miembro de la realeza. Buscó con la mirada a Dereck, sin obtener resultado alguno. El príncipe de la luna no parecía andar por el rumbo. 

—Tranquila, no te voy a morder —advirtió Dylan al verla asustada. —¿Quién eres?

—Aimé —dijo ella. —Si me disculpa, debo irme.

—¿Ahora me hablas de "usted"? Eres amiga de mi hermano, ¿no? —preguntó. Aimé asintió, conmovida de que la haya llamado "amiga" de su hermano, eso quería decir que Dereck la consideraba su amiga y era emocionante ser amiga del futuro rey.

꧁Willow꧂ (Ten cuidado con lo que deseas) Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora